Fa sol la si. La música es para mi (priv. alexia-Rose

Fui hasta la que, dentro de un año, sería mi universidad. Aun no sabía qué quería hacer con mi vida, ni estudiar en el futuro, ni siquiera sabía que sería de mí mañana pero aqui estoy.
Los pasillos de la universidad estaban desolados, puesto que todos se habían ido a sus casas ya hacía alrededor de una hora.
Los rayos del sol de la tarde penetraban en los vidrios de las aulas, las cuales apreciaba con cada detalle mientras caminaba por ese largo pasillo. Jamás pensé que mi hermano no estuviese para mi graduación o para darme su mano y decirme que todo estaría bien cuando temiese al futuro.
Camine y camine, como sin rumbo, mirando las aulas hasta que una en particular llamó mi atención. Me acerque a ella con cautela y di vuelva el picaporte para comprobar que estaba abierta.
Cuando entre vi algo maravilloso. El rosado de la atardecer y los últimos rayos dorados del sol iluminaban un piano, un viejo y hermoso piano. Me acerque como si una fuerza magnética me atrajese y lo toque como si fuese terciopelo.
Un vago recuerdo de mi niñez vino a mi mente, una vieja melodía, una agradable tarde de domingo. Levante la madera que recubría las teclas, toque un Do sostenido, y sin darme cuenta había empezado a tocar esa vieja, pero dulce melodía. No sabía donde estaba en el presente, ni que sería mi futuro, sólo estaba ahí recreando su prescencia en una bella melodía.

Estaba cansada y de eso no había duda, llevaba bastante tiempo ya corriendo desde la tienda más cercana hasta la universidad nuevamente, no me preocupaba el llegar tarde a mí destino si no que pudieran cerrarlo, aunque soy la única alumna con una copia de la sala de música tenía prisa por llegar, por mi violín estaba ahí que es lo que más me preocupaba.
Me despedía de mis compañeros que iban regreso a sus casas, aun cuando yo también debería regresar tenía que practicar para mi recital que sería dentro de unos días, y ya había faltado a una clase no quiero tener que faltar otra vez.
Atravesé a máxima velocidad el campus chocando con uno que otro alumnos sin embargo todavía manteniendo recta mi dirección, hasta que logre llegar al edificio principal pasando el solitario pasillo subiendo las escaleras al tercer piso dónde se hallaba la sala de música... espera ¿Eso es un piano? Baje la velocidad de mis pasos llegando a la puerta que había agotado casi todas mi energías.
Dando vuelta dulcemente al picaporte pude contemplar lo que había previsto, un estudiante gozando de la pasión que provoca el piano, respire tranquilamente recargándome en el marco de la puerta esperando a que dicha persona diera por concluida su melodía a la que tanto empeño ponía.
-Vaya que fue una hermosa melodía-
Sonreí para mí sin dejar de ver a la joven que gozaba de cada sonido que salía de aquel instrumento.

De pronto el ambiente se tornó con un aroma a flores y un calor tan bello que hacía años que no podía sentir. Sin embargo como un espejo que se rompe de golpe una voz me interrumpió. Toque 10 teclas al mismo tiempo y cerré con temor y cuidado la madera que cubría las teclas mirando hacía donde provenía la voz.
Era una chica con un rostro inexpresivo apoyada sobre el marco de la puerta, tenía unos bellos ojos bi color y un cabello largo y brillante como un diamante. ¿qué haría? si se llegaba a enterar que una alumna de instituto había entrado a la sala de música sin permiso tendría problemas.
-Gracias- dije con indiferencia y me levante- ¿hace cuánto que estás aqui?- pregunté tratando de dominar la conversación y safarme de esa situación lo antes posible, pero no parece una chica que sea fácil de engañar.

