Encuentro inesperado [Priv.Cherice]

No me sentía cien por ciento tranquilo haciendo aquello sin embargo sería mucho más descortés negarme ahora que muy amablemente me habían invitado, suspire accediendo finalmente, luego de un tiempo quedamos en que yo dormiría en el sofá cama, sin embargo me preocupo si su cuarto estaba subiendo escaleras.

Acerté pues luego de un tiempo me pidió ayuda para poder subir las escaleras, lo sabía con su bota no podría sola -Por su puesto, te ayudo con los escalones Cherice-san- Apoye su brazo en mis hombros para ayudarla a subir los escalones.

Antes de subir a mi habitación le ayude a armar el sofá a Ranmaru, luego puse mi mano en tu hombro y subimos lentamente las escaleras, realmente no tuve que hacer mucho esfuerzo ya que Ranmaru era quien hacía fuerza con su cuerpo para ayudarme, me sorprendía que no me sintiese pesada pero era relajante sentir el calor de su cuerpo y la ayuda.

Finalmente subimos y me acompaño a mi cuarto. Al abrirlo, aun estaban mis valijas en el suelo, no pude evitar sonrojarme, aquel cuarto mi tía lo había hecho exclusivamente para mi cuando era una niña y me quedaba a dormir, era muy aniñada, color rosa pastel, llena de muñecas y juguetes. Le guardaba cierto cariño a esa habitación pero necesitaba modernizarse.

Creo que luego de ver el cuarto Ranmaru nunca dejaría de verme como una niña –de acuerdo este es mi vergonzoso cuarto –dije roja como un tomate- ven tengo que darte frazadas y esas cosas- Entre a la habitación abrí el ropero blanco, genial las cosas estaban hasta arriba. Me estiré lo más posible para llegar tome la punta de una de las sabanas y tiré de ella pero se me vino encima y caí torpemente al suelo.

Luego de que la ayude a subir los escalones entro a su habitación pude verla desde afuera y estaba toda llena de color rosa, supongo yo así es la forma en la que ella lo decoro y me causa cierta gracia debo admitir. Me invito a pasar diciendo que debía darme unas frazadas acepte amablemente sin dejar de recorrer el lugar con la vista.

-¡Chercie-san!- Estire mi brazo lo más rápido que pude para evitar que se cayera, pues por lo que pude ver una de las sábanas se había caído junto con ella -¿Estás bien? Sí estaban altas podrías haberme avisado, no quiero que te lastimes más-

Espere unos momentos que me respondiera pues por el momento no quiero causarle ninguna incomodidad, bastante era ya con quedarme por la noche.

-dime acaso tu eres un salvador o algo así? Digo..siempre estás allí para sujetarme cuando caigo- dije sonriendo cuando nuestros rostros se encontraron al sujetarme – no te dije, porque eres mi invitado no quiero incomodarte –le huí a la mirada avergonzada mi corazón latía rápidamente ¿por qué POR QUÉ?
-no le prestes atención a mi habitación- dije recogiendo la sábana del suelo –necesita una actualización acorde a mi edad-dime por qué estás incómodo? – su cara lo delataba –no me mires así, puedo notar cuando alguien está incómodo, si te soy una molestia o e hecho o dicho algo malo puedes decírmelo abiertamente, conmigo puedes hablar- dije mientras doblaba la sábana con algo de dificultad.

Oh diablos esto se ha vuelto un tanto incomodo noto que no me siento cien por ciento a gusto supongo que lo mejor sería decirle el por que me siento incomodado pero... ¿De que forma hacerlo sin ofenderla?

-Pues... ehm aunque diga que no ahí problema en quedarme, sería la primera vez que estoy en el hogar de alguien más y... es... l-la primera vez que entró a... la habitación de una chica- Muerto estoy muerto lo sé, siento mi rostro más rojo que la sangre, es tan vergonsozo tener una expresión así, la ultima que me sonroje fue cuando inicie la preparatoria.

