De nuevo en clases [Priv. Elioth]

Había llegado un poco atrasada a mi clase y debido a ello el profesor me negó la entrada al salón, resistí lo más que pude mis deseos de gritarle algo indebido y luego salir del lugar, pero simplemente sonreí, cerré la puerta y me dirigí a algún aula vacía al encontrarla me senté en el escritorio reposando mis piernas sobre la mesa, saque mi violín de su estuche y comencé a afinarlo, mi próxima clase sería hasta dentro de dos horas, tengo bastante tiempo libre y no se en que ocupar lo.

Mire curiosa al rededor, pues desde la puerta se veían entrar y salir alumnos y maestros, había en el campus también quienes mataban clase, repose mi cabeza en la silla preguntándome que estarían viendo en clase había tomado un poco de cada clase, pues no se con exactitud cual me ayude a mantener la franquicia de hoteles de mis padres.

-Esto es tan... aburrido-

Guarde el instrumento en su estuche recorriendo una a una las butacas del aula, esperando poder encontrar algo que me entretuviera por dos horas de no hacer, nada, podría salir a comprar algo... na, tengo demasiada flojera hasta para alimentarme. Opte por sentarme junto a la ventana y ver desde mi posición lo que pudiera suceder allá abajo.

Luego de pasar por la cafetería y comprar unos panecillos para saciar mi hambre, continué caminando por los pasillos en busca de ella.

Primero revisaré todo el primer año de la universidad y luego el instituto. Caminé con un rostro inexpresivo con la bolsa de panecillos en mi brazo derecho, mi mano izquierda en el bolsillo y un pan en mi boca.
mm que aburrido pensé. Claramente todos estaban en clases porque había pocos alumnos yendo y viniendo, lo que equivalía a pocas chicas.

Mis clases no comenzarían hasta mañana, el turno en el restorant lo tenía recíen en 3 horas, debía hacer tiempo. De pronto un aula llamó mi atención, mejor dicho, la joven en ella fue quien llamó mi atención.
Quité el pan de mi boca mientras entraba en el aula. La joven parecía media adormilada en el pupitre pero no había nadie más en el aula. Debía verla, llamar su atención
-hey que hacés aqui sola en pleno horario de clase?- dije indiferentemente.

Antes de que me respondiese o siquiera me mirase ingresé al aula y me senté en el pupitre a su lado, posando mi bolsa de panes, terminando el inconcluso que tenía algunas mordidas.

Me estaba aburriendo de sobre manera, habían pasado apenas unos minutos desde que entre al aula, y el sueño comenzaba a invadirme no se como pero de alguna forma encontraba cómoda la posición en la que estaba sentada, bostece varias veces antes de decidir ceder ante los brazos de morfeo.

No hasta que una voz me sacó de mis pensamientos, obligándome a despertar de golpe y girarme a ver a la persona frente a mí, frote mis ojos en un intento por querer despertar de una buena vez.

-Llegue tarde a mi clase y no me dejaron entrar, mi próxima clase es dentro de dos horas-

Le respondí abriendo los ojos, solo para poder darme cuenta de que estaba frente a mí, en el pupitre contiguo. ¿Cuándo fue que entró y ni siquiera escuche sus pasos? No importaba por el momento debía entretenerme en algo.

-¿Y tú? ¿Por que no estás en clase?-

Me gire para poder verlo mejor, dándole la espalda a la ventana.

La joven volteó a verme, era una chica muy hermosa, tenía unos ojos bi colores preciosos, un cabello largo y era delgada. Sin dudas era hermosa, pero no era ella, no se parecía en nada a la descripción planteada.
Suspiré un tanto decepcionado, generalmente cuando la joven no es la que busco pierdo mi interés pero eso sería ser descortés.
-pues..- miré al techo y apoyé mi cabeza en mis brazos colocados detrás de ella- soy nuevo aquí y hoy sólo vine a registrarme, mañana comienzan mis clases. Por ahora sólo tenía hambre, así que compré unos panecillos mientras hacía tiempo para ir a mi trabajo en el restaurante- me encogí de hombros sin darle importancia a lo que decía.

Miré de reojo a la joven que no apartaba su vista de mi bolsa. Sonreí ante su actitud -ten ¿quieres uno?- le ofrecí la bolsa,sin mirarla, para que tome un panecillo.
-¿Cómo te llamas? por cómo luces seguro tienes un nombre muy bonito - sonreí

Hubo un breve momento en el que ninguno de los dos dijo palabra alguna, por un momento me entró la duda de que era lo que pasaba por su mente, no es muy propio de mí hacer aquello sin embargo esa ocasión realmente tenía curiosidad.

Le escuche decir que había ido a registrarse y que sus clases iniciarían el día siguiente suspire un tanto decepcionada pues tenía la ilusión de que se quedaría un poco más ese día, pues dijo que esperaba iniciara su turno en su trabajo.

-Oh, gracias-

Acepte uno de los panecillos que me había ofrecido dándoles un leve mordisco, hasta que escuche su siguiente pregunta, la cuál me hizo atragantarme un poco, sentía mis mejillas arder no estoy muy acostumbrada a escuchar ese tipo de comentarios.

-Soy Alexia, Alexia Kanda un gusto conocerte-

Aún me sentí un poco sonrojada diablos, debo de acostumbrarme a ese tipo de comentarios.

Luego de presentarse sus mejillas se tornaron algo rosadas, no comprendí el por qué si no había dicho nada fuera de lo común pero siempre causaba esa sensación en las mujeres

- Alexia.. tenía razón es muy bonito, soy Elioth Gugli es un placer - dije extendiendo mi mano - dime Alexia, ya que tienes un poco de tiempo libre al igual que yo.. cuéntame más de ti -
Apoyé mi cabeza en mi mano en señal de interés y comencé a mirarla. Quizás ella tuviese amigas, entre las cuales estuviese la chica que estoy buscando.

De todas formas, en ese momento, era lo que menos me interesaba ya que realmente esa chica me causaba intriga tiene lo que vulgarmente llaman un no se qué, que que se yo. Con mi mano libre, afloje un poco el nudo de mi roja corbata y lleve otro panecillo a la boca, se que al cabo de un rato tendría sed.

Me sonroje nuevamente al escuchar el cumplido acerca de mi nombre, supongo que esto es lo que se siente ser tímido con los demás, me enderece para poder verlo mejor.

-Pues gracias, Elioth-

Reí nerviosa aceptando su mano, y justo cuando creí sería un momento tranquilo me pidió que le contará acerca de mí... ¡De mí! Ah, me puse un poco nerviosa ante su petición pues no tengo la costumbre de hablar mucho sobre mí ah... veamos que podría decirle...

-Vaya... pues ehm ¿Qué te gustaría saber de mí?-

Le vi fijamente esperando que respondía pues si yo me ponía a hablar de mí, no sabría ni por donde comenzar, es mejor responder a las preguntas que puedan hacerme los demás.

Ella actuaba un tanto nerviosa, creí que sería algo diferente a las niñas que me acosan. En fin me encogí de hombros y volví a posar mi cara en una de ellas.
-valla no soy bueno para los interrogatorios- medité un momento - comencemos por ¿qué es lo que estudias aquí? ¿tienes novio? - me encantaba incomodar con esa pregunta, me acerqué lentamente a ella ante la última pregunta -¿crees que soy guapo?-

Sentí la tensión unos instantes para luego alejarme y reir - es una broma no lo tomes en serio, pero sí quiero saber qué haces, que edad tienes tu sabes lo normal, también puedes preguntarme-

Noté el estuche en forma de guitarra pequeña que tenía a su lado, nunca fuí bueno con los instrumentos musicales ¿qué sería lo que guardaba allí? miré con curiosidad tan indisimuladamente que ella lo tomó y me lo enseñó sin que se lo pidiese con una tímida sonrisa.
Claramente parecía una chica agradable

¿No bueno para los interrogatorios? Vaya en ese caso seremos dos, su primer pregunta me dejo razonando un poco, por lo que me lo pensé antes de responder.

-Se podría decir que estudio administración...busco bases para saber como dirigir una empresa... no se si me explico-

Me dieron ganas de reír por la segunda pregunta al igual que la tercera y más cuando se acercó a realizar su tercer pregunta, me aguantaba las ganas de reír hasta que el se alejó y comenzó a reírse diciendo que era broma, que no me lo tomará enserio.

-Jo, y yo que ya había pensando en una respuesta- Reí levemente -Pues voy a cumplir diecinueve años y busco bases para dirigir una empresa-

Me gire a verlo notando que miraba de forma curiosa el estuche de mi violín como si no hubiera visto uno antes, estire mi brazo para alcanzarlo y mostrárselo, sonreí suavemente al terminar mi acción.

-¿Y tú? ¿qué vas a estudiar, y que edad tienes?-

Aunque lo calculó un poco cercano a mi edad quiero saber.

Miré con intriga su respuesta - ¿tenías una respuesta ya pensada? dime ¿cuál era?- ella mencionó que estudiaba administración de empresas.

Se notaba que era una chica interesante - dime Alexia ¿qué tipo de empresa te gustaría dirigir? - quien sabe quizás coincidiríamos.

Al acercarme el estuche pude apreciarlo con mayor detenimiento, claramente no sabía nada - tengo 22 años y estoy estudiando publicidad - dije sin dar importancia mientras examinaba el estuche -¿qué guardas allí? su forma es como la de una pequeña guitarra- mi intriga aumentaba más y más ante ese estuche, por lo tanto acerque mi silla junto a la de Alexia para poder apreciarlo mejor arriba de la mesa.

Ella tenía un perfume muy agradable, la pequeña brisa que entraba por la ventana me lo hacía sentir. Era tan agradable estar allí con ella que por un instante pude olvidar todos los problemas que me aquejaban.

Le mire un tanto divertida, pues al parecer si quería escuchar realmente la respuesta a sus preguntas anteriormente realizadas. Reí levemente cruce la pierna viéndolo entretenida.

-No, no tengo novio. Bastante diría yo-

Menciono el tipo que me gustaría dirigir, lo cual me dejo pensando durante un breve momento.

-Una franquicia de hoteles y varias jugueterías... es el trabajo familiar-

Veintidós años solo que saca cuatro años, publicidad siempre que la escucho me parece interesante sin embargo nunca me he adentrado lo suficiente para indagar en la carrera. Mire el estuche de mi violín y me sorprendió el que dijera que era como una guitarra 
pequeña.

-Es mi violín, me lo dio mi padre cuando era una niña-

Le mostré el instrumento fuera de su estuche, al acercarse fue cuando pude darme cuenta mejor de que es realmente atractivo, he de admitir que me quede viendo sus ojos durante un momento pues me habían cautivado.

Me acerque a ella a ver su llamado Violín, creo haber escuchado hablar de eso pero jamás pensé que sería ese instrumento- ehm y dime ¿cómo se toca? si tocas bonito creo que querré que seas mi novia- dije acercándome un poco más a ella.

Ella aceptó pero me llevó fuera del aula, hasta otra un poco más oscura -oye no crees que estamos yendo un poco rápido, si quieres que te bese puedo hacerlo a plena luz del día - dije a modo de broma pero cuando prendió la luz del aula, ésta estaba llena de instrumentos musicales.

Me acerque al enorme piano y toque una tecla, siempre me ha gustado el piano pero la música claramente no era lo mio.
Me gustaría saber tocar ese bello instrumento algún día.

- Dime Alexia.. ¿sabes tocar el piano? realmente me gustaría aprender aunque sea torpe y no tenga oído- no se por qué me abrí con ella, simplemente sentí que podía hacerlo.

Parecía una chica muy honesta, me alegro que no fuese la que estaba buscando, sino, me dolería tener que hacerle daño.

Lo vi acercarse el violín como si nunca en su vida hubiera visto uno, durante un momento me queda tan centrada en mis propios pensamientos que cuando reaccione fui capaz de escuchar sus ultimas palabras y estas comenzaron a resonar por mi mente, baje levemente la mirada pues comencé a sentir como mi rostro ardía, demasiado diría yo, por un momento me sentí indefensa, suavemente volví a verlo asintiendo a su petición de mostrarle como se toca el violín, sin embargo me sentiría más cómoda en la sala de música.