Me dio un poco de risa la forma en la que reacciono sobre todo por que cerro la caja del teclado, más dudo haber mostrado alguna expresión pues los nervios de la chica estaban a flor de piel, se bien que soy mayor pero hasta eso no creo verme tan grande como para aparentar alguien que podría hacer daño.
-Lo suficiente como haber escuchado el final-
Deje mi mirada sobre ella, no planeo intimidarla quizás darle un pequeño susto y eso es todo, no es como que fuera a decirle al gordo del director que una alumna de instituto estaba en la universidad, por que me echaría de cabeza yo sola, me he colado bastantes veces en el instituto.
-Veo que te gusta el piano-

La joven sin mutarse fue astuta en su respuesta al decirme que estuvo el suficiente tiempo ahí para escuchar el final. Debía safarme de esa situación como sea, pero de pronto ella hizo notar mi gusto por el piano.
Lo miré con meláncolía y volví a tocarlo como si fuese de terciopelo.
-Algo..- dije en voz baja, un nudo se formó en mi garganta y mis ojos se pusieron vidriosos pero no iba a llorar delante de ella.- y tú? que haces aqui? tocas algún instrumento?- pregunte mientras caminaba alrededor de la sala admirando los objetos que había allí.
Me detuve al ver un hermoso violín que llamó mi atención, acaso era... un stradivarius? Me puse en cuclillas a la altura del instrumento para admirarlo con más detalle, era obvio que le pertenecía a alguien por lo bien cuidado que estaba, pero.. a quien?

Nuevamente hice un gran esfuerzo por reprimir las ganas de reír que me invadían, al momento en que se puso en pie recorriendo la sala de arriba a abajo con la mirada hasta que se detuvo en mi violín, milagrosamente seguía dónde lo había dejado.
-Tengo que practicar, debo dar un recital pronto y necesito ensayar la melodía-
Avance unos cuantos pasos sentándome en la silla al lado de dónde había dejado mi violín, estirando una mano para tomar el mástil y alzarlo de tal forma que podía mostrárselo sin ocultar ningún detalle.
-Soy violinista, mi nombre es Alexia, Alexia Kanda-
Realiza una leve reverencia con mi cabeza esbozando una sonrisa de medio labio.

Mientras admiraba el violín, la chica se acercó a mi y se sentó en un taburete a mi lado, me contó que tendría pronto un recital y debía practicar la melodía.
Luego con una breve reverencia con su cabeza y un gesto agradable se presentó y me comentó que era violinista.
-Soy Cherice Zolezzi - dije de forma agradable extendiendo mi mano a modo de presentación -si no te molesta, me gustaría escuchar tu melodía, nunca conocí a una violinista, y si tienes una presentación que dar, debes ser muy buena!-
La mire con cierta admiración, yo sólo sabía tocar el bajo, y la melodía en aquel piano. La música clásica no era lo mio, sin embargo escucharla, me era muy agradable.
Por fin había algo en todo este lugar que me brindaba comodidad. Me levanté perezosamente de mi pose en cuclillas y me senté en una silla vacía esperando que Alexia me dejase escuchar su melodía.

Cherice, vaya que es un bonito nombre, debo admitir que no estoy muy acostumbrada a que las personas me piden toque para ellas, usualmente no toco para nadie en especifico y limito a practicar en el salón dónde solo estoy yo o en casa donde Alex suele estar.
Sonreí débilmente poniéndome en pie preparándome para tocar inclusive ella se había acomodado como si fuera mi audiencia dándome el espacio requerido para poder tocar; respire cerrando mis ojos, debía concentrarme esto puede decirse es mi primer presentación privada, en un futuro daría más, cuando terminara la universidad.

Spoiler:

Di un paso al frente seguido de una reverencia que a continuación dio inca pie para el inicio de mi canción, las notas empezaron suaves siguiendo un tanto graves y continuando con su melodía, de un momento a otro había dejado de sentir que me hallaba tocando para un completo extraño, solo me encontraba yo y mi stradivarus, moviéndome al compás del ritmo para poder dar más efecto a la canción que pretendo dar a conocer en el recital.
Al terminar baje el violín de mi hombro llevando el arco a mi hombro izquierdo realizando una reverencia de agradecimiento, puede que sea la primera vez que hago esto... y se sintió tan grato hacerlo.

Alexia tomó su violín y comenzó a tocarlo.
Desde la primer nota sentí que algo se metió dentro mio; otra vez, como con el piano, el clima se torno cálido. Las notas sonaban con tanta delicadeza y tanta pasión que de pronto algó en mí ocurrio. Sentí que ya conocía esa melodía, esa chica tocándola, la situación. Lo que sea que halla sentido se perdió en las notas y sin darme cuenta miraba con total admiración a alexia tocar.
Cuando cesó, como toda profesional, me hizo una reverencia la cual respondí con un aplauso.
"La música es algo sentimental, no técnicoo puedes ser una gran especialista y dominar las tecnicas de cualquier instrumento, pero si no lo interpretas con pasión, eso se pierde" fue como si, por un segundo, mi hermano estuviese alí recordándome eso. Miré a alexia y no pude evitar ponerme a llorar
-tienes...un talento incríble- le dije con una sonrisa entre lágrimas. Ella sola lo inspiraba todo aquello que mi hermano me había dicho cuando tenía tan solo 5 años.

