Camino a casa [Priv. Alexia]

Vaya que era vergonzoso encontrarse en esa situación actuaba totalmente indiferente a cualquier cosa que el joven pudiera hacer pero que le iba a hacer no tenía control alguno sobre su estomago, solo le quedaba esperar al chica para buscar una forma de olvidar aquel momento. "¿No deberías aprovechar y vengarte por lo que hizo en el pasado?" Agito la cabeza rápidamente para ignorar el comentario de su doble personalidad, si lo pensaba detenidamente en el momento en el que terminaron fue cuando dejo de tener control sobre Ella, claro eso bien sabía que fue por culpa de sus inútiles celos.

Sujeto el arco de su nariz tratando de olvidar aquello, solo sería echarle leña al fuego para permitirle a Alix tomar control de su ser y hacer cuando le plazca, no hasta que el joven reapareció con un gran plato de ramen adornado con pequeños narutos los cuales formaban una rosa, mostrando un deje de sorpresa en la joven. Quien se giro a verlo sorprendida.

-¿Acaso recordaste mi gusto por el ramen Ranmaru?-

No dijo nada, solo se limito a empezar a comer, acción que imito tenía bastante hambre como para razonar lo que acaba de ocurrir, no engullendo si no disfrutando cada bocado no tiene el habito de engullir por mucha hambre que tenga.

Podría decirse que lo recordé, solo al ver el paquete de Ramen, sin embargo lo mejor será por el momento dejarlo en silencio, en ocasiones suele ser la mejor respuesta. Me limite solo a comer aunque debo admitir que debo hallar la manera de sacar un tema de conversación este es un silencio un tanto incomodo.

Mire los paredes buscando un punto que me diera una idea para hablar, topando con un cartel de un grupo de música que hacía tiempo había visto en concierto -Y bueno dime... ¿Sigues pensando en ser cantante profesional? Por lo poco que recuerdo... querías serlo- Jugué un rato con los palillos en mis manos esperando su respuesta. Espero solamente no haberla incomodado. Suspire tratando de tranquilizarme.

Vaya, vaya, vaya, su memoria regresa al ver cosas que le parecen familiares... esto puede ser interesante, sería una buena forma de vengarme de él. Mire el cartel en efecto había ido a ese concierto y fue por ellos que quería cantar profesionalmente, suspire un momento dando un bocado a mi ramen para pensar un poco mi respuesta.

-Pues sí, todavía quiero ser profesional, aunque también puedo centrarme en el violín-

Eso me recordó a la oferta que me habían hecho recientemente, supongo que tomar cualquier alternativa, de cualquier forma tengo un trabajo ya asegurado... la franquicia de hoteles, tiendas de ropa y jugueterías. Gire los palillos en mis manos recordando cuando empece a tocar la batería uno de mis instrumentos de percusión preferidos.

-En pocas palabras, cantarás y seguirás la franquicia familiar ¿No es mucha presión?- Termine mi caldo solo para mirarla esperando una respuesta por su parte, no tengo idea de lo que pueda pasar pero se que en algún momento se mostrará molesta lo presiento.

Me recargue en el sillón mirando con más detalle el cartel, ese día le habían regalado dos carteles por lo que uno me lo dio a mí y el otro se lo quedo ella, suspire, mis ojos me empezaban a pesar me entra el sueño, que extraño usualmente puedo estar despierto un poco más de tiempo.

Me quede pensando en sus palabras, cantar, tocar, seguir la franquicia de mis padres... realmente el cantar y tocar el violín terminarán siendo hobies, pues el trabajo familiar me consumirá la mayor parte de mi tiempo, deje el vaso en la mesa frente cruzando las piernas.

-Básicamente, pero vamos siendo realistas los hoteles y jugueterías consumirán la mayor parte de mi tiempo-

Mire el techo por unos momentos ¿En que estaba pensando? Si lo que quería era seguir el trabajo de mis padres, debería estar en Rusia en clases de etiqueta y administración... no aquí.

-¿Aún serás actor?-

Gire mis ojos hacia él, notablemente se veía cansado, bastante, como si estuviera apunto de quedarse dormido, me acerque a él para ver si todavía seguía despierto.

Llegó un momento en el que deje de escuchar la voz de Alexia, mi cabeza no estaba al cien en esos momentos, solo quería dormir y recargar un poco mi energía, así que eche mi cabeza hacia atrás relajándome lo más que podía.

Y creo que lo logré pues deje de escuchar cualquier tipo de ruido a mi alrededor, y eso es alarmante por que significa que me quede dormido cuando posiblemente Alexia pudo haberme preguntado algo. Lentamente abrí mis ojos pues tambien caí encuenta de algo, ya no me encontraba en mi sofá.

Cuando logré enforcar bien fue cuando me di cuenta de que, en efecto no me encontraba más en el sofá, todo lo contrario, me hallaba en el suelo con Alexia justo frente a mí, no necesito ser un genio ni mucho menos paradesifrar que aquello creí fue un sueño, no lo fue. Incluyendo el rostro rojo a más no poder de la joven frente a mí a la cual estaba...¡¿Qué?!.

-¡Ah! Esto... ahm... yo... eh...- Apenas razone mis acciones me puse en pie alejándome de ella para terminar del otro lado de la sala, con mi rostro al tono de mi cabello, ¿Qué pudo haber pasado por mi cabeza mientras dormía para haber jalado a Alexia al punto de acorralarla en el suelo mientras la besaba. -Ah...y-yo...p-puedo ex-explicarlo-

Tenía la vista en otro punto, y como no, no deseo realizar contacto visual por el momento.

No importó cuanto le gritará sencillamente no respondía, por un momento decidí marcharme pues si se había quedado dormido sería bastante incomodo quedarme, de mi mochila saqué un papel dejando le una nota, únicamente informando que iba a mi departamento, el cuál estaba quince pisos arriba.

Al volver a acercarme para dejar la nota frente a él, le escuche balbucear algunas cosas, me extrañe pero no le tome importancia, claro hasta que sentí que tomaba mi muñeca y me jalaba hacia dónde se encontraba.

-¡Wa! ¿Pero qué estás...? ¡Ranmaru esp...!-

No había ni siquiera logrado de decir mi queja cuando sorpresivamente y creo yo todavía dormido, se lanzó a besarme, mi mente había quedado en blanco, blanco total, no encontraba alguna lógica en lo que había sucedido.

Quería golpearlo para que se quitará de encima y lo hubiera hecho, de no ser por el simple hecho de que la presión que aplicaba sobre el resto de mi cuerpo era bastante, oh... ¡diablos! Puedo sentir como se me suben los colores. Antes de poder darme cuenta 
el había abierto los ojos igualando mi situación, estaba igual o más rojo que yo. En cuanto se alejo me senté cubriendo mi boca y desviando el rostro, no tenía absolutamente ¡NADA! Que decir al respecto,
estaba bloqueada.

-Ah... yo... ¡Tengo que irme!-

Fue la actitud más cobarde que jamás pude haber tenido, pero no me arrepiento, tome lo más rápido que pude mi mochila y salí a la carrera de su apartamento subiendo como una bala las escaleras hasta el mio.

Al igual que yo ella tampoco deseaba verme, verla en una situación así me hizo odiarme, pues inmediatamente recordé que ya habíamos estado en una situación así mucho antes de que si quiera fuéramos pareja, respire profundo tratando de decir algo, pero ella ya no estaba en la habitación claramente había ido hacia su propio piso.

-¡Diablos!- Me pare comenzando a correr detrás de ella, tomar el ascensor sería inutil con su condición física claramente llegaría antes que yo al
piso veinticinco, trate de alcanzarla por las escaleras teniendo suerte.

-¡A-Alexia es-espera!- Tope con su puerta apenas llegue al piso, genial ya estoy aquí ¿Qué le digo? ¿Perdona por besarte sin tu permiso estaba dormido? ¿No quise tener acorradala en el suelo como si fuese a hacerte algo? Deje caer mi cabeza contra la puerta, dijera lo que dijera no iba a sonar creíble.

-Yo ah... lo lamento, posiblemente no quieras creerme por que... sería la segunda vez que lo hago pero... enserio lo lamento- Me senté recargado de la puerta, vamos tiene que lograr salirte algo más -Sí... si te hice sentir incomoda o molesta... estás en todo tu derecho de golpearme si lo deseas- Se perfectamente que va a doler realmente cuando me pegue, pero supongo eso puede compensarlo.

Apenas llegue a mi piso escuche los pasos de Ranmaru detrás de los míos por lo que apresuré el paso para poder llegar a mi departamento y cerrar la puerta apenas logró llegar. No se ni por que reacciono así, pero por el momento no quiero verlo "¿Acaso no quieres verlo por miedo a volverá quererlo?"

-¿Qué tonterías dices? ¿Por qué debería temerle a algo tan tonto como eso?-

Escuche un golpe secó en la puerta supuse que había tocado pero no volvió a sonar, entonces lo escucha hablando a través de la puerta ciertamente sería la segunda vez que terminamos en una situación similar, solo que la vez anterior no logré alejarme lo suficient
e, suspire ante la tonta idea de abrir la puerta y realmente golpearlo ¿Qué ganaría con eso? Lo hecho, hecho esta.

-Si lo que quieres es que te perdone puedes volver a bajar... no... no estoy enojada contigo-

Si no estoy enojada ¿Por que todavía siento mis mejillas arder? ¿Será que más bien estoy avergonzada y no quiero que me vea? Que patética me veo entonces... actuando como colegiala enamorada.