-Ahm... seguro, solo cambiemos de aula aquí podríamos molestar a los demás-

Le guié hasta el aula de música dónde saque la llave y abrí dejándolo pasar primero, deje el estuche en una silla cercana buscando el interruptor, y nuevamente mi rostro se encendió, primero diciendo que si tocaba bonito querría que fuera su novia, y ahora diciendo que si quiero puede besarme a plena luz del día. Definitivamente voy a terminar colapsando por los sonrojos que estoy teniendo.

Prendí la luz dejando a la vista los bastos instrumento que había en ella, inclusive me sorprendió el ver que se acercaba al piano, preguntando sabía tocarlo, sus palabras hicieron que me tranquilizarme un poco, me acerque a el tomando su mano guiándolo hasta el piano y sentándolo junto mió.

-No es necesario ser un genio para poder tocarlo, es más sencillo... si lo dejas fluir-

canción:

Al terminar la melodía deje reposar mis manos en las teclas para poder girarme y verlo mejor.

Cuando ella tomó mi mano y me ayudó a tocar al piano me sentí algo sonrojado, su mano era tan suave que simplemente era hermoso dejarse llevar por ella.

Al finalizar la melodía, nuestras miradas se cruzaron por un instante, pude notar que se ponía algo nerviosa –aun me tienes que mostrar como tocas ese violin- tome su mano- tienes unas manos muy suaves- dije besando una de ellas.

Deje que ella me mostrase sus habilidades con el violín, realmente me parecía una chica interesante.

Por ese instante me olvide de todo, del mundo sólo estábamos ella y yo.

Al finalizar estaba encantado con ella, -valla si que tocas hermoso, deberé cumplir mi promesa, ven quiero conocerte mejor, vamos a tomar algo yo te invito. Conosco un lugar que te va a encantar- Le dije esperando su respuesta.

Se que le va a gustar, además no falta mucho tiempo para que entre a trabajar.

Reí levemente ante su recordatorio de que debo mostrarle como toco el violín, aunque al instante tomo mi mano diciendo que eran bastante suaves, y seguido beso una de ellas es una sensación extraña pero... a la vez agradable, pues no estoy muy acostumbrada a que las personas tengan ese tipo de trato conmigo.

-Gra-gracias, tu tienes unos ojos muy bellos-

Me puse en pie acercándome al violín para poder pararme frente a él y empezar a tocar me sentí un poco nerviosa pues me veía muy fijamente.

melodía:

Al terminar como era ya costumbre mía realice una leve reverencia agradeciendo por la atención prestada, sonreí un poco al escuchar sus palabras elogiando  mi forma de tocar,casi al instante menciono que debía cumplir su promesa, y luego me invito a tomar algo, mil y un sensaciones me invadieron en ese momento.

-Por que no, suena tentador-

Guarde nuevamente mi violín en su estuche mire rápidamente el reloj y me sorprendió el tiempo que había pasado, pues no lo había sentido tan rápido.

Fuimos caminando por la zona residencial hasta un restaurante-cafetería.

Cuando entramos, nos recibió una camarera muy atenta.
-hola, danos una bonita mesa, para 2- le dije guiñándole el ojo a la camarera la cual sonrió y nos guió hacia una mesa.

Yo le corrí la silla a Alexia para que tomase asiento y luego se la acomodé- aguárdame aquí si?- fuí hasta la barra y hablé con el encargado. Al cabo de unos minutos regresé a la mesa.

-Bueno, te presento el lugar donde trabajo- dije recostándome en el respaldo de la silla- ¿te gusta?-

Ella parecía encantada con el lugar, lo cual me emocionó mucho, era tan hermosa que me costaba dejar de verla.

-bueno, mientras nos traen algo para beber, cuéntame, puedo notar que traes asento asi que dedusco que no eres de aquí ¿de dónde vienes? ¿por qué de todos los lugares en el mundo has venido a estudiar aquí?- pregunté apoyando mis brazos sobre la mesa inclinándome para escucharla con suma atención.

