Casualidades del destino [privado]

El clima era demasiado soleado para mi gusto, siempre he odiado tener que sentir el calor del sol sobre mi piel es una sensación que nunca soportare.
Desde que baje del autobús para llegar al centro lo único que he podido sentir es el sofocante calor del sol, suspire pesadamente ya que justo el día que venía para hacer las compras se hallaba atascado de personas.
-Tch... bonito día eligen los humanos para salir-
Eleve la vista al cielo buscando algún indicio de que se nublaría o hasta llovería, nada, saque el celular de mi pantalón para ver la hora tenía algo de tiempo para comprar unos cuantos víveres, quizás hasta me sobraría tiempo para ir a recoger las consolas que mande a reparar.
Comencé a caminar entre las personas que estaban a mi alrededor, me incomodaba en gran forma estar rodeada de tantas personas y sobre todo tener que soportar aquella melosa aura de las parejitas que andaban por ahí. Si esto no cambiaba correría sangre por aquí y no quería volver a pasar por aquello

Haré un resumen sencillo del por qué del humor y el aura negra que me está empezando a invadir en este momento:
1- hay demasiado sol, por ende hace calor...
2- se supone que las compras las haría Yagari y las estoy haciendo yo....
3- hay mucha gente, estoy apretado y veo parejitas con flores a su alrededor, sea cual sea al lugar que voltee y
4- pero no menos importante, Yagari me despertó de MI sueño, MUY temprano, únicamente para venir aquí. Así que, si aun no saque el arma que llevo de "casualidad" dentro de mi preciosa gabardina azul, es porque Buda me esta dando su divina paciencia.
Caminó entre este lago apretando de gente únicamente para entrar al centro comercial. Haré lo que simplemente se me viene a la mente, aprovechar y gastarle algo de dinero a mi sensei en modo de venganza, quizás...no deba comprarle los cigarros y comprarme algo para mi.
Una vez que lo hago, siento el aire acondicionado y respiro profundo y con felicidad.
-Por fin aire fresco-
Susurre con un deje de alivio... comencé a caminar sin fijarme por donde iba, ya que iba algo metido en mis pensamientos.

Seguía dando vueltas por el centro increíblemente en domingo no había ni una sola tienda de mercado abierta, suspire sujetando mi sien al tiempo que me quedaba parada en medio del solitario y fresco pasillo.
Me quede unos momentos en silencio hasta lograr escuchar las ruedas de los carritos del mercado alce la vista para verificar que el mercado del último estaba abierto, iba con calma hacia las escaleras para poder llegar así a mis destino.
Comencé a buscar con calma aquellos alimentos que hacían falta en mi refrigerador solo para notar que había montones de amas de casa haciendo lo mismo que yo planeaba hacer.
-Si algo bueno tiene vivir sola son un gato, es que no debo alimentar muchas bocas-
Lo que había comenzado como algo "relajante" se volvió un posible detonante para que el pulcro suelo de tiñera de carmín.

Una vez que entre comencé a caminar buscando un mercado, para encontrar la "genial" respuesta de que casi todos estaban cerrados, porque ya que cuando estaba a punto de sacar a mi Bloody Rose, nombre de mi arma favorita, escuche que había uno que estaba abierto hasta la hora en que cerraba este lugar.
Suspire con alivio y camine hacia allí y una vez que llegue me quede mirando el panorama:
Montones, y sin exagerar, motones de mujeres, ama de casas supongo, comprando. Creo que soy el único hombre,no dentro de todas de la ley, pero en fin hombre, que esta haciendo esto.
-Ve pidiéndole a Buda un lugar en el cielo Yagari, de este día en la noche no pasas-
Me sobre la sien con molestia y me dispuse a caminar hacia uno de los pasillos a tomar un carrito, pero al parecer estaba muy distraído,ya que de un momento a otro, sentí algo blando chocar contra mi y lo que pareció ser la voz de una chica molesta...

Entre todo el tumulto de mujeres apenas y podía caminar libremente por aquel concurrido pero milagrosamente abierto lugar, quería tomar un carrito para poder llevar los víveres odio cargar cosas lo odio.
Pero antes de siquiera poder tocar uno un chico con la misma intención que yo se puse frente a mí haciendo que chocase con su espalda ¿Es que las personas ya no tienen consideración?.
-Si los ojos no son para ver entonces ¿Para que los tienen?-
Murmure para mí evitando alzar el puño y crear un desastre por aquí, seguía sorprendiéndome la facilidad con la que me tranquilizaba entablando conversaciones con una persona, pero en tumultos soy irreconocible.
Me abrí paso con el chico para poder tomar el carro y salir lo más pronto posible de aquel lugar, no soporto las muchedumbres.

