Explorando los alrededores [Priv.Cherice]

Había llegado hace no mucho a esta ciudad y lo único que había podido conocer fue el instituto, más la universidad es mi objetivo principal por lo cuál me fue sencillo entrar en días de clase. Me molesto el que las chicas apenas me vieran empezaran a preguntar sobre mí, de dónde venía, en que grado estaba, si era nuevo, me desesperan ese tipo de preguntas, más no ahí razón para ser grosero con ellas-Perdonen señoritas, pero ahora no tengo tiempo, será en otra ocasión- Me adentré en la gran institución recorriéndola de arriba a abajo, obligándome a memorizar todos y cada uno de los rincones que veía de la misma, no quiero olvidar nada odio perderme.

Me asome varias veces a los salones, viendo a las caras que frecuentaría una vez termine mi transferencia, en su gran mayoría mujeres, he de admitir son bellas oh eso diré hasta conocerlas mejor, llegó un momento en el que no supe dónde estaba el resto del piso estaba completamente desolado, solo había una puerta frente a mí y por lo visto un aula enorme para una sola puerta -¿Y esto que será?- Asomé mi cabeza queriendo ver algo, lo cuál resulto imposible por la escases de luz en la habitación, no la pude abrir tenía llave, mire a mi alrededor para este tipo de lugares siempre... -Bingo- Tome la llave que estaba en el marco de la puerta y me dispuse a entrar luego de abrir, prendí las luces viendo mucho mejor su contenido, un salón de música.

La recorrí primero con la mirada y luego mi vista se quedo pegada en el piano de cola que había ahí, me acerque a él destapando las teclas y a su vez acariciándolas, tanto recuerdos que me traía el piano, cerré mis ojos dejándome llevar por la música tocando una de mis melodías favoritas.

marcha fúnebre:

Al terminar respire pesado, me sentía ahora mucho más tranquilo tras haber tocado un poco, una débil sonrisa invadió mi rostro al recordar la primera vez que toque el piano.

Era una hermosa mañana de semana, no hacia nada de frio y el sol calentaba sin dar demasiado calor. Sentía que estaba animada pero al mismo tiempo me invadia la pereza. Llegue temprano al instituto, como siempre lo hacía, y al verlo vacío decidí dar una vuelta por la universidad.

Ya era muy habital que me infiltrase en ella, incluso varios alumnos creen que curso ahí cuando aún no termine el instituto. Camine por el camino de arboles en cerezo mientras me estiraba, de seguro mi amiga no habria llegado aun pero queria sorprenderla así que decidí hacer algo de mantenimiento en el aula de música para alivianarle el trabajo.

Camine por los pasillos un poco vacíos debido a que algunas pocas personas habían llegado a la universidad. Al llegar al aula de música comencé a escuchar una melodía
-humm quien podrá ser... nadie más tiene la llave - me quede meditando -OH NO !A alguien de seguro encontró la llave que alex esconde solo para mi - me acerque a buscarla por el marco y no la vi, claramente el aula estaba abierta y había alguien dentro. Abrí con sutileza la puerta cuando vi un joven tocando el piano dentro de ella.

Nunca lo había visto antes debería ser nuevo, se lo veía interesante y apasionado por la melodía que estaba tocando, algo que hizo que me recordase a mi hermano. Sentí cierta nostalgia e intriga al verlo tan concentrado.

Al finalizar, esbozó una sonrisa -es una melodía muy triste, pero tu, con tu pasión la haz vuelto bella - le dije apoyada en el marco de la puerta de la sala de música observándolo - que haces aquí? no cualquiera puede entrar- dije lo más amablemente puesto que no quería que se sintiese ofendido.

En cuanto termine mi pieza favorita de aquel gran compositor respire completamente relajado. Más una voz dulce y un poco melosa me sacó de mis pensamientos, preguntando sobre el como había logrado entrar al lugar haciando enfasís en la parte de que no cualquiera entra -Le pido disculpas en ese caso- Saque la llave de mi bolsillo y la hice girar en mi dedo -Pero si lo que desea es que no entren muchas personas al lugar, debe encontrar un mejor lugar para ocultar la llave- Me gire para poder verla mejor el color de sus ojos me era bastante familiar, al menos a mi ojo izquierdo.