Un suave rubor invadió mis mejillas nunca nadie me había dicho eso ni siquiera mis padres...claro si alguna vez me hubieran escuchado tocar, vi unas lágrimas caer por su rostro seguro le entro algún sentimiento de melancolía me senté nuevamente dejando el violín en su estuche.
-Pues gracias, eres la primer persona que me dice algo así. Aunque todavía me falta por aprender, pero gracias Cherice-
Pase detrás de mi oreja un mechón de cabello rebelde que apocaba mi vista, ¿Realmente tocaba tan bien? Na, apenas puedo dominar lo básico no creo ser tan buena, una suave risa se mostró en mi rostro ante mi propia negatividad
-Tu tampoco tocas nada mal el piano ¿Sabes?-

Sece mis lágrimas con mi manga cuando la escuché decirle que tocaba bien el piano. Me sonrojé
-Gracias pero, en realidad no sé tocarlo, sólo se tocar esa melodía de memoria- de tanto ver a mi hermano tocarla, la memoricé- tengo facilidad para copiar, de hecho podría interpretar la melodía que has tocado en tu violín aunque no tendría el mismo efecto, sería una copia mediocre. En fin el instrumento que en verdad domino es el bajo, también soy cantante- aunque no una muy buena.
-Dime, es normal que no halla nadie más que tu en esta sala?- me llamó la atención la falta de interés que tenía la sala, estaba un poco descuidada y varios instrumentos tenían polvo, me parecía una lástima verlos en ese estado.
Mire un segundo a Alexia, me parecía que, si el salón de música no tenía la atención suficiente Alexia era una piedra sin pulir en un estante sin cuidar.
Recordé que mi hermano tenía un gran talento para el piano, pero ¿de qué sirve el talento si no era reconocido?.

Ciertamente el copiar no podía resultar algo bueno, aunque en base a ello podría crear ella su propio estilo inclusive aprender a tocar el instrumento, aunque debo admitir que es impresionante que toque el bajo y cante.
-De ser posible, me encantaría escucharte tocar y cantar cuando tu quieras-
Me puse en puse en pie dando un vistazo rápido a la sala, suspirando pesadamente, me acerque a un estante en el cuál había varios instrumentos acústicos sacando del mismo un diapasón para poder afinar mi violín.
-Pues sí, soy la única alumna que tiene copia de la llave, aunque en la semana no pude venir, usualmente doy mantenimiento a los instrumentos de la sala-
Me senté junto a ella con mejor comodidad para empezar a afinar mi preciado instrumento.

Ella quería verme tocar, el sólo pensarlo me daba pánico escenico.
Me confesó ser la única que tenia una copia de la llave de música y daba mantenimiento a los instrumentos de la sala. O al menos eso me dijo mientras afinaba su violín.
Dude un segundo si hablar con ella de mi situación o no, mientras la veía afinar su violín lo meditaba pero, no parecía una mala persona, ademas, sería agradable tener alguien conocido en la universidad.
-Seguro ya te has dado cuenta pero..yo no soy de aqui- pensaba mis palabras antes de decirlas - por eso no conosco mucho cómo son las universidades pero.. no crees que tu talento aqui se está desperdiciando?, digo, si eres la única que le presta atención a la sala...- espero no haberla ofendido con lo que dije, pero ciertamente era lo que pensaba.
Luego de haberlo dicho noté que cada vez se veía menos así que decidí prender las luces de la sala. Fue cuando lo vi escondido detrás de una batería, un bajo. Parecía descuidado. Me acerqué a él examinándolo, quien sea que lo hubiese tocado antes no lo supo cuidar, las cuerdas también estaban desgastadas y una seguro se rompería.
Quería repararlo era tan bonito que me parecía una lástima que se desperdiciara.