-P-por e-eso...- Desvíe la mirada pues no me siento en condiciones optimas para poder ver a alguien a la cara en estos momentos

Mire impresionada a Ranmaru soprendida por unos instante y comencé a reir, no pude evitarlo, era tan tierno –a qué le temes?- dije acercándome sensualmente a él-no te haré nada que no desees- me le acerqué hasta acorralarlo buscando su mirada –no me verás a mis ojos? – busque jueguetonamente sus ojos. Cuando logré que me viese, puse mis manos en su torso y le susure- tonto-
Me alejé sonriendo –no seas tonto, ten tus sábanas, me caes bien. Eres muy tierno. Pero recuerda que fue mi primo quien te invitó, lo hacemos por tu seguridad, porque nos agradas – abri mi valija y comencé a sacar las cosas de ella mirándolo divertidamente –ahora puedes sumar un recuerdo vergonzoso a tu libro de nuevos recuerdos conmigo-
Realmente tenía el rostro del color de su cabello, lo acompañe a la puerta –que tengas dulces sueños – lo besé una vez más en su mejilla y cerré la puerta de mi habitación.
Era un chico muy dulce y divertido, realmente me agradaba

Un nuevo rubor me invadió y no era precisamente  por mi vergüenza anterior, más bien ahora se debía al hecho de que Cherice-san se acercaba demasiado a mí... no importa cuanto tiempo pase cuando tengo vergüenza tengo vergüenza.

-Ch-Cherice-san...- ¿Tierno? ¿Acaso yo soy tierno? No encuentro como es que eso puede ser posible hasta dónde tengo entendido no soy en lo más mínimo tierno, no lo soy y de eso estoy seguro... ¿Lo habrá hecho jugando? Ahora me siento como un niño pequeño al que deben proteger suspire pues nunca me ha agradado ser tratado de esa forma no importa de quien se trate.

-Gracias por preocuparse por mí- Salí de la habitación con las sábanas bajando nuevamente las escaleras ahora para poder acomodarme en el sillón, aunque lo dije... tengo la sensación de haber pasado ya por una situación semejante, aunque el anfitrión en esa ocasión había sido yo.

Comencé a correr por el mismo campo abierto de siempre, el día y la noche transcurrían y no me cansaba de correr miraba a todos lados gritaba su nombre y de pronto un disparó se escuchaba un grito, mi grito. Desperté, otra vez agitada, transpirada, cada noche lo mismo. Por eso no dormía, nunca podía.
Fui al baño a duras cuestas a lavarme la cara mientras sentía a mi corazón agitado, me miré al espejo y salí de allí. Tenía mucha sed ya no lo podía aguantar. Me acerque a las escaleras cogeando ¿cómo bajar? De pronto vi un cogin en un pequeño sillón cerca de als escaleras lo tome, me senté en él y me deslice por las escaleras.
El problema es atravesar el comedor para ir a la cocina, comencé a saltar lo mas silenciosa posible para no hacer ruido peor al pasar cerca del sillón note que la persona que no quería despertar estaba despierta.
Una tenue luz del celular alumbraba un libro el cual Ranmaru leía muy atentamente.
-son las 5 de la mañana, acaso no duermes?- susurre desde el apoyabrazos del sillón, mi posición no era muy cómoda, realmente quería sentarme.

Alcé mi vista al escuchar la voz reí levemente al escuchar sus palabras, baje el libro y me senté en el para poder verla mejor.

-No podía dormir, tuve un recuerdo que paso hace tiempo y no logré conciliar el sueño así que me puse a leer- Le mostré el libro como si estuviera excusándome de algo, aunque en el interior estuviera temblando por el recuerdo que tuve... realmente había sido algo traumarte.

Esa chica de mirada rojiza con una mirada de maniática, solo recordarla me ponía los pelos de punta, como era posible que en tan poco tiempo pueda sentir tanto temor por algo que quedo en el pasado -¿Sucedió algo? Por lo visto tampoco puedes dormir-

Hice un pequeño espacio en el sofá para que pudiera sentarse, pues no le veo muy cómoda solo recargada en el brazo de dicho mueble.

-tuve una pesadilla y tenía mucha sed tuve que bajar- me senté al alado de Ranmaru tapándome con la frazada acurrucándome un poco a el por el frío que estaba haciendo -oye..perdon si mi broma te molestó, no fue con esa intención. Admiro que nunca hallas estado en el cuarto de una chica, yo el único contacto que he tenido con un chico fue mi hermano mayor y mi primo, tu eres algo nuevo en mi vida....y me agrada que sea así- apoye a modo de gusto mi cabeza en su hombro por un segundo.
-dime, ¿que has recordado? no me engañas te noto algo sudado y tembloroso, se que has recordado algo, recuerda que estoy para apoyarte -tome su mano fría entre las mias para darle algo de calor. Aun tenia sed.

- Tr-tranquila no me molestó solo... bueno... me sentí un poco... no se... extraño- Me gire a verla algo intrigado por lo que menciono acerca de su sueño, quisiera indaga un poco más en ello pero no creo que sea lo correcto por el momento.

-Pues lejos de ser un recuerdo lo siento más a una pesadilla, me encuentro tranquilo charlando con una chica cuando de la nada, una cuchilla la atraviesa el cuello clavándola en la pared, aterrado me giro a mi derecha dónde solo puedo ver la silueta de una joven con una sonrisa maniática y de mirada carmín- No tengo idea por que esos recuerdos me invaden ahora, pero no quisiera que estuvieran por más tiempo en mi mente, son bastante incomodos el tenerlos aquí.

veo que su sueño le afecta mucho, una chica de ojos color carmin... que extraño, quien seria este chico y de donde vendria?.
-entonces dime por que te sientes extraño conmigo?- dije saliendo del sofa cogeando a la cocina mientras le hacia seña para que me siguiese.
Tome mi tan ansiado vaso de agua - yo.. no se comportarme de otra forma, no me considero una chica que la vean como una mujer mas bien todos me ven como una niña a proteger. De hecho, para los chicos de mi edad soy una chica fea y rara. Nunca encajo en ningun lado- mire el agua del vaso en silencio por un momento. Si Blake estuviese aqui se que me daria un abrazo. Mi hermano siempre habia sido oportuno con esas cosas...

Busque las mejores palabras que tenía para poder responder sin hacerla sentir de alguna forma mal.

-N-no te sientas mal por favor pero... me recordaste a mi ex-novia- Desvié el rostro un poco apenado, pues a pesar de que físicamente eran diferentes en cuanto a personalidad eran un poco similares, la seguí hasta la cocina dónde se sirvió un vaso de agua. El escucharla decir que no se consideraba mujer y que la vieran como una niña me dejo pensando un poco -Pienso yo que no debería ser el caso, pues eres una mujer muy bella Cherice-san, aquel que pueda decir lo contrario es alguien bastante ciego- Puse mi mano sobre su hombro para jalar levemente su cabeza y poder darle un corto abrazo -Nunca me ha parecido bien que una mujer se menosprecie no importa cuál sea la situación-

Me separe un poco de ella elevando su rostro suavemente sonriéndole.

Nuestras miradas se encontraron por un instante y solo puse dar un suspiro corto pero profundo.
- por que te he recordado a tu ex novia?- me picaba la intriga sobre aquel comentario- como sea, pues...- no sabia como decirlo-y..yo.. yo nunca he tenido un novio, ni he besado a un hecho o siquiera he estado enamorada....-listo lo dije tierra tragame, claramente soy patetica, soy una niña- esos sentimientos..son desconocidos para mi-
No pude sostener la mirada de Ranmaru deje mi vaso en la repisa de la cocina y quise salir de alli pero el no se movia de su posicion, claramente lo estaba haciendo aproposito. Mire hacia un costado cuando de pronto se fue la luz en toda la casa y solo nos iluminaba la luz de la luna que entraba por la ventana.

Me puse nervioso y eso esta claro pues en cuanto a personalidad se parecían levemente.

