Dulces memorias [Libre]

Había estado recorriendo los alrededores de la universidad bastante tiempo, mis clases habían terminado y no tenía ánimos de volver a casa todavía, por un momento surco mi mente la idea de ir a la sala de música y despejarme un poco por alguna extraña razón no me dieron ánimos de ir, así que seguí caminando hasta que tope con las canchas traseras seguí caminando y de alguna forma llegue al gimnasio, amplio, bastante, bastante amplio mire frente a mí y vi lo que podría ser un escenario me extraño ver algo así aquí. Por lo que me acerque para ver mejor de que se trataba habiendo subido al mismo mire hacia el frente me traía recuerdos estar en un lugar así, entre ellos la primera vez que cante ante un público que mantenía sus ojos fijos a cualquier error que pudiera cometer. Suspire ante aquellos recuerdos cerrando los ojos mientras tomaba un poco más de aire.



Mantuve mis ojos ojos cerrados sin dejar de respirar, una débil sonrisa se apodero de mí rostro, me gire sobre mis talones dispuesta a bajar del lugar pero algo me lo impidió, me quede ahí parada dónde estaba y únicamente pude quedarme sentada viendo le techo sin pronunciar ninguna otra palabra de un momento a otro me recosté en el suelo todavía con esa débil sonrisa en mi rostro"¿Qué es lo que te tiene tan tranquila?" La calma que me ha estado rodeando, eso es lo que me tiene en tranquila. Abrí mis ojos recibiendo directamente la luz del sol que se filtraba por los ventanales del techo.

Era un día soleado, ideal, tenía un tiempo libre y creo que era hora de ensayar. Desde que llegué aquí lo había descuidado, mi cuerpo incluso me lo pedía. Sólo debía encontrar el lugar adecuado.
Recorrí todo el instituto en busca de una sala espaciosa y vacía, pero no la encontré. Continué recorriendo ¡el gimnasio! Claro, fui corriendo al gimnasio del instituto pero pronto habría un torneo regional de Basket y los chicos estaban entrenando para el mismo. Miré a mi alrededor cuando vi a lejos la universidad ¿por qué no? Me he colado en ella tnatas veces, quizás tenía algo de suerte.
Entré en el campus, me sentía tan liviana, claramente todos estaban en clase porque el campus estaba semi vacío. Continué caminando, pasé las canchas de tenis y encontré el gimnasio.
Me acerqué cautelosamente y posé mi oreja en la puerta. No escuchaba sonido alguno. Abrí tímidamente la puerta, el lugar parecía completamente vacío. La luz del sol filtraba por las ventanas y el eco del sonido que hacía retumbaba. Claramente era un lugar perfecto.
Fui al centro del gimnasio y dejé mi bolso a un costado mientras me preparaba. Me puse unas polainas por sobre mis zapatillas para cuidar mis pantorrillas del frío. Acomodé la remera de hombro caído que tenía por encima de mi musculosa y até mi largo cabello en un rodete. Luego quité de mi bolso un pequeño parlante móvil y lo conecte a mi Ipop.
Mi concentración comenzó cuando estiraba cada músculo de mi cuerpo, desde la planta del pie al cuello. Escogí el tema y puse Play, poniéndome rápidamente en la posición. Mi cuerpo comenzó a volar, era como si no fuese mi mente la que lo controlase, sino que tenía vida propia, cada músculo moviéndose al sonido de cada nota musical, los dolores desaparecían, un cisne despertaba en mí, mi voz lentamente comenzaba a salir acompañando la música y el movimiento corporal. Estaba poseída, sentía que no era yo. Giros que no sabía si eran perfectos pero brotaban de mi. A medida que la canción se desvanecía mis cuerpo se centraba en la realidad.
Al terminar sentí que todo valía la pena, que los reproches de mi madre se desvanecían, mis pies con las marcas de las heridas por ensayar la perfección no importaban sólo eramos la música y yo.
Me tranquilizaba estar sola, me hubiese dado algo de vergüenza que alguien me hubiese visto, pero un sonido me asustó y llamó mi atención, creo que no esaba sola y sí, me habían visto.

ROL OFF: EL BAILE SERÍA MAS O MENOS ASÍ Y CON ESTE TEMA :

Paso el tiempo desde que había llegado al gimansio y me había recostado en el escenario, de un momento a otro me había quedado dormida, debieron pasar al menos unos pocos minutos en lo que dormía y sin embargo no cambio nada que hubiera cantado un poco, pues tuve el mismo sueño de siempre, no importa cuanto quisiera evitarlo no podía. Sentí que mi cabeza daba vueltas me dolía, me dolía bastante mi cabeza.