-Agradesco tus palabras acerca de la melodía- Mi expresión seguía igual que siempre seria y fría, espero que no malinterprete mi respuesta debido al tono me puse de pie con la intensión de hacerle entrega de la llave -De nuevo si acaso mis acciones te perjudicaron lo lamento- La mire por unos momentos no se le veía tan grande como para asistir a la universidad, lo más posible es que solo esté aquí por el aula de música y ahora que lo veo bien... se ve un poco descuidado el lugar, y sobre todo los instrumentos.

-He de suponer que tu eres quien da mantenimientos a estos pobres instrumentos- Gire un poco mi cabeza topando mi vista con la suya aunque el viento movía mi cabello obstruyendo mi vista.

El joven me pidio disculpas por entrar sin permiso y me dio las llaves, pude notar que era serio y guapo a pesar de su cicatriz, tenia unos bellos ojos bi colores que me recordaban a mi amiga, y un cabello gris que le sentaba muy bien -no es nada, es solo que me asuste - dije tranquilamente acercandomele mientras cerraba la puerta de la sala, el se volvio a disculpar y me pregunto si hacia el mantenimiento de los instrumentos.

-Pues.. podria decirse, en realidad ayudo a una amiga con el mantenimiento pero ultimamente han ocurrrido tantas cosas que no hemos podido hacer el mantenimiento como corresponde - dije tocando una de las teclas del piano. -y tu? eres nuevo aqui? jamas te habia visto - dije mientras me sentaba a inspeccionar el piano y tocaba una simple melodia de fondo.

Aguarde su respuesta y añadi -de todas formas si amas de esa forma la musica, eres mas que bienvenido - dije con una sonrisa amable.
Parecia un chico interesante pero solitario eso me hacia querer ayudarlo de alguna manera aunque hay personas que en este mundo, disfrutan de la soledad.

¿La había asustado? No me parecía algo de extrañar, con semejante cicatriz en el rostro claro que cualquiera podría asustarse, reí nasalmente ante mi propio comentario. Cerró la puerta al tiempo que se acercaba a mí.

Así que ella no hacía el mantenimiento...si no una amiga suya, suena interesante, puede verse a simple vista los que están mejor cuidados que otros, luego se dirigió a mí una vez más preguntando sobre mi procedencia.

-Podría considerarme como nuevo, no hace mucho que termine mi transferencia en el lugar- Me acerque a la ventana viendo a los demás caminando por el campus, riendo sobre cualquier trivialidad que pasará frente a ellos -Soy Alexander, un gusto conocerla señorita- Incline muy levemente mi cabeza, en señal de respeto.

Y regrese la vista a la ventana me pregunto si lo que busco podría estar aquí... o debo extender mi panorama de búsqueda.

Me sente en el taburete del piano mientras lo escuchaba -Soy Cherice, tambien es un placer conocerte- dije con una sonrisa mientras el continuaba mirando hacia la ventana -dime Alexander, de donde vienes? yo podria decirse que soy relativamente nueva en estos alrededores - dije mientras lo observaba quizas, al saber eso, se sintiese un poco mas comprendido y acompañado.

Me gustaba el estilo que tenia aunque me recordaba un poco a Alexia su forma de ser, sin embargo a pesar de su aspecto sombria me sentia comoda con el creo que es una buena persona no creo que sea capaz de dañar a nadie, aunque no lo conocia.
Toque un par de teclas en el piano luegro de su respuesta y sin notarlo estaba entonando una melodia.

La suave voz de la chica que me acompañaba robo mi atención de lo que estaba haciendo, así que Cherice, que nombre tan curioso suena a cereza en ingles. -Yo vengo de Japón, ¿Relativamente? Quiere decir que lo máximo que tiene desde tu transferencia son semanas ¿Me equivoco?- Una muy tenue sonrisa invadió mi rostro, en estos tiempos ahí muchas personas transferidas.