-Ella tenía mas o menos la misma personalidad que tienes tú... aunque era mucho más tímida- No quería recordar mucho de ella pero desgraciadamente lo hice y la compare con Cherice-san, ah vaya este es un momento incomodo. -No deberías sentirte mal por no haber tenido esos sentimientos aún, en su momento llegarán ya lo verás- Quise acercarme a ella pero la luz se fue justo en ese momento siendo únicamente alumbrados por la luz de la luna que se filtraba por la ventana.

Cuando la luz se fue pude ver mejor los bellos ojos de Ranmaru quien aun no se apartaba y estaba muy cerca mio. Nos miramos por un segundo, quisiera saber qué pensaba me miraba de una forma tan delicada que me sorprendió, creí que sólo le incomodaba.
Me aferré de él porque mi pierna derecha estaba soteniendo todo el peso de mi cuerpo debido a que mantenía la otra en el aire por el esguince. De pronto comencé a reir, era una risa muy divertida muy tentadora al punto que creo que Ranmaru dudó de mi cordura
-Lo siento no pude evitar pensar que siempre que estoy contigo ocurren este tipo de cosas, la niña, la lluvia, la cueva, y ahora.. la luz. Debo reconocer que mi vida es más emocionante cuando estoy contigo- Lo tomé de la mano para que me siguiese y comencé a cogear hasta la sala. Frente al sillón donde dormía Ranmaru había una chimenea la cual prendí para hacer luz y calentar un poco el lugar por el frío que hacía. Nos volvimos a sentar en el sillón cuando Ranmaru dio un gran boztezo –estás agotado! Por qué no duermes un poco? En pocas horas amanecerá. Yo no puedo dormir porque debemos ir al instituto y si no hay luz, Castiel se quedará dormido, además siempre luego de mis pesadillas no vuelvo a dormir- Comence a acariciar su cabello para que recostase la cabeza, al menos eso hacía mi hermano conmigo cuando quería que durmiese.
No se si será una técnica efectiva pero quería que durmiese un poco

Debo admitir que realmente me causa gracia el tipo de situaciones en las que nos encontramos a veces, pero también me preocupan, es extraño que alguien me diga que su vida es más interesante cuando convive conmigo, usualmente he estado solo la mayor parte del tiempo, las personas que se acercan a mí luego de un tiempo se aburren y se van... es por eso que me cuesta socializar con los demás, por que se que en algún momento se irán.

-Me alaga que digas eso Cherice-san, enserio que sí- La seguí hasta la sala dónde nos sentamos en el sofá por alguna razón había bostezado, cubrí mi boca más que sorprendido pues usualmente no bostezaba, y luego el "regaño" que recibí por parte de Cherice-san me hizo sentir como un niño que ha sobrepasado su hora de dormir.

-Pues vaya, la que debería dormir eres tú, yo me levanto a esta hora siempre leo un poco, luego voy a correr y regreso para prepararme e ir a la universidad, el que no haya luz no es excusa para que te quedes despierta- Señale un cubo de agua que estaba cerca de la puerta -Ponle unas semillas, espera a que los pájaros lleguen para comer y cuando salga el sol comenzaran  a volar, el ruido en el balde será suficiente-

Si ahí algo que me gusta más que nada es hacer bromas, no importa de que tipo.

No entendí a lo que hacía referencia sobre el balde -mmm qué tipo de semillas debería ponerle?- pregunté con curiosidad.
El alba comenzaba a salir y poco a poco la sala se iba iluminando. ¿qué hora serían? comenzaba a sentirme un poco triste.
-Sabes? estoy algo triste... cuando el sol salga tu te irás a la univeridad o tu casa, el día comenzará y esta sensación de felicidad se irá. Se que extrañaré tu companía. Nunca pasé tanto tiempo con nadie, es cómodo, es agradable, me..-dude un segundo pero tomé valor y lo miré a los ojos -no lo malinterpretes pero.. me gusta- dije sin apartar mi vista.