Caminamos durante un momento pasando por la zona residencial, las calles tenían 
varias luces tanto en farolas como en calles y aquello me parecía entretenido caminamos hasta un restaurante-cafetería, al cruzar la puerta lo único que podía ver era las arañas que colgaban del techo, el único lugar en el que las había visto desde la misma cercanía era en casa.

Nos guiaron a una mesa, incluso antes de poder sentarme Elioth corrió la silla para mí, agradecí por su gesto en lo que me acomodaba seguí mirando a mi alrededor es un lugar bastante bello, menciono algo de que volvería en unos momentos, al cabo de unos cortos minutos regreso.

-Wow, es muy lindo, realmente muy lindo-

Miraba constantemente a mis alrededores no dejaba de gustarme el lugar ni tampoco la vista que tengo.

-Vaya me has atrapado, pues soy mitad rusa, mitad japonesa por parte de mi madre. Iba a estudiar en Rusia... pero por cuestiones personales tuve que transferirme- Le mire por unos momentos -¿Y tú? ¿Originariamente de 
dónde eres?-

Recargue mi mejilla en mi mano al momento en el que llegaron nuestra bebidas tome mi vaso mirándolo con bastante interés, dando un leve sorbo de la misma,  pues desde hacía unos momentos era él quien se había mostrado interesado en mí, ahora era mi turno.

La mire asombrado valla mitad Rusa, que exotica es -asuntos personales eh. Los asuntos personas se resumen en 2 posibilidades, un problema familiar o un amor que deseas olvidar. ¿Cual es tu "asunto personal"?- dije sonriente. -pues..-dudé si contarle mi historia, pero parecía tan confiable.

Podía no contarle todo, omitir lo malo -pues yo nací en Italia pero viví toda mi vida aqui....-suspiré y lo dije- vine a estudiar aquí, en esta universidad, en busca de mi media hermana- ella me miraba con curiosidad - así que si conoces una chica cuyos ojos sean iguales a los mios avisame- dije riendo - sinceramente no la conosco, vi una fotografía de ella si la veo la reconosco, pero aun no la he encontrado, se que ambos tenemos ojos verde esmeralda de nuestro padre- miré el reloj para evitar notar que estaba afligido.

-Es hora de que entre a trabajar ¿me esperas? podemos ir a dar una vuelta cuando salga bajo la luna- tomé su mano y la besé -mientras puedes pedir lo que desees, yo te invito- Sentí que era una mujer que valía la pena y eso que no soy de abrirme con las mujeres.

Pensé un poco mi respuesta sobre su pregunta, podría decirle una mentira...aunque no me sentiría completamente tranquila pues yo odio las mentiras.

-Ambos, aunque más principalmente por asuntos de familia-

Italiano, sería la segunda persona italiana que conozco, aunque la mayor 
parte de su tiempo estuvo aquí, escuché atentamente cada palabra que decía, llamó mi atención el hecho de que buscaba a su media hermana, el hecho de que menciono que ambos tenían los mismo ojos me hizo reír levemente pues sería un poco difícil encontrar a otra persona con unos ojos como los suyos. Luego menciono que habían heredado los ojos de su padre, esa simple palabra hizo que me deprimiera levemente aunque procure no mostrarlo mucho.

-Seguro, buena suerte- 

En cuanto se retiro luego de besar mi mano mire fijamente mi bebida en la cuál se 
reflejaban mis ojos, hacía tanto tiempo que no había escuchado esa palabra, que 
ahora escucharla me hace recordar ese incidente, luego de un momento pedí un 
poco de pastel, solo para hacer un poco amena la espera, realmente delicioso.

Luego de unas horas salí de mi empleo y fuí a buscar a Alexia.
-perdona que te hice esperar, se que es tarde- dije agitado -¿vamos? - le ofrecí mi brazo para que lo tomase y fuimos a caminar.