-¡Mat'!-

Me senté de golpe ocasionando que perdiera el equilibrio y cayera del escenario golpeando mi nuca al hacer impacto, no me moví de lugar quería quedarme ahí por un momento si de alguna forma afectaba mi subconsciente para evitar que sueñe diario ese día no quiero moverme aunque me dolía la cabeza, todo lo sentía frío y se empezaba a volver obscuro... ah genial mi cabeza comenzó a sangrar, pase mi mano por mi cabello confirmando lo dicho, el impacto me hizo sangrar un poco.

Abrí los ojos mirando los ventanales por los cuales se filtraba la luz, reí levemente pues me parecía un poco irónico el hecho de que por una pequeña caída mi cabeza haya empezado a sangrar. Me di cuenta y el sangrado se detuvo solo, esa fue la señal que ocupe para sentarme y dejar que mi cabello cubriera mi rostro, no quiero seguir teniendo estas sensaciones, sentirme todo el tiempo con las manos llenas de 
sangre.

Volví a estirar los músculos de mi cuerpo a modo de elongación cuando escuche un golpe seco detrás de mi, cerca del escenario, cuando voltee para ver vi a alguien en el suelo, una chica.

Inmediatamente me acerqué a ver si se encontraba bien pero ella se puso de pie. Tenía el cabello largo y brillante.
-d-disculpa ¿estás bien? - le dije a su espalda.
Al voltear vi a Alexia que aún sostenía su cabeza f]]-oh alex! estás bien?-[/b] acercándome a ella -pareció una fea caída - la observé para comprobar si tenía alguna herida pero al parecer no la tenía.
-¿qué estabas haciendo? - pregunté sorprendida, luego vi el escenario y me pregunté hacía cuánto estaba ella allí.

Continué examinandola para ver si se encontraba bien, estaba empezando a adoptar las manías protectoras de Ranmaru, pero ella era mi amiga y me importaba su estado.

Me gire para poder ver a Cherice, sonreí de medio lado a pesar de tener bajas las energías pude sonreírle para que de alguna forma viera que me encuentro bien, y que no tengo nada malo.

-No te preocupes por mí...con el paso de los años he desarrollado una resistencia a los golpes envidiable-

Sobe por unos breves momento mi nuca, debía aplicar un suave masaje para que en un futuro cercano no tenga un dolor que afecta gravemente a mis actividades del día a día.

-Pues... cantaba... mis profesores solían decirme que es bueno cantar para que los pesares se vayan...aunque no me ha funcionado nunca, todavía sueño lo mismo-

El escucharla preguntar constantemente si me encontaba bien de alguna forma me hizo sentir tranquila, pues era la primera vez que una persona se preocupaba por mí, 
esa simple acción me hizo sonreír tontamente, feliz, pero tontamente.

Suspiré ante la constante actitud de Alexia de hacerme saber si se encontraba bien, la dejé en paz pero aún así estaría atenta por si debía llevarla a algún hospital.
-pues, cantar no borra las penas, pero si las aliviana- dije sentándome en el escenario del que acaba de caer -los problemas no se resuelven por sí solos con la música, lo se por experiencia- me entristecí por un segundo al pensar en mis palabras.

Alexia se sentó a mi lado y la observé - es por la pesadilla que tuviste el día que dormimos en tu casa? - pregunté con curiosidad, nunca me habló de ello y quería que sintiera mi contención.
-yo tengo el mismo sueño desde hace 4 años, no puedo dormir más de 3hs al día, si tengo suerte duermo 4, es como una película que mi inconciente repite cada noche en 1 función y cuando termina me despierta- así veía yo mis sueños.
Tomé la mano de mi amiga a modo de contención mientras escuchaba atenta su relato.

Luego sentí un escalofrío, no sólo por lo que mi amiga me había contado sino porque aún llevaba mi vestimenta de baile, y mi cuerpo estaba en frío. Noté que Alex observó mi ropa, algo que hizo que me sonrojara ciertamente, si preguntaba sobre ellos no sabría que decirle

La escuche mencionar que mi método no funcionaría, realmente tenía ganas de decirle que si Alix dormía esas pesadillas se marcharían... pero por algún motivo no lo pude hacer. Cuando pregunto si se trataba de la pesadilla que tuve la noche que se quedaron en mi casa asentí levemente, menciono que ella sufría lo mismo.

-Vaya que siento envidia... hace tan solo cuatro años... debe ser reconfortante, digo... yo llevo dieciséis años soñando lo mismo aprendí a tomar ligeras siestas para compensar las horas de sueño faltantes... pues solo duermo a lo mucho una hora... podría dormir más pero si lo hago volvería a soñar-

Sentí la mirada de Cherice sobre mí, como si estuviera pidiéndome que le contase lo que aquel día ocurrió.

-Bueno verás, ese día venía regresando de una obra teatral con mis padres, era pasada la media noche, lo más seguro como las dos de la madrugada, no recuerdo muy bien por que pero... empecé a discutir con mi papá, era muy raro que yo discutiera con cualquiera de los dos pero lo hice, estaba muy molesta, casi se podría decir que enojada... mamá trató por todos los medios de hacer que me callará pues papá no se podía concentrar en el camino si discutía conmigo... no le hice caso y... él se giro para verme enojado y me exigió guardar silencio, me dio tanto miedo el ver esa expresión que solo les grite que los odiaba, luego de eso... ahm... por causa de que papá no iba viendo chocamos con unos tipos que iban huyendo de la policía, todo paso tan rápido en ese momento que lo único que recuerdo fue ver a mi mamá frente a mí al momento en el que yo salía por la ventana trasera... luego todo se volvió carmín, mi cuerpo sangraba, el auto y todo el alrededor estaba en llamas, solo escuchaba sirenas dirigiéndose a dónde estaban mis padres, yo lo único que pude hacer fue correr al auto y tratar de sacarlos de ahí... corte mis dedos tan profundo que casi los perdía, solo quería sacarlos de ahí, y pedirles perdón por no haberles hecho caso... no sirvió de mucho pues ellos aun cuando la mitad del techó les había atravesado me miraron sonrientes y me pidieron vivir y seguir adelante... los bomberos me sacaron de ahí llevándome a la ambulancia para tratar mis heridas... mientras yo solo veía a mis padres morir desangrados en medio del fuego... entonces yo solo tenía dos años, sin embargo... nanoni...-

Sentía mi garganta quebrarse y a pesar de estar sentada junto a Cherice no pude evitar recoger mis rodillas y comenzar a llorar mientras escondía mi rostro en las mismas, todo mi cuerpo temblaba, solo podía llorar.

Abracé a Alexia con fuerza cuando terminó su anécdota sólo pude sentir que lloraba, lloraba como una niña desesperada y yo sólo podía abrazarla fuertemente para que sintiese mi contención -llora Alex, llora todo lo que necesites, tienes que quitarlo de allí dentro- posé su cabeza en mi pecho mientras ella lloraba y se desahogaba.

Acaricié su cabello a medida que sus lágrimas caían y una melodía, vino a mi mente, no sabía por qué pero a medida que acariciaba su cabello comencé a cantársela.


Poco a poco sentí que se iba calmando y su llanto iba cesando, cesé la fuerza de mi abrazo para que pudiese tener algo de espacio.
Luego de que frotase sus ojos con su mano le extendí un pañuelo -te sientes un poco mejor?- le pregunté mientras la veía secarse las lágrimas -yo no creo que ellos muriesen pensando que tu los odiabas, por el contrario, creo que ellos notaron que querías salvarlos y deben estar muy tristes donde quieran que estén por como estas llevando esto, creo que ellos hubiesen querido que tu fueses feliz Alex. Comprendo tu dolor, paso por lo mismo, pero tu estás viva y debes continuar, si sigues culpándote nunca los harás feliz ni tu tampoco lo serás - la miré fijamente y luego le sonreí para que no se sintiese más sola.

Sentí los brazos de Cherice rodearme, aquel gesto me hizo sentir aun más nostálgica por lo que mis lágrimas salían con mucha mayor fuerza, me decía que debía llorar 
para dejar salir lo que me frustraba... ¿Cuánta frustración puedo tener para llorar cada noche al soñar lo mismo?

La escuche empezar a cantar me sentí tranquila, relajada, de alguna forma me recordó a mi madre cuando me arropaba en las noches me aferre a ella con forme seguía cantando mi llanto se hacía más fuerte pues me dolía, me dolía recordar ese día. Aunque me dijera que debo continuar y no culparme es algo que me es imposible.