Los pequeños rayos del sol comenzaban a salir, se que mis ojos verdes debían resaltar en él porque Ranmaru me miraba con cierta verguenza y curiosidad. Aparté mi vista tímida con temor a ser atrevida, pero debía expresar lo que sentía porque nunca se sabe cuando puede ser demasiado tarde.

La mire esbozando una suave pero dulce sonrisa -No importa el tipo, las aves las comerán y al caer en el balde el batir de sus alas creará un eco lo suficientemente fuerte para lograr despertar a tu primo- El sol se empezó a asomar lentamente haciéndonos saber que un nuevo día iba a comenzar una sonrisa se asomo en mi rostro, pues el amanecer y el atardecer siempre han sido de mis momentos preferidos del día.

Aunque las palabras de Cherice-san me dejaron pensado, no sabía realmente que responderle, pues ciertamente yo tampoco había convivido tanto tiempo con alguien, lo más que lograba eran escasos treinta minutos, pues luego se marchaban y no volvía a saber de ellos, ¿Qué debería decirle? ¿Yo también disfrute el tiempo que pase contigo? ¿Espero seguir sabiendo de ti? No lo sabía y mi mente se estaba volviendo un desastre total.

-V-vaya... pues... gracias p-por decir que gozas mi compañía, generalmente no logro pasar tanto tiempo con alguien- La mire buscando las palabras adecuadas para decir lo que supongo yo quiero expresar, aunque no las encuentro en algún momento deben de aparecer -Si te parece, puedo acompañarte al instituto-

Miré a Ranmaru un poco avergonzada y ante si propuesta de acompañarme al instituto asentí levemente -eso sería agradable- dije en voz baja por la timidez.

Ambos nos quedamos mirando el amanecer por la ventana sin darnos cuenta que la luz había vuelto. Al cabo de un rato sentí mi estómago gruñir. -Creo que mi estómago dice que es hora del desayuno- me puse de pie con las muletas para hacerlo pero..alguien debía despetar a castiel.
-mm puedes despertar a Castiel? yo no puedo subir las escaleras y debo hacer el desayuno- le pedí amablemente.

Al cabo de un rato los 3 estábamos desayunando. Se que el y Ranmaru intercambiaron miradas complices durante todo el tiempo y no comprendía el por qué ¿Acaso le habría dicho algo de lo que no me enteré? la duda me invadía. Cuando terminamos, tuve que pedirle ayuda a Castiel para subir a mi habitación a cambiarme de ropa. Cuando estaba por entrar en ella él hizo mención que iría sin mi al instituto para avisar el motivo por el cual llegaría tarde y que me dejaba en buenas manos. No se qué quiso decir con eso.

Comencé a vestirme lo más rapido que pude, lo único que tenía a mano era mi viejo uniforme una camisa de mangas cortas blanca, un chaleco largo y gris, una falda negra al igual que la corbata y medias largas. Ate mi largo cabello en 2 coletas y llamé a Ranmaru para que me ayudase a bajar.

Al verme pude notarlo algo sorprendido -¿qué ocurre?- dije extrañada. No comprendía el por qué de su expresión.
Luego me ayudó a bajar las escaleras y nos pusimos camino al instituto. Era tan cómodo estar con el que ese momento no quería que terminase nunca

Me alegro el saber que le agradaba la idea de que la acompañara al instituto, pues si lo que realmente quería era pasar más tiempo conmigo que mejor que acompañarla hasta las puertas del instituto. El sol seguía saliendo y eso solo quería decir que era hora de desayunar o en todo caso salir directo a la escuela, me gire a verla al escucharla mencionar que haría el desayuno y si podría despertar a su primo, supongo que puedo hacerlo no debe ser tan complicado
despertarle.

Cuando se levanto y logramos sentarnos a desayunar durante ciertas ocaciones llegue a intercambiar miradas con el primo de Cherice, me ponía un tanto nervioso pero tambien comprendía mas o menos el por que de aquellas miradas, seguimos desayunando hasta el momento en el que Cherice le pidio ayuda para subir a su habitación y cambiarse, me quede en la sala esperando, leyendo algún libro que encontrase por ahí.