Ciertamente había dado en el clavo, había notado perfectamente que no era de aquí pero fácil podía fingirlo no se veía tan pequeña comparada conmigo, posiblemente un año menor a mí, así como también había acertado en lo del talento.
- Realmente puede que ese esa el caso, sin embargo no ahí nada que yo pueda hacer, hasta el momento tocar el violín es una pasión que mi madre me transmitió... hasta la fecha dudo poder igualarla-
La vi prender la luz y acercarse a la batería que semanas atrás había reparado sacando de su soporte el bajo que había dejado detrás, sonreí de medio lado al ver su expresión por verlo en tan mal estado, fue entonces cuando recordé que justamente había ido por lo necesario para repararlo. Fui a mi maleta sacando lo necesario y dejándolo cerca de ella.
-Tenía planeado repararlo ¿Me echas una mano Cherice?-

Alexia me recordaba a una persona, mi hermano. El también tocaba el piano para igualar a nuestro padre, sostuve el bajo en mis manos cuando ella vino con lo necesario para reparalro. De pronto lo entendí ella sola debía cuidar esa sala, ella cuidaba de los instrumentos, practicaba y daba conciertos. La miré con una gran admiración.
-Claro- dije sonriendo, tomando un viejo trapo y quitándole el polvo al bajo antes de que Alexia le cambiase sus cuerdas
- tu sola mantienes este lugar? eso explica por qué algunos instrumentos estan bien mantenidos y otros no, sabes? si necesitas ayuda ... yo podría dártela de vez en cuando-
Sin duda quería pasar más tiempo allí con Alexia, su companía era muy agradable.
-no te puedo prometer nada, puesto que no se cuándo volveré a Italia, pero... mi padre fue un gran concertista de piano por muchos años, quizás si te interesa, puedo conseguirte una audición- No se por qué se lo ofrecí, simplemente sentí que estaba destinada a hacerlo

Sabía que en algún momento haría esa pregunta por lo que no me incomodo en lo más mínimo responderle.

-Así es, yo sola doy mantenimiento a los instrumentos de aquí; es muy gentil de tu parte, cuando ocupe una mano extra no dudare en avisarte-

Guarde mi violín al terminar de afinarlo y camine a la batería en la que anteriormente cubría el bajo comenzando a darle mantenimiento a la misma de igual manera, puede que casi nadie la use sin embargo no me agrada ver algún instrumento en malas condiciones, aunque no se use quiero verlo en buen estado.

-pues cuando quieras te ayudo, si quieres puedo venir después de clases- dije sonriente mientras temrinaba de arreglar el bajo y observaba el mantenimiento de la batería.
La observe en silencio unos instantes, no sabía si habia ignorado mi propuesta apropósito o no asi que decidí insistir un poco más.
-Aun así, no has dicho nada sobre mi propuesta- Verla a la Alexia me hacía sentir tan en paz y feliz. Me agradaba su companía, sentía que quería ayudarla, verla triunfar, que fuese.. que fuese mi amiga.

-Te lo agradecería bastante-

Seguí cambiando los aros de la batería hasta que Cherice me recordó lo se su oferta, diablos no quiero parecer grosera ni nada por el estilo sin embargo no quiero causarle algún inconveniente pidiéndole algo así por el momento me siento tranquila con solo saber que podrá echarme la mano cuando pueda.

-E-eres muy gentil pero... n-no quisiera incomodarte pidiéndote algo así, enserio-

La vi dudosa pero un tinte de emoción invadía su rostro, nos miramos un instante y sonreí.
-Bien, este es el trato, tu me dejas venir todas las tardes para que te ayude con el mantenimiento de los instrumentos, y yo trataré de hablar con mi cerrado padre para ver si consigo una entrevista para una audición en alguna orquesta italiana, ¿qué dices?- me fui acercando a ella mientras le hablaba y levante mi mano, seguro que si lograba que mi padre viese que tiene talento la ayudaría.
Ver ese cuarto lleno de instrumentos me hizo notar que, entre ellos, había un diamante en bruto.
A mi lado, pude notar que había la partitura de una canción quise ver cuál, pero aún esperaba la respuesta de Alexia

Vaya que es una buena negociadora debo admitirlo muy buena negociadora no voy a negarlo una muy buena, suspire tratando de contener la risa que para esos momentos había comenzado a nacer en mí.

-Ven cuando quieras por mí no ahí problema, solo avísame para abrirte el salón antes-

Me relajo baste el saber que tendría algo de compañía mientras estaba con los instrumentos, sin embargo de nuevo saco el tema de la audición... un nudo se formo en mi garganta, ya había hecho audiciones en ocasiones anteriores y todas terminaban de la misma forma... un baño de sangre, por una u otra razón pasa siempre lo mismo, dicen que tengo talento pero que ahí personas mejores, mi alter ego se molesta y comienza una masacre. Desvíe el rostro tratando de evadir ese comentario aunque es imposible que logre hacerlo.

-Gracias por... por los esfuerzos Cherice-

Fue entonces cuando la vi atenta a la partitura a su lado, la misma que hacía tiempo había comenzado y sigo sin animarme a terminar, por miedo a que Ella despierte.

Aparte mi vista un segundo de la partitura y mire a Alexia había algo sospechoso, como si algo la incomodase.
-No son esfuerzos, es algo que creo que te mereces- le dije mientras pensaba en si mi padre estaría dispuesto siquiera a escucharme. De todas formas no me rendiría Alexia iría a esa audición.
Redirigí mi mirada a la partitura y sentí tensión en el ambiente
-¿ocurre algo? - pegunté como si estuvieses hablando del clima.
Tome la partitura, tenía lo que al parecer, sería una gran melodía. Algunas frases se expresaban en ellas como si fuese una canción incompleta.
Cerre mis ojos un segundo y me concentre en las notas de la melodía como si pudiese escucharla en algún instrumento, las notas sonaban cada vez más y más fuertes fue entonces cuando abrí los ojos y siguiendo las frases comence a armar una canción.

Y seguía insistiendo con lo mismo, de una u otra forma me di cuenta que de nada serviría insistirle en que pare, pues se veía que no tenía intenciones de detenerse, menciono que era algo que yo me merecía sin embargo no me siento de esa forma, en lo absoluto. Siento más bien como un regalo que no merezco.

Pero ahora lo que me dejaba un poco más inquieta es aquella partitura que Cherice miraba como si fuera algo hermoso, al tomarla en sus manos algo heló mi cuerpo la miraba tan detenidamente  que me sentía extraña, esa es la primer canción que componía y ni siquiera estaba terminada... pues yo no la había empezado.

-V-veo que te llamo la atención la partitura C-Cherice-

No planeo ser grosera ni asemejado, pero se que si esa canción suena Ella despertara y no será nada grato tener su presencia aquí y ahora.

Escuche a Alexia balbucear sobre la partitura pero yo ya no estaba allí. Miré una y otra vez las notas reflejarse y con mi garganta intentaba encontrar el tono correcto pero..UN MOMENTO
-SI!- mire con interés a Alexia- si! estoy interesada, podrías tocarla para mi?!!- 
De pronto noté que Alexia estaba pálida
-ehm... estas bien? te ves pálida, no quieres mejor comer algo?- le acerque un poco un banco mientras buscaba en mi mochila algo dulce para que Alexia pudiese comer.
Creo...no, acaso sería por la partitura? tendría pánico? miedo?. 
La miré de reojo una vez mas, algo en toda esta historia definitivamente me sabía mal.

Oh diablos si era la partitura lo que le llamaba la atención... de ser ese el caso lo mejor que podía hacer eso pasa cuando alguien interesado en la música descubre una partitura con unas notas un tanto extrañas, me puse nerviosa y eso es un hecho pues sentía las frías gotas de sudor bajar por mi rostro.

Cambie mi vista de dirección varias veces más creo que eso solo preocupo más a Cherice, a pesar de que momentos atrás se mostró tan emocionada por que le mostrará como iba el tono de la canción, respire en un intento de tranquilizarme nada bueno saldría de ponerme nerviosa ahora.

-C-claro, c-con gusto de la muestro-

Momento decisivo Alexia... si ella despierta o no deberás impedir que haga daño pase lo que pase

wolf:

Al terminar de cantar sentí una horrible sensación de inseguridad sobre mí.

Cuando Alexia comenzó con la canción no pude evitar tomar una guitarra electrica que tenía a la mano y hacer el acompañamiento. Era un tema que sin duda me encantaba, al finalizar, mire con complicidad a Alexia pero ella estaba extraña....
De pronto no parecía estar alli.
-A...alexia?- dije intentanto encontrar su mirada pero no creo que halla sido buena.
Me devolvió una mirada fría que me trajo un escalofrío esos recuerdos...
Nuestras miradas continuaron en alsa, la mia temerosa, la de ella algo tetrica a mi parecer...