La noche era calma, la luna brillaba y se podían oir los sonidos de los grillos -es una hermosa noche -

Caminamos hasta llegar al lago donde la luna se veía reflejada. Ambos nos sentamos en el cesped -sabes, me siento cómodo contigo, eres diferente a las demás chicas. La mayoría me mira como si fuese algún modelo o algo así. Incluso dejé de decir que era Italiano porque las chicas creían que yo sabía hablar el idioma, detestaba eso. Incluso me sorprende que te halla dado exactamente igual con lo románticas que son las mujeres- mire hacia la luna tan blanca que me llenaba de paz - pero reconosco que me gustaría aprender a hablarlo o conocer a alguien que realmente halla vivido allí-

Suspiré -Bueno, creo que es hora de que me cuentes por qué estás sola y cuál es esa "en parte" historia de amor que traes desde Rusia-

Pude notar que hacía frío me saqué el saco de mi uniforme y se lo ofrecí al notar que posó sus manos en sus brazos.
Mientras lo hacía olí su cabello, realmente me traía cautivado. En especial la daga que llevaba en su bolsillo que me llamaba plenamente la atención. Amaba las mujeres fuertes e independientes.

Pasaron unas cuantas horas antes de que terminará el turno de Elioth, en ese 
tiempo varios meseros me preguntaban si me encontraba bien, respondía lo más 
cortezmente posible hasta que Elioth salió. Aunque no me molestó esperarlo parecía un poco preocupado por el hecho, acepte su brazo al momento que empezamos a caminar, el ver la luna brillar de esa forma me hizo sentir nostálgica, y las palabras de Elioth me sacaron de mis pensamientos.

-Ciertamente, la última vez que vi una noche así fue hace años-

De alguna forma me sentí tranquila al estar al lado de Elioth, como si esos recuerdos me dejaran por un día. Luego de un momento llegamos al lago en el cuál nos sentamos en el césped, el escucharlo decir que sentía cómodo conmigo fue algo que me sorprendió realmente.

-Jeje puedo afirmarte orgullosamente que yo no soy la "típica hija de familia adinerada". El que seas atractivo es algo que no debería asociarse con el modelaje, pues así eres tú guapo. Y... a diferencia de todas las demás mujeres, yo soy todo lo opuesto a un ser femenino y refinado-

Le sonríe al girarme a verlo, ciertamente no soy igual a las demás mujeres, pues 
la delicadeza no va para nada conmigo y debido a eso es por lo que difícilmente alguien me consideraba una mujer, suspire buscando aire para poder responder a su 
pregunta, claro justo después de que me cubrió con el saco de su uniforme.

-Mis padres murieron cuando yo tenía dos años de edad, y el personal de mi hogar no le importaba en lo más mínimo mi cuidado, por lo que me independice desde muy corta edad. Puede decirse que... hubo un muy terrible mal entendido con mi ex-novio, uno que nunca se pudo arreglar, aunque me daba lo mismo no soportaba sentir que me mirará de reojo, como si no pudiera verme directamente-

Me gire a ver la luna una vez más, me siento bastante tranquila a su lado, tanto que no importa si apenas lo conocí algo me dice que puedo confiar en él.

El aura de Alexia hacía que no pudiese dejar de mirarla. -pues no creo que no seas femenina, siento que quizás tienes un carácter, lo cual es hermoso. La mayoría de las chicas no tienen actitud, que tu tengas personalidad, te vuelve un diamante en bruto- Le dije mirándola a los ojos- a veces venir de una familia adinerada no te garantiza la felicidad. Mi madre falleció cuando yo tenía 18 años. Eramos pobres y mi madre aguantó toda su vida la depresión que mi padre le causó al dejarla e irse con otra familia. No conozco a mi padre por eso quiero conocer a mi media hermana para llegar a él –y vengarme pensé apreté mis puños con mucha fuerza, la ira me invadió ese instante, pero debía calmarme, no estaba solo. Alexia puso su mano en mi hombro. La miré y automáticamente fue como si olvidase mis pesares y mi odio. Me acerqué lentamente a ella y la rodee con mi brazo dejando que apoye su cabeza en mí.