Al escucharla bajar supe que posiblemente su primo ya le habría hecho saber que no la acompañaría, me sorprendió realmente el verla vestida de la forma que estaba, era como si repentinamente hubiese cambiado de persona. -T-te ves muy bella Cherice-san Le ayude a bajar las escaleras para
poder dirigirnos al instituto, no me preocupaba mucho el no haberme cambiado de ropa pues, debía ir a una clase de teatro y haya haría tanto cambio de ropa pudiera.

-Vamos Cherice-san, no quiero que se te haga tarde Le ofrecí una mano para que pudiera tener un apoyo extra.

Odiaba mi uniforme pero no tenía otra cosa a mano. Sin embargo, parecía agradarle a Ranmaru. -gr...gracias- dije algo avergonzada ante su alago.

Salimos de mi pasa y a paso lento por mi bota nos pusimos en camino al instituto -dime Ranmaru ¿y ahora que harás? - pregunté mientras caminaba sintiendo el sol en mi piel y apreciando las aves.

Me estaba cansando de caminar con la bota y tome del brazo a Ranmaru en busca de apoyo a lo que el cedió amablemente. -eres muy caballero, no comprendo por qué la gente no querría compartir el tiempo contigo -

Continuamos caminando hasta que se veía no muy lejos el instituto. Eso me hacía sentir algo nostálgita y lo próximo que dije claramente no lo pense -dime Ram... ¿me llamarás?- nuestras miradas se cruzaron de forma inocente por un segundo. El más largo de toda mi vida

Con forme seguíamos caminando más largo se me hacía el trayecto, como si de pronto el insituto se encontrará a dos horas de camino a pie, suspire ante la idea que cruzaba mi mente. -Tenía planeado ir a mi casa a recojer un guión, todavía debo
aprenderme ciertos dialogos- Me gire
a verla sonriendo levemente.

De un momento a otro sentí que se apoyaba en mi brazo obviamente la bota le empezaba a cansar, sus palabras me dejaron helado durante unos momentos, pues siempre de una u otra forma se alejaban... -No sabría responderte, es... un misterio para mí también- Reí nervioso, no me agrada la idea de mentirle a Cherice-san pero tampoco deseo que se siga repitiendo lo mismo.

Me ha pasado ya muy seguido, y no es del todo agradable, sus pregunta me saco de mis pensamientos, obligándome a verla -Tan pronto como pueda- Respondí luego de que aquel corto tiempo llegó a su fin.

-oh siento que hallas perdido tiempo de estudiar tu guión por mi culpa- dije algo culposa.

No logré creerle sobre lo que dijo que no entendía por qué la gente se alejaba de él pero tampoco insistiría porque parece ser un tema del que no quiere hablar.

Llegamos finalmente al instituto -bueno...- suspiré ante lo inevitable, solté su brazo y me puse frente a él - gracias por acompañarme, no tenías que hacerlo - mire una última vez a Ranmaru y sin pensarlo, como todo lo que hice en estos días, lo tomé por el brazo y besé su mejilla una vez másf]]- nos vemos-[/b] susurré en su oído y voltee para entrar al instituto, quise voltear para ver su reacción pero si lo hacía me sentiría mal por el miedo a que nuestros caminos se separasen permanentemente.

-Por favor no te preocupes por eso, fue culpa mía por dejarlo en casa- La mire inmediatamente, es lo menos que quiero, que se sienta culpable por un descuido mío.

Al llegar a la puerta sentí un pequeño tirón de mi brazo haciéndome bajar sintiendo como Cherice-san besaba mi mejilla, me extrañe ante su actitud pues ni siquiera se giro para verme, simplemente se adentró al instituto.

-Eso fue... extraño- Rasqué con nerviosismo mi nuca pues lo más seguro es que mis mejillas ya se hallan puesto rojas y eso es bastante incomodo para mí -Que tengas un lindo día Cherice-san- Tome un rumbo opuesto yendo hacia mi departamento.