Tras un breve tiempo escuche la melodía del piano, tenía el talento para el piano entonces ¿Qué la reprime a irse con melodías tan sencillas? -Si tienes la capacidad, ¿cuál es el motivo para estancarte en melodías básicas cuando podrías tocar orquestas?-

Jalé la silla frente a mí para sentarme y verla fijamente, no comprenderé el por que quienes tienen el talento lo suprimen de esa forma... incluso mi hermana lo suprime, no entiendo por que hacerlo.

Mire al joven ante su pregunta, sus ojos bi color me miraban con curiosidad -pues hace 1 mes que vivo aqui. Soy de Italia, vivia alli y naci alli - dije mirando con curiosidad al chico, se lo veia agradable como si tuviese una muy buena energia.

Pense un segundo sus palabras -de verdad crees que tengo talento? yo no se tocar el piano, als melodias que reprodusco son de oido o recuerdo- hice una pausa al recordar el motivo - mi hermano tocaba el piano, de hecho, era un excelente pianista, creci mirandolo tocar, pero mi fuerte es la guitarra, esa si la se tocar- no pude evitar sentir algo de angustia al recordar a mi hermano, pero ya no es como antes, desde que llegue aqui pude aprender a ser mas feliz que antes.

Simule una sonrisa amable no queria que viese que estaba a punto de llorar - y tu ? eres musico? que te trae aqui?-

Italiana, entonces ella no es a quien estoy buscando, desvie el rostro con la intención de marcharme más sus palabras dirigidas a mí lograron que me mantuviera por unos momentos más en dónde estaba.

-No lo creo, lo veo, el talento no es poder dominar, si no saber tocar; y eso es algo tú tienes.- Escuche atentamente lo que me contaba, su hermano fue quién le enseño a tocar el piano... "¡Usotsuki! Onii-sama no usotsuki" Agite momentáneamente la cabeza en un intento por alejar aquellas memorias de mi.

-No, no soy músico, soy militar. Estoy buscando a una persona, a mí hermosa otra mitad- Regrese la vista a la ventana sin cambiar mi expresión o tono de voz, miraba solo con la esperanza de en algún momento poder verla aún que sea de lejos.

Me acerque al piano y acaricie una vez más sus partes, recordando la hermosa sonrisa de mi hermana, suspire dejándome caer en una silla cercana.

Note que al decirle mis origenes perdio el interes en la conversación. Su respuesta me llamo la atencion. Militar eh.

-tu tambien buscas a alguien? quizas lo encuentres.. por algun motivo este lugar es como un centro magnetico todos venimos aqui por nuestras historias de alguna u otra forma-
Cuando se acerco al piano lo acaricio con melancolia y se dejo caer en una silla. Queria hacer algo por el pero no sabia que.

-Dime como es la joven que estas buscando? quizas la conosco..- mas que ofrecerle mi ayuda no podia hacer.

Toque un poco mas el piano para relajarlo observando su reaccion, me daba pena verlo asi, en un cierto punto me sentia identificada con el.

¿Un lugar en el que todos buscan sus historias? Supongo que debe tener algún motivo en general del por que todos vienen a parar aquí, vi como se sentaba a mi lado diciendome que a lo mejor conocía a la chica que busco, reí un poco ante su respuesta.

-Es identica a mí, a excepción por la cicatriz y el ojo rojo- Baje un poco el rostro pues al recordar la última conversación que tuve con ella me hace sentir hasta cierto grado culpable de algo. -Tengo entendido que fue aquí dónde vino, digo... escapo de casa y sus opciones de escape eran limitadas-

Suspire dejándome caer en el respaldo y fue cuando fugazmente por a ventana vi una rojiza cabellera pasar, quise creer que era ella, y lo hubiera hecho de no ser por que se trataba solo de una peluca. -Y ya que has despertado mi curiosidad, me tomo la libertad de preguntar ¿A qué has venido tú?- Me recargue sobre mis rodillas, viéndola fijamente esperando su respuesta.