La había escuchando murmurar algo e intente mirarla, pero no llegue a verla, ya que a base de fuerza se abrió pasó, tomo un carrito y se fue.
Yo solo levante una ceja y negué con la cabeza.
-Le hubiera pedido disculpas pero ella no lo quiso así...che, cada persona con su locura-
Con mi ya conocida cara de poker que no siente nada, tome un carro y me abrí paso entre estas mujeres molestas y más molestas. No mal interpreten, no tengo nada en contra de ellas, pero odio hacer este tipo de cosas y más si me levantaron obligadamente, mi humor no es el mejor.
Tranquilo comencé a buscar los cosas que Yagari me dio en su famosa lista de compras y me dispuse a buscarlas por el dichoso e infestado mercado, solo esperaba que estuvieran todas...porque de no ser así, aquí ardería Troya.

Justo cuando logre salir de toda aquella selva femenina comencé a dar un recorrido veloz con la vista para llevar todo lo que pudiese ocupar para cocinar... al menos para hoy, ya regresaría otro día cuando no halla tantas personas.
Me di unas vueltas por la sección de carnes frías hasta encontrar lo que buscaba, así fue lo mimo en todo sitio al que iba todas y cada una de las mujeres tomaban lo que buscaba, mi grano de paciencia estaba por desaparecer y ellas no hacían lo más mínimo por evitarlo.
-Si esto continua...- Susurre alzando la mirada arrebatandole a una mujer la bolsa de arroz que llevaba -No me Hago responsable de la sangre derramada-
Seguí con mi camino tratando de botener los ingredientes necesarios para la comida (algo imposible para este punto). Luego de un rato logre tenerlo para poder ver que la fila de la caja estaba mucho peor que el resto del mercado.

Camine tranquilo por los pasillos, realmente no me interesaba el echo de que casi no hubiera productos, no me iba a hacer problemas, después de todo, el que no comerá sera mi maestro no yo.
Iba tranquilo por cada pasillo que caminaba y algunas mujeres y adolescentes que las acompañaban me miraban como si hubieran visto un alien y si me miraban por otra cosa, pues lo lamento muy mala suerte...no le daría oportunidad alguna a ninguna mujer que se me cruzara por el camino.
Una vez que pude comprar ciertos productos por lo menos para comer hoy yo solo, ya que no iba a cocinar para nadie más, me encamine a tropezones y pedidos de disculpa hacia a mi a la caja registradora, pero al llegar no lo podía creer, estaban todas con filas enormes.
Suspire y me encamine ala que creía que tardaría menos.
-Para cuando termine esto, los dinosaurios surgirán nuevamente en la Tierra y van a extinguir a los humanos-
Dije en voz alta mientras suspiraba con fastidio y ponía un codo para apoyarme en mi carrito, tendría tiempo de sobra para ponerme cómodo.

¡Esto es imposible! Más de dos veces me asomaba a la fila para ver que tal iba el progreso, y no era novedad que avanzara una persona cada diez minutos. Sujete mi sien comenzando a impacientarme, mi corazón iba a mil por hora y la claustrofobia no me ayudaba en nada para esas alturas.
En un nuevo intento de ver el avance pude divisar un espacio enorme en la fila, me fije en las personas detrás de mí para comprobar si alguien me prestaba atención ¡Nadie me atiende genial! Salí de la fila lo más rápido que pude colando en el espacio que vi. Y al escuchar los gritos quejumbrosos de las mujeres me gire a verlas con cara de asesina.
-Es increíble que se quejen por que una si quiere salir de aquí-
Ahora todo se hizo un poco más tranquilo, ya no sentía tan pesada la fila para poder pagar. Vaya que tiene ventajas el vivir solo debo alimentarme a mí.

