Admirando (PÚBLICO)

Intenté recorrer sola este enorme instituto, puesto que no he encontrado en todo el día a mi primo para que me lo enseñe. Caminando llegué a un balcón y no pude evitar detenerme. La vista era increíble, podía apreciar todo el campus desde allí, me apoyé sobre una de las barandas y observé a cuanto alumno, rincón, árbol y camino que pude.
El día era hermoso y la brisa soplaba moviendo lentamente mi cabello. En ese momento sentía paz, algo que no recordaba ni sentía hacía mucho tiempo ya.
Cerré mis ojos y me dejé llevar por los sonidos de los pájaros, el mecer de los árboles, los ruidos cotidianos de la ciudad y los murmullos de los alumnos.
-quisiera estar así por siempre- dije sin pensar a mi alrededor, realmente podía sentir la paz del momento, aunque, por un simple instante, me gustaría tener con quien compartirlo.

Por fin podía relajarme un rato. La clase de historia me dejo media adormilada, ahora lo que quiero hacer en sentarme y dejar que mis ojos descansen todo lo que quieran.
Fui para el balcón, el lugar que nadie nunca va por que hace frió o pega mucho el sol. En fin para mi estaba bien y era tranquilo, sin mencionar que callado, perfecto para dormir un buen rato.
Cuando llegue vi que si había alguien esta vez. Un chica, parecía que le había gustado esto, pues...si tenia muy hermosa vista a los alrededores del instituto.
Sin embargo es la primera vez que la veía, aqui o en el colegio. Podría ser nueva, y podría estar perdida.
-hey.......quien eres tu?-
Pregunte en mi tono tranquilo y con mi cara seria de siempre, y media adormilada, lo que me hacia parecer algo enojada, aunque no era así.

Continué con mis ojos cerrados sintiendo la brisa hasta que una voz me saco de mi ensoñamiento.
-hey...quien eres tu?-
Abri mis ojos y miré donde provenía la voz, fue cuando vi una joven con un cabello rojo largo que llegaba a su cintura, parecía enojada y...dormida?
-Mi nombre es Cherice, soy nueva y voy al tercer año, quién eres tu?- Era la primer persona con la que hablaba desde que entré a este instituto, y no le aparte mi mirada ni por un segundo. Algo había en ella que llamaba mi atención.
La brisa sopló un poco más fuerte y su cabello y el mio se elevaron al mismo tiempo, algo había en el aire, intriga, temor? no sé que era pero en ese momento eramos ella y yo solas en aquel balcón.

Cherice, que nombre tan peculiar, y de tercero, mas grande que yo, aunque es una alumna nueva.
El viento soplo y mi pelo se levanto, se podía sentir el ambiente un tanto tenso y rodeado de curiosidad, intriga, y muchos otros sentimientos que no podía descifrar en este momento ya que seguía medio adormilada.
-Yume Kurokawa, primer año, delegada-
Respondí dando mi nombre, a que grado pertenecía, era joven, a pesar de que mi apariencia sea un poco mas mayor, pero yo no era nueva,ya que tengo bastante en este lugar. Y también le informe que yo era la delegada de el grado, por lo que también formo parte del consejo estudiantil como representante.

-Yume Kurokawa, primer año, delegada- dijo la chica frente a mi, parecía un soldado reportándose, su aspecto la hacía parecer de mi edad pero sin embargo era más joven. La observe por un segundo y senti que, por ese instante, yo era la niña de primer año.
Aun así al escuchar que era delegada me llené de emoción, podía ayudarme con este enorme instituto. Me acerque a ella con alegría y tome su mano a modo de saludo.
-Es un placer conocerte! eres la primer persona con la que hablo desde que llegue a este instituto- no pude ocultarle mi felicidad.- Soy extranjera sabes? y aquí es todo muy raro! dime, por que nadie viene aqui? es hermoso este lugar- solté su mano y mire el paisaje, me sentía tan extraña llena de esa paz y esa simple alegría que, por un instante, me hizo sentir que era yo misma; algo, que no era hace mucho tiempo.

Que rápida es, solo en un pestañeo ya la tenia frente a mi saludándome, tomándome de la mano con la suya. Y me sorprendí cuando dijo que yo era la primera persona, en este instituto es fácil relacionarse con los otros, por lo que cuando alguien nuevo tiene una duda puede hablar con cualquier profesor o alumno......ohh....es extranjera, eso no es muy raro aquí, puesto que hay de muchos países diferentes.
Sin duda su actitud me pario alegre y positiva. Me parece que se le jara fácil poder adaptarse aquí.
-Si es muy lindo lugar, pero los demás prefieren estar en la cafetería a esta hora, o esconderse desde ya en algún lado para poder saltarse las clases-

Su voz sonaba adormilada, volví a mirar el paisaje y respiré por un segundo la brisa que me invadía.
-y tu? por qué no estás con tus amigas en la cafetería? o acaso vienes aqui para saltarte alguna clase también?-
No entendí por qué me veía como a un bicho raro. ¿Acaso es tan extraño que nadie me hablase desde que llegué?, tengo a mi primo sí, pero no me presta atención alguna.
Me llamó la atención que estuviese sola, digo una chica del primer año siempre está rodeada de sus amigas, explorando el instituto y a los chicos más grandes, aunque ella no parecía una chica de primer año común y corriente.

Sus preguntan tenían algo de sentido. Después de lo que dije es raro no pensar que seria una de las personas que se saltan las clases, por que si no estaría con mis amigas, ella tenia razon en preguntarlo.
-No te preocupes, no soy de la clase de personas que se saltan las clases. Como delegada debo dar el ejemplo, no crees?, y no estoy con mis amigas, por que la verdad es que no me relaciono bien con las otras chicas-
Dije con mi mayor grado de sinceridad, a pesar que era algo que sin duda era algo un tanto raro.

Ella me explicó que no se saltaba las clases porque su puesto de delegada le impulsaba a dar el ejemplo, tenía sentido, sin embargo también resaltó que su relación con las mujeres no era del todo fluída.
No pude evitar sentirme identificada.
-¿Por qué no? Digo, si me lo quieres contar- me apoye sobre el balcón y mire al frente mientras mis orejas estaban atentas a su respuesta. Pero me miraba tan seria que no pