saltando las clases (público)

Llegué aquí arriba de casualidad., estaba huyendo de la clase de matemática, como lo odio.
Es mi primera vez aquí. Esun lugar muy tranquilo, parece que nadie suele venir aquí seguido.
-Esta bien..-
Dije en un susurro, mientras me acomodaba lentamente contra la pared, y me sentaba de a poco. Estire mis pierna, crucé mis brazos, y fui cerrando los ojos.
Soplaba una suave brisa, aun que fría. Solo se escuchaba el viento pasando entre árboles y pequeños silvidos de aves.
-Se siente bien-
Dije sin abrir mis ojos, y solo imaginandome la escena a mi alrededor.
Respire profundo y deje que el viento fuera el que acomodara mi pelo fuera de mi cara, y me adentrara en un profundo y apacible sueño.

Estaba algo perdido, mi sentido de la orientación sin duda no es el mejor. Pero aun tengo la duda de como llegue hasta el balcón.
-Necesito un mapa-
Dije suspirando y mirando hacia mi alrededor. Me sorprendí cuando me di cuenta que en la pared junto a la puerta se encontraba sentada y dormida una chica.
-Yume?-
Dije dudoso. No cambia duda que era ella. Me puse de rodillas juntos a ella y puse mi mano en su hombro con cuidado.
-Yume-
Dije insistente, empezando a mover despacio su hombro.
-Despierta. Aquí te puedes resfriar-
Dije sintiendo por mi piel el viento frió que me causaba escalofrió.

Senti la voz de alguien llamarme.
-Mmm...-
Una mano sacudía mi hombro lentamente. Hasta que abrí mis ojos y los cruce con los amarillos de el.
-Ah..Gure-
Dije media dormida mientras dejaba salir de mi boza un pequeño bostezo. Y lo volvía a mirar. Mire alrededor suyo, no estaba con nadie, y eso me sorprendió.
-¿Que haces aquí?-
Dije con un tono tranquilo, mientras que quedo en silencio, y yo me quede esperando una respuesta.

Por fin despertó. Me miro fijo, dijo mi nombre, así que me recordaba después de vernos una sola ves. Luego me pregunto que hacia allí.
Baje mi cabeza avergonzado, y rápidamente mi cara tomo un color rojo intenso.
-Y-yo.....me perdí....-
Dije en voz baja, completamente avergonzado. Me sentía torpe por haberme perdido así, en cima de tener que ir a un salón, llegue al balcón ¿¡Como es posible!?
Levante un poco la cabeza para ver si ella me iba a responder, pero solo estaba allí, mirándome pensativa.

Gure bajo su cabeza y su cara se tiño de un rojo intenso -Y-yo.....me perdí....- Dijo tan bajo que apenas llegue a escucharlo. Al pareces sentía mucha vergüenza por haberlo admitido, pero subió un poco la cabeza y me observo.
Largue un suspiro, y le di un golpe cito en su frente.
-No están difícil decirlo-
Mis labios apenas se curvaron un poco para mostrar una pequeña sonrisa.
-No tiene que darte vergüenza. Eso le pasa a todos-
Dije de forma amable, tratando de hacer que se le vaya la vergüenza. Y volví a mirar hacia el frente.
-Y..que clase ibas?-

Sentí un golpe en mi frente, mire a Yume, sentí como si me hubiera retado. Puse mi mano en mi frente y acaricie donde me dio el golpe. Luego pude ver una pequeña sonrisa dibujarse en su rostro, me habla de forma tan amable. Yo quede con cara de sorpresa y mi cara roja. Luego me pregunto a donde tenía que ir.
-A.. a mi clase, yo estoy en segundo, clase B-
Dije algo tímido, pero tratando de hablar como persona normal. Ella estaba mirandome, y eso me puso mas nervioso y rojo...... que vergüenza!

Toco el lugar donde le di el golpe, su cara se puso roja rápidamente y empezó a habar -A.. a mi clase, yo estoy en segundo, clase B- Note como se forzaba para poder hablar, y su cara cada vez se ponía mas roja. Pero yo también me impresione un poco, el era mas grande que yo, aun que tiene sentido de por que nunca nos cruzamos, me resulta difícil creer que yo soy mas joven.
-Esta bien-
Dije parándome despacio.
-Yo se donde esta tu aula. Si quieres, te llevo allí-
Dije mirándolo y esperando una respuesta.

Ella dijo que sabia donde estaba mi aula y se ofreció a llevarme.
-Si! Muchas gracias!-
Dije parándome de golpe y sonriendo contento.
-Si que eres de ayuda. Creo que te debo una-
Dije riéndome un poco. Era extraña situación, pero me ponía contento, Yume era muy amable conmigo.
Raque un poco mi cabeza, riéndome. Y me acerque a ella.
-¿Vamos?-
Pregunte curioso, mirándola, ella parecía muy tranquila.

-Si! Muchas gracias!- Respondió parándose y sonriendo de forma feliz -Si que eres de ayuda. Creo que te debo una- Dijo soltando una pequeña risita. A mi no me interesaban eso de yo hago algo por ti, así que tu debes hacer algo por mi, pero da igual. Se me acerco a mi, aun alegre -¿Vamos?- Dijo mirándome.
-Claro-
Le dije mirándolo de reojo y dándole una amable sonrisa.
-Y no te preocupes, no me debes nada-
Le respondí a lo que había dicho antes, y comenzamos a caminar juntos.