Suspire pesadamente, la fila no avanzaba y estaba comenzando a aburrirme y eso era malo...muy malo, porque de ser así, solo lograrían que sacara a mi preciosa Bloody y les metiera un tiro en la frente a cada una de estas mujeres que no parecen de violarme con la maldita mirada.
Estaba bien metido en mis pensamientos y planes de muerte contra mi maestro, hasta que escucho un llamado "extraño" por así decirlo.
-Hey, precioso de cabellos plateados...pss...¿quieres venir aquí? te dejamos estar delante de nosotras...-
Mire de donde vino el "llamado" y vi que eran dos chicas que no pasaban de los 20, eran bastante lindas y tenían bien cuerpo, lastima que no me interesara ninguna mujer...pero ellas no sabían eso y por irme de aquí incluso podría hasta besarlas...
Les sonreí coqueto y travieso y luego les guiñe el ojo...
Las cosas que uno tiene que hacer...
Pensé rodando los ojos interiormente, salí de mi fila, en donde creo que muchas mujeres se mataron, ya que quedo un gran espacio libre y me dirigí a la de ella, pero en transcurso me choque con una chica que estaba en una de las filas y la quede mirando unos segundos.
-Lo siento-
Dije sin mirarla y seguí como si nada hasta llegar a la fila donde muchas mujeres protestaron, pero no le di importancia y me puse delante de las chicas que se pusieron a coquetearme como si no tuvieran nada mejor que hacer...pero les seguí la corriente, después de todo...me dejaron estar antes que ella y solo les faltaban tres personas...

Justo cuando podía respirar el aire de la libertad escuche a unas chicas detrás mió susurrarle alguien de la fila, no soy de las personas que se interesen por las conversaciones ajenas pero al parecer a quien habían hablado respondió su plegaria y se ubico detrás mió.
Suspire no iba a molestarme por que yo hice lo mismo, solo espere a que la fila siguiera avanzando para largarme de aquel lugar.
-Serían ciento noventa y cinco cincuenta señorita-
¡¿Ciento noventa y cinco por un poco de carne arroz y complementos para un sencillo curry?! De mala gana pague el dinero viendo de la peor manera al cajero, ya me las cobraría un día viejo loco solo por que ahí mucha gente va a sacarles dinero de más, y protestar no servirá de mucho a no ser que saque mi daga.
Camine hasta la entrada echándome las bolsas al hombro todavía aparentaba ser temprano no más de las doce del día podía ir a dar la vuelta por ahí no tengo prisas por volver... y mi gato dudo que se enoje por que le llegue tarde la comida.
-Debería ir a un arcade... hace tiempo no voy a uno-
Comencé a caminar en busca de uno que estuviese abierto y algo vació para no empezar a estrezarme.

Hable aproximadamente 20 minutos con esas chicas...no son malas eh de admitirlo, creí que eran más descerebradas, como las típicas chicas que quieren a un chico y se comportan de manera estúpida tratando de parecer geniales. Pero me sorprendieron, son dos universitarias en la carrera de Literatura, realmente poseían un gusto exquisito, eran interesantes y sobre todo buenas personas, lastima que ninguna me llamara la atención, pero...bueno no lo negare son hermosas.

Las espere a que terminaran, luego de que pase yo y decidimos ir a comer a un local de comida rápida, yo las iba a invitar, después de todo, ese era el dinero para las cosas de Yagari, así que gustoso lo gastaría todo.

Luego de comer entre charlas y risas, me dijeron que debían irse, me pasaron sus números y quedamos en salir un día al cine....chicas realmente agradables.

Una vez que me quede solo, decidí dar vueltas por el lugar, hace mucho que no venia a un centro comercial... iría a ver que tipo de armas podría ver y conseguir , me quede parado un segundo, como mucho habría casas para ir de cacería y seguro poseían uno que otro accesorio, seria inútil buscar.

Suspire y solo decidí ir a una buena tienda de música, caminaba tranquilo con las bolsas del mercado, pero estaba distraído, últimamente eh estado solo y eso me aburre.

-Que aburrida es mi vida-

Y de la nada choque con alguien, pero esta vez me tomo desprevenido, así que caí al suelo con esa persona encima mío...

Nada, después de recorrer el centro de arriba a abajo cerca de unas quince veces no logre encontrar un solo arcade abierto ¡Argh! Están frustante, en más de una ocasión había podido ver varios chicos con intensión de hablarme.

Había recorrido tanto el lugar que ya me dolían los pies, hubo un momento en el que pude ver a un grupo de chicas saliendo de un restaurante con una sonrisa de extrema felicidad en sus rostros... ¡Ba! Superficiales seguramente. Por el momento debía enfocarme en lograr mi cometido.

Estaba dispuesta salir del lugar para dejar las bolsas en mi casa y regresar a seguir mi búsqueda sin embargo por no fijarme en el camino al retomar la dirección al frente me tope con un chico haciendo que ambos cayéramos. Vaya suerte la mía -si se le puede decir- al reaccionar luego de la caída verifique algo; había caído encima suyo.

-Mi... ah... eso me pasa por no ver al camino- Sacudí un poco mi cabeza tratando de hacerme entrar en razón -Perdona... ¿Estás bien?- Le mire esperando su respuesta.

Ojala no sea de esas personas que con solo respirar cerca de ellos se molesten y actúen de la peor manera existente.