Mire al joven con intriga ante su respuesta. Una joven q habia escapado de casa? quien seria, una hermana? una amante?. Me daba verguenza preguntar, cuando el me pregunto que hacia yo aqui.

-mmm buena pregunta...- comence a decir mientras acariciaba las teclas del piano suavemente como si fuesen de seda:- mi madre me envio aqui, con mis tios y mis primos porque no me soporta, me odia, no la culpo, puesto que yo mate a mi hermano mayor- Al decir esto ultimo se me hzio un nudo en la garganta, recordar a Blake y esa noche.

Lleve mi mano a mi pecho puesto que mi corazon latia muy fuerte y la angustia me abrazaba. Una lagrimas brotaron de mi mojando mi mano la cual observe.
Estaba manchada, manchada en sangre, como aquella noche. El horrible recuerdo de ese hombre apuñalando a mi hermano mientras yo estaba ahi sin hacer nada..por mi culpa MI CULPA.

Hice un golpe seco al piano y simplemente quebre. El llanto brotaba de mi como si estuviese desbordando, pateticamente lo mire al joven como si yo estuviese muerta y esas lagrimas me mantuviesen en vida.

¿La odiaba? Desvíe un poco el rostro pues era palabras que por mucho me pusiera a escucharlas jamás terminaría de comprender, después de todo el tiempo que yo pase con mis padres fue poco. -Desconozco la raíz de la disputa entre tú y tu madre, solo puedo asegurar que no me creo que alguien como tú haya manchado sus manos de un color tan impuro como el de la sangre- Me gire a verla expectante de sus reacciones, me gustaría el comprender más a fondo a que se debe esa actitud tan negativa.

Supongo algo ocurrió en esa ocación que la hace cargar con la culpa de la situación... están parecida a ella en varios sentidos, que va a ser complicado converserme de que no es ella, deje de verla pues por lo puedo suponer necesita cierta privacidad para aquel sentimiento que se volvía a generar dentro de ella, más el ruido secó del piano atrajó mi atención, viendo como las lágrimas caían de sus ojos por montones

Aquello me recordaba a cuando mi hermana solía llorar en el pasado, una escena que jamás me ha gustado ver en ella, y es precisamente la misma que puedo ver con Cherice Instintivamente me hinque frente a ella deslizando mi dedo bajo sus ojos limpiando las lágrimas que caían sin control alguno, -Aunque el llorar ayuda para liberar los pesares que tenemos presos, una mujer debería evitarlo pues se ven mas hermosas cuando sonríen- ¿Qué sucedía conmigo? Yo no soy de los que a la primer mujer que ven llorar van a consolarla entonces ¿Por qué? ¿Será por el gran parecido que tiene con la chica a la que estoy buscando? De ser así, ella debe conocerla, de alguna forma puede ayudarme a llegar a ella.

Sin darme cuenta mientras me consumían las lágrimas, él se acercó a mi y las secó con su dedo, su apalabras hicieron que me sonrojase, me recordaba a Ranmaru y sentía que lo necesitaba ahí conmigo en ese momento.

Negue con la cabeza ante su respuesta -disculpame por molestarte con mis problemas- me frote con mi brazo el restro para secar mis lágrimas e intente cambiar el tema para no volver a caer en ellas -y.. y dime ¿como es la chica que estás buscando?- dije mirándolo mientras el aun se encontraba a mi lado, me hacía sentir algo protegida, pero no era de mi de quien en ese momento debíamos hablar.

¿Molestia? Claro que no era una molestia, vi que se relajo y eso me hizo saber que se reponía, luego pregunto sobre la chica a quien busco. De mi chaqueta saque una foto suya, desde que salí de Japón para buscarla no salgo sin una foto de ella.-A mi hermana- Le muestro una foto de ella, lo más seguro es que de entonces para ahora haya cambiado bastante, conociéndola bien, cambio drásticamente en tan solo tres años.

La veo mirar la foto como tratando de identificar a la persona, me sorprendería que aún conservara su imagen de niña buena, que usa faldas de colores suaves, y vistiera muy propia, con su cabello siempre amarrado en un chongo y sus lentes negros que siempre ha usado. Sonreí para mis adentros al recordarla en ese entonces, seguro que ha cambiado, eso es seguro -Ella lucía así hasta hace tres años. Conociéndola se que habrá cambiado su estilo drásticamente-

Me sintiendo en la banca nuevamente esperando la reacción de la joven, o alguna respuesta de su parte.

Cuando le pregunte sobre la joven, y me mostro una fotografia de ella haciendo alusion a que era su hermana , mire la fotografia de la joven con cautela, intentando ver si la reconocía. Su rostro me resultaba familiar, quizas porque se parecia a su hermano, quizas porque la conocía pero no sabía quien era.
Note que la joven vestia muy sobria y elegante con tonos pasteles que le sentaban muy bien, se veia toda una dama elegante que me hacia sentir una mujerzuela a su lado.
Alexander me comento que ella lucía asi hace 3 años, comprendo que pudo haber cambiado, sobretodo en ese tiempo. Finalmente intente una vez mas recordarla pero no.

Negue con la cabeza y le devolvi la fotografia:- lo siento, me suena familiar su rostro pero no logro reconocerla. 3 años son mucho tiempo pudo haber cambiado mucho...yo antes tenia el cabello castaño y era mas baja..- dije mirando mi cuerpo el cual no pude evitar tapar con mi saco.- y menos desarrollada -dije sonrojada.

Mire al joven que me observaba con atencion lo cual me puso un poco nerviosa:- dime por que hace tanto que no la ves? fue porque eres militar?- pregunte con curiosidad cuando me percate que quizas no queria compartir esas cosas conmigo y menos en una sala de musica así que al finalizar mi pregunta no pude evitar taparme la boca con mi mano y desviar la mirada.

Reí nasalmente, no era de sorprenderse luego de ese día ella empezó a cambiar, me lo contaba muy amenudo en sus cartas que me mandaba. Luego sus respuestas me causaron cierta diversión, sin evitarlo reí pero luego me auto recrimine. -No pienses que me río de ti, es... no comprenderé que complejo tienen ustedes las mujeres con tener el busto desarrollado. Mi hermana llora por volver a ser tres copas menor de talla- He de suponer parte de mi comentario le ha alegrado un poco.

Luego menciono el por que no había visto tanto a mi hermana -En parte, ella es muy débil de cuerpo, con mucha facilidad caía enferma. Me dolía tener que verla casi diario en cama y rodeada de doctores. Me uní al ejercito y mi tiempo de verla se limito bastante, deje de tener contacto con ella desde el día en que termino con su anterior pareja... un grandísimo infeliz que simplemente jugo con ella- Me deje caer en el respaldo y suspire, desde entonces no la veía ella misma me había dicho que no quería volver a verme nunca en su vida. Aunque yo este aquí buscándola.

-Ahora el intercambio equivalente.- Sonreí un poco sin dejar de mirarla -Yo te he contado algo de mí vida ahora te toca a ti, ¿Por qué dices que tu madre te odia? ¿Ocurrió algo muy grave en el pasado?- La mire esperando paciente su respuesta.

Reí ante el comentario de su hermana y el trauma por el busto, pero lo escuche atentamente contarme su historia. Pobre Alexander debió ser muy duro pasar esos años sin su hermana sobretodo en su estado tan delicado.

Cuando pregunto por mi historia no pude evitar sentir que la melancolia volvia a mi. -pues..-comence mientras intentaba mantener la compostura:- mi madre siempre me ha odiado y nunca comprendi el motivo, criticaba todo lo que hacia nada la dejaba contenta - me miraba las manos mientras jugaba con ellas al quebrarseme un poco la voz - mi hermano era el unico que me defendia ante ella, siempre me cuidaba, era mi mejor amigo.
Mi madre siempre me tenia bien vigilada como si pensara que con solo existir vivia en el pecado y me hacia regresar del instituto en cuanto se terminaba las clases, una tarde de primavera un joven me pidio hablar conmigo y me confeso su amor... era la primera vez que alguien me expresaba algo así por ende el tiempo se me escapo de las manos lo cual enfurecio a mi madre cuando regrese - hice una pausa para tomar aire e intentar no descomponerme, aprete con fuerza mi falda:- discutimos, muy fuerte y ella me dio una bofetada. Enfurecida me fui corriendo de alli y mi hermano fue tras de mi. Yo tenia tan solo 14 años y di a parar fuera de un bar donde habia unos hombres ebrios, uno de ellos se me acerco e intento abusar de mi, pero mi hermano me encontro justo a tiempo... pero ... por por mi culpa- irrumpi en llanto - el borracho le clavo un puñal en el pecho y huyo dejandome sola con el alli, viendo a mi hermano morir en mis brazos... por.. POR MI CULPA- dije acurrucandome mientras posaba mi cabeza en mis rodillas llorando incansablemente a mi hermano.
Como lo extrañaba y extrañaba estar con el.

Escuche atento a cada palabra que Cherice, decía, al aprecer la había pasado mal durante su niñez, al terminar me quede pensando en lo que me había dicho, buscando algo que me diera una forma de consolarla.

-¿No te has puesto a pensar que la culpa es de tus padreS? Si no hubiesen sido tan estrictos contigo, o si no te hubieran privado de tantas cosas, lo más seguro es que tu hermano todavía estaría a tu lado. La culpa es universal, desde comoyo lo veo, lo que hiciste fue aguantar pacientemente las imposiciones de tus padres eres humano, y como todos hubo un momento en el que llegaste a tu límite- Extendí el brazo para acariciar su cabeza en un intento por tranquilizarla -En caso de cuando terminaste frente al bar, la culpa sigue sin ser tuya, ahí limpiamente podemos culpar al tipo que estaba borracho, al creer vagamente que una jovencita tan bella como tú andaría por ahí sola. No te martilices sola por algo en lo que no eres la única culpable, tu hermano hizo lo que cualquier hermano hubiera hecho, proteger a luz de sus ojos.-

La mire por instantes esperando que se tranquilizara aunque fuera un poco, la herida sigue latente lo puedo ver, no creo que mis palabras la hayan calmado del todo, debía dejarla respirar y a similar las cosas. Pues en un estado así debo procurar no meter más el dedo en la yaga, pues podría resultar mucho más doloroso para ella.

La teoria de Alexander era logica pero si yo no hubiese huido o hubiese sido tan distante con mi hermano.. Al extendio su brazo para acariciar mi cabeza pero me sentia tan mal que no pude evitar lanzarme a llorar a sus brazos -e-es.. es que yo... soy una mala niña...a-a-a mi hermano le gustaba como me quedbaa el cabello asi..-dije entre sollozos -p- por eso lo uso de este color...y-yo lo extraño! - quebre simplemente quebre no podia parar de llorar a mi hermano en los brazos de un extraño - mi -mi madre nunca me perdono la muerte de el y no queria verme por eso me envio aqui con mi primo que siempre tuve una excelente relacion ..- dije mientras lloraba aun mas - el.. desde entonces cuida de mi..s-soy debil..SOY UNA TONTA! - dije al fin y me deje llevar por las lagrimas -lo-lo siento- ya que seguro lo estaba incomodando con mi dolor.

Me sorprendió cuando sin mas ni menos se lanzó a llorar a mis brazos... vaya que la hicieron pasarla mal sus padres, seguía acariciando su cabeza en un intento por tranquilizarla, pero supongo no funcionará me quede pensando en que podría hacer para hacer que se tranquilice.

-Dicen que nunca vemos lo que tenemos... hasta que lo perdemos. Algo similar me ocurrió tras la muerte de mis padres, solo que a diferencia tuya yo era mucho más joven, pero igual me culpaba por no haber estado presente para haberlo evitado. Sentía que la culpa era solo mía- Puede que no le ayude mucho, cuando mi hermana solía llorar así, hablaba con ella para que se tranquilizará, para que recordara que no todo era amargura. Que a pesar de todo todavía tiene a alguien que se preocupa por ella.

-Yo no creo que seas alguien débil, eres fuerte a tu forma. Has soportado el amargo e injusto trato de tus padres por años, eso requiere mucha fuerza de voluntad ¿no lo crees?- Con delicadeza alcé su rostro, limpiando con un pañuelo las lágrimas de sus ojos, espero que le sirva de apoyo almenos para volver a sonreír.

Mire los ojos bi color de Alexander mientras el secaba los mios con un pañuelo. Lo que decia tenia sentido, mas sin embargo nunca comprendi el odio de mi madre hacia mi persona -mi.. mi padre siempre fue relativamente amable conmigo, pero nunca se metia para no discutir con mi madre - dije entre sollozos - disculpa, no me concoes y yo trayendote mis problemas, lo siento en verdad.

Me aleje de Alexander dirigendome a la ventana mientras veia como aterdecía desde alli. No sabia que hacer.. el tema de mi hermano siempre me ponia mas sencible de lo normal. Demonios termine mostrando mi mayor debilidad ante un desconocido algo realmente malo.
Suspire al ver a los jovenes que se paseaban por la universidad, preguntandome si la vida de ellos seria tan dura como la mia o la de Alexander o Alexia.. fue entonces cuando senti la prescencia de Alexander muy cerca mio como si dudase en hacer algo ..pero que?

Al menos tenía alguien de su lado, aunque no la haya apoyado bastante, tenía quien la apoyara, no encontraba las palabras indicadas para poder apoyarla, se ve que ella misma se siente algo culpable por haberme contado sus problemas sin conocerme realmente. ¿Qué podría decirle que la ayude a tranquilizarse aunque sea un poco?

Se acercó a la ventana viendo pasar a los demás alumnos que iban camino a sus casas tras haber terminado la jornada del día, me pare detrás de ella sin saber muy bien todavía que podría decir para tranquilizarla. Solo atine a alborotar un poco su cabello sin mirarla -No deberías martirizarte tanto, puedo asegurarte que no usare lo que me has dicho en tu contra. Va contra mis principios- Le bromeo intentando sacarle aunque sea una risilla nasal.

De pronto senti que alguien alborotaba mi cabello como a una niña pequeña y me daba animos. No pude evitar esbozar una sonrisa -ah no? yo ya esperaba el chantaje - le dije a modo de broma para alivianarme.

El sonrio y me miro un segundo con dulzura una mirada que me resulto extrañamente familiar yo sonrei, me recordo a Blake por un instante, sentia que era como tenerlo alli conmigo.

No se que mirada habre puesto pero por un segundo estaba viendo a la persona que mas amaba en este mundo mi hermano.
Sin dudarlo me volvi a tirar sobre sus brazos -gracias.. -susurre en su oido- gracias por ser quien eres- le dije a el quizas no era mi hermano pero la sensacion que me brindo fue la misma.

Volvi una vez mas a mirarlo con dulzura y pude notar que se sonrojo, lo cual me recordaba a mi novio por ende no pude evitar sonreir - quieres tomar algo? yo te invito en agradecimiento - le dije señalando la cafeteria de la universidad.

Sonreía, es mejor de esa forma, mi padre siempre me decía que una mujer se ve mejor cuando sonríe, puede que no muestre muchas emociones pero no quiere decir que no las sienta, antes de darme cuenta volvía a abrazarme, supongo que de alguna forma le he recordado a su hermano, no niego el abrazó, pues el verla mejor me hace sonreír un poco.

Luego sus palabras me recordaron a mi hermana, sonreí mentalmente aunque sentía mis mejillas arder levemente, acepte su oferta -Me encantaría, solo si aceptas pagar entre los dos lo que lleguemos a consumir. No puedo permitirte pagar todo- Abrí la puerta de la sala de música para que pudiera salir y seguido salí yo.