– yo creo que serías una excelente novia- dije luego de un suspiro –pero quisiera saber qué mal entendido tuviste con tu ex novio que nunca pudiste aclarar-

Escucharlo decir que tenía carácter me hizo reír levemente, generalmente las personas concordaban con mis palabras, el es el primero en decirme que me convierte en un diamante en bruto el tener carácter, e inclusive hizo hincapié a lo que por años yo sabía, el ser hijo de ricos no te hace feliz...

-Siento envidia... al menos tuviste a tu madre más tiempo que yo... yo vi morir a mis padres frente a mis ojos... sin poder pedirles perdón apropiadamente por el comportamiento que había tenido antes del accidente-

Escondí mi rostro entre mis rodillas, de un momento a otro recordé ese momento y mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, al igual que cada ocasión que recuerdo ese accidente, aunque por las palabras de Elioth supuse que lo que sentía hacia su padre no era precisamente algo positivo, sujete su hombro tratando de tranquilizarlo, aun cuando yo no pueda estar totalmente tranquila. Lo sentí abrazarme, se me hizo tan extraño y a la vez, se sentía cálido haciéndome recordar a mi padre inconscientemente sonreí ante su acción. Por el momento no quiero hablar sobre lo ocurrido anteriormente.

-Digamos que fue un problema que no solo dejo manchas carmines en mi... si no que también me creo conflictos internos-

No estoy segura de si logro comprender mis palabras, solo se que hablar de ese 
día no me es muy agradable.

La noté algo triste, mencionó que la relación con su ex novio dejó manchas carmies y conflictos internos. No comprendí del todo sus palabras, si sentí que algo nos conectaba, rayos! que flojo soy cuando una chica me interesa, supuse que si ella tenía una historia que contar, y parecía oscura yo podría contarle la mia.

Tomé aire y me arme de valor - Comprendo lo que quieres decir, si prometes no huir te contaré toda la verdad - la mire directamente a los ojos para ser honesto - busco a mi media hermana para hacerle daño a mi padre, tengo mucho odio hacia él, mi madre se suicidó a pastillas porque él sólo la uso como un objeto una noche, la noche que fui concebido - mi puño se cerraba con ira - no, no puedo perdonarselo, quiero que sufra lo que yo sufri por perder a mi madre. Si tuvo el valor de tener una hija y armar su propia familia. Sería una lástima que alguien le hiciera daño a su preciosa hija - el odio, la ira y el resentimiento me invadían.

Tome una piedra del suelo y la arroje al lago con todas mis fuerzas - Sólo quiero encontrarla, se que debes pensar que soy un mounstruo pero jure en la tumba de mi madre que me vengaría por su muerte -

Puse mi mano en el bolsillo de mi pantalon apretándolo, siempre llevaba la fotografía de ella....

Escuche atentamente sus palabras, me parecía en parte comprensible que quisiera vengar a su madre, yo hubiese hecho lo mismo. Miraba fijamente sus ojos.

-No le encuentro sentido para huir, al contrario si yo estuviera en tu lugar... posiblemente haría lo mismo ya que tu madre no... tuvo culpa de nada yo también la vengaría-

Las palabras se atascaban en mi garganta como si no pudieran salir, a mi alrededor siempre había personas que hacían mención a sus padres, jamás podré evitar sentir envidia de esas personas, sentí que si el había sido honesto conmigo yo debería hacerlo mismo, después de todo es el intercambio justo.

-Se me haría injusto el no ser honesta contigo... cuando tú acabas de serlo conmigo- Tome un poco de aire -La razón por la que no se pudieron arreglar las cosas con mi ex-novio fue... por mi doble... personalidad... ahm, digamos que lo vi besando a mi "mejor amiga", me dio tanto enojo ver aquello, que sin darme cuenta tenía en mi mano una navaja que lancé sin medir las consecuencias...asesinando a esa chica- Desvíe un poco el rostro mientras veía el lago en calma --Luego de eso tuvimos una discusión bastante fuerte y me dí cuenta de que realmente no era la persona que yo había creído que era...o si lo era algo le hizo cambiar de parecer-

Imite su acción lanzando una piedra al lago rompiendo su calma.