-A...aunque d-digas eso... no puedo...- Mi voz se quebraba a cada palabra -Si yo no hubiese comenzado a discutir...-

Ahí venían nuevamente las lágrimas, quise aferrarme al abrazo de Cherice aún más, me sentía segura en ese abrazo y no quiero volver a sentirme desprotegida... durante mucho tiempo me dijeron que tenía que madurar y crecer para ser la cabeza de la familia... por lo que este tipo de sensaciones son nuevas para mí.

-Gracias... por estar aquí-

Abracé a mi amiga nuevamente cuando la invadió el llanto, volví a acariciar su cabeza y tocar su cabello - calma, siempre que me necesites estaré aqui- dije.

De pronto sentí que los roles se habían invertido. Recorde un momento cuando tenía 12 años la que lloraba sin consuelo era yo, en brazos de mi hermano, él me cantaba y me decía que siempre estaría allí. ¿En qué momento dejé de ser la niña? era yo quien consolaba a la niña, supongo que eso era parte de crecer. Por un momento sentí que realmente hacía algo por alguien que quería algo que pudiese ayudarla de verdad.

Continué consolándola y cantándole la canción para que se calmase -¿sabes? cuando mi hermano murió, un policía me dijo que no iba a volver, y no podía cambiar nada, que si era mi culpa, no, pero si sentía que lo era, entonces lo era. No podía traerlo de nuevo a la vida pero sí podía, un día, salvarle la vida a alguien que realmente estuviese en peligro de muerte para compensar la vida que se fue y así, darle otra oportunidad- no comprendo del todo esas palabras, quizás ahora lo haga un poco más. Tampoco sé si son de gran consuelo, pero quizás algún día le sirvan a Alexia como todavía yo espero el momento en el que me sirvan a mi.

Mis pies, aun descalzos, estaban fríos pero no me importaba porque el calor de mi amiga y su estado eran para mi lo más importante en ese momento. Dudé por un segundo mostrarle aquello... pero no creía que le hiciese bien, no como me lo hace a mí.

Me sentí tranquila al escuchar las palabras de Cherice, era como si aunque fuera por solo un instante me convirtiera en una niña, una niña a la que se puede proteger de los demonios a lo que teme por las noches.

-Gracias... me tranquiliza mucho el saber que estás aquí-

Me separe unos momento de ella limpiando las lágrimas que seguían cayendo de mi rostro, le sonríe muy suavemente pues no tenía la fuerza suficiente para mostrar una sonrisa falsa, y no pienso hacerlo frente a Cherice.

Quizas no sea capaz de dejar de creer que fue mi culpa la muerte de mis padres, pero al menos ahora se que ahi personas a las que realmente les importo y que van a estar para mí cuando las necesite.

Alexia se desprendió de mi ya un poco más calmada, -para eso estamos las amigas- le dije sonriente mientras le señalaba la margarita que tenía en la muñeca, la que le dí cuando la conocí.
-ahora que te sientes mejor.. ¿puedo preguntarte algo? te he estado buscando estos días pero me da algo de verguenza- comencé a juguetear con mis dedos, buscando las palabras para preguntárselo.

Incluso ella aún no se había percatado del por qué yo me encontraba allí, pero me daba verguenza decírselo tambien. El silencio invadió el ambiente por un momento, mientras yo aún encontraba las palabras correctas para preguntárselo.

Menciono que me había estado buscando desde hacía unos días... ¿Qué era lo que pudiera darle vergüenza preguntar?

-Prometo no escapar, así que... ¿Qué querías preguntar?-

La mire fijamente esperando a que respondiera se podía escuchar a los alumnos pasar por frente al gimnasio por el momento nadie lo usaría así que no me preocupo por que pueda llegar alguien a interrumpirnos.

Lo que sí es simplemente que no me gustaría que sea un maestro el que llegué a interrumpir

Juguetee un poco con mi cabello -por que no quieres hacer conmigo esa muestra a final de año? - la mire fijamente - tienes miedo de pasar verguenza conmigo? - no queria decepcionar a mi amiga, ella era muy talentosa y yo sentia que aun tenia mucho que aprender a pesar de lo que todos decian de mi.

Dude por un segundo si contarle que bailo, es mi gran secreto, mi madre me lo critico por años, no sabria como decirselo, temia que ella tambien se riera de mi, ya que lo mio era una baile expresivo, algo no muy comun.

Aguarde su respuesta, mientras acomodaba mis polainas. Un ruido se escucho a lo lejos, no creo que nadie venga aun al gimnasio, por lo tanto lo tendriamos para nosotras solas al menos una hora mas ya que es lo que faltaba para el receso.

Me encontré en una situación bastante incomoda de un momento a otro, ella volvió a mencionar la muestra de fin de año, suspire, tenía de decírselo de todas maneras.

-Tengo pánico escénico. Yo nunca me he presentado frente a un público, en el pasado participe en recitales, y obras de teatro... pero no era YO quién se paraba ante el público, siempre fue Alix... no temo pasar vergüenza... temo al público-

Mire el techo por unos momentos, seguro pensará que soy patetica, dieciocho años y todavía tiene pánico escénico, ni siquiera por que ha participo en obras, ah, en realidad si soy patetica... no puedo ver al público sin empezar a temblar.

No quiero decepcionar a Cherice... pero tampoco puedo enfrentarme a la presión de estar frente a un publico que esta atento a cada movimiento que hago.

Mire con atencion a Alexia sobre lo que me decia -de todas formas no comprendo como es que fue Alix quien se presentaba, pero no es el asunto, por que le temes al publico? digo, a mi me has tocado el violin sin conocerme, que cambia una persona a varias?- entendi igual el panico de Alex, es dificil a veces recuerdo que la primera vez que me presente al publico fue en una obra teatral con mi hermano, pero para deshacerse de un temor lo mejor que hay que hacer es enfrentarlo.

Tome la mano de mi amiga en señal de apoyo -vamos alex eres muy talentosa, no puedes privarle al mundo de mostrar lo que amas porque el temor te lo impide, ese maldito se las ingenia para desastibilizar a las personas, para que no cumplan sus miedos! debes vencerlo y yo te ayudare!- abrace a Alex para mostrarle el gran cariño que le tengo.

Tome aire profundamente y si ella habia sido tan honesta conmigo yo debia serlo tambien -de todas formas entiendo tu panico yo.. tengo un secreto, hay algo que amo pero que hago a escondidas porque mi madre jamas me lo aprobo, decia que yo no era talentosa para ello.
Mire tambien el techo para guardar las lagrimas que querian brotar de mi.

Lleve mi mano detrás de mi cabeza rascando mi nuca, realmente iba a ser complicado explicarle la existencia de Alix

-Verás Alix siempre ha existido como ya te había mencionado. Solo que antes la única que podía escucharla era yo, al principio pensaba que era mi conciencia. El por qué ella tomaba mi lugar es por que yo entraba en pánico escénico extremo, ella tomaba control de mí y empezaba ya sea actuar, cantar o tocar- Suspire un poco para responder su siguiente pregunta -Es diferente tocar para una sola persona que para muchas las cuales solo esperan el momento en el que falles-

Las palabras de Cherice me animaban bastante no puedo decir que me daban ganas de pararme frente al público por que no lo hacían, únicamente me hacían sentir mejor, la curiosidad me entró cuando menciono el secreto que su madre no había aprobado la vi en una seña de que me gustaría ver aquello que le gustaba hacer.

Mire un segundo a Alexia tras me explicaba sobre Alix. Lleve mi mano a mi menton un segundo -pues no se por que piensas que la gente que esta alli espera que falles, ellos vana ver tu actuacion no a ver como fallas, si las personas fuesen a esperar a que falles la gente talentosa no llenaria salas, solo los que se equivocan constantemente seria famosos, ¿no lo crees?- dije mirandola con una sonrisa esperando animarla en algun sentido.

Vi que Alex me miraba con curiosidad ante lo que le habia dicho -si prometes no reirte, hago danza expresiva contemporanea -mire mi bolso un instante- lo hago hace unos años y cuando apenas tengo un segundo, aprendi solo con videos porque mi madre reprobaba el baile ...- suspire - en realidad no el baile en si, sino a mi, decia que yo era demasiado torpe e impresisa para realizar algo de ese estilo - lleve mis rodillas a mi pecho abrazandolas fuertemente el solo pensar en el rechazo de mi madre me ponia bastante triste.

Quise responder a la pregunta de Cherice, solo callé y la mire con una sonrisa, escuchando atentamente lo que decía, y viendo con suma atención las ganas que tenía de verme sonreír, el simple hecho de escucharla hablar con tanto animo basto para subirme la moral.

-Me encantaría verte danzar, sería un placer-

espere unos momentos a que comenzara, ella me había apoyado hace unos momentos así que, lo justo sería hacer lo mismo por ella, mostrarle que puede confiar en mí sin importar que, pues eso me lo había dicho mi madre hace tiempo "A los amigos se les tiene una sola vez, por lo que deben ser cuidados cual cristal para que no se rompan, y ahí que amarlos y cuidarlos como a la vida misma"

Danzaba como si el espiritu de un angel se apoderase de mi cuerpo, por momentos, sentia que flotaba, por otras me sentia tan liviana que podia volar, cada posicion de mis manos y pies eran tan sencillo y liviana que no pude evitar disfrutarlo. Como si bailara sobre un arcoiris en medio de la nada.

Al terminar, cai en la realidad y timidamente le hice una reverencia a Alexia con temor de que pudiese llegar a pensar sobre aquel baile.

Me senté a su lado un poco agitada, tenia algo de sed ¡diablos! habia olvidado traer agua para beber.
-b-bueno.... que es lo que piensas?- dije avergonzada mientras esperaba que mi agitacion se detuviese.

Queria mucho a mi amiga, ella era honesta y se que su opinion seria completamente real, la admiro mucho-sabes, a veces quisiera ser mas como tu y menos como yo - dije mirando el techo buscando respirar hondo y recobrar el aliento

La miraba danzar, realmente se veía que le gustaba aquello, por unos momentos se le notaba más ligera de lo que ya era, supongo que se debe a la delicadeza con la que lo hacía, que envidía, poder hacer algo con tanta tranquilidad y encanto...

-Eso fue hermoso Cherice, realmente me da envidia la forma en la que bailas, tan delicada-

Se sentó junto a mí y la note un poco agitada, claramente por que debía tener sed, alcance mi mochila sacando de ahí una botella, ofreciendosela ahora veo que es bueno cargar con agua todo el tiempo. Luego menciono que quisiera ser más como yo, que como ella misma.

-Wow... nunca... nadie me había dicho eso, a mí... realmente me gustaría no ser tanto como yo... en ocasiones me siento decepcionada de mi misma-

Mire sorprendida a mi amiga ante su comentario -por que lo dices? eres genial Alex! quizas tu solo ves lo malo pero has notado que, vives sola, eres inteligente, artisticamente talentosa, vives con un tigre, tuviste la relacion de amor mas bella a pesar de su final, tienes amigos, eres valiente, decidida, hermosa y joven! Tienes todo el futuro por delante y el exito delante de ti! no comprendo por que dices eso. Yo te admiro mucho, eres como una hermana mayor para mi, un modelo a seguir - dije con entusiasmo mientras bebia del agua que me habia dado.

Desvié un poco el rostro, me sentía avergonzada por la forma en la que Cherice se refería de mí, que me veía como a una hermana mayor, un ejemplo que seguir.

-Y-yo...no soy tan fantástica como tú me vez... si vivo sola es por que escape de casa ya que estaba harta de que me tratarán como a un heredero más, la mayoría de las cosas que hago... son únicamente para esconderme, evitar que me encuentren-

Escondí mi rostro en mis rodillas, no me sentía tan fabulosa como mi amiga me decía que me veía, solo era una cobarde que se había hartado de ser entrenada para dirigir una gran compañía, si había salido no fue por cuenta propia, si no por que uno de los mayordomos me ayudo.

-No me siento tan grandiosa como dices verme... lo siento...-

Abrace a Alexia -oh amiga si tan solo comprendieras lo grandiosa que eres de verdad, eres mi amiga y te quiero mucho pero debes perdonarte y quererte un poco tu tambien, por ti mas que nadie en este mundo -
Me puse de pie y cambie mis zapatos ofreciendole mi mano -ven vamos a tomar algo, tengo algo que hablar contigo sobre nuestro nuevo amiguito Elioth - dije un poco seria.

Solo la voy a distraer pero no me rendire con la muestra, para nada.

Sentí los brazos de Cherice rodearme a la vez que me decía que debo comprender lo grandiosa que soy y que debo quererme más, no es la primer persona que me lo dice, y sin embargo me es todavía un poco imposible hacer caso total a sus palabras. La vi pararse y a su vez ofrecerme ayuda para pararme, acepte y sacudí un poco mi pantalón acomodando mi cabello.

-¿Eh? ¿Elioth, q-qué sucede con él?-

Una enorme duda entró en mí, pues realmente no imaginaba sobre lo que querría hablarme Cherice sobre el susodicho. Ni si quiera soy capaz de hacerme a la idea por muy descabellada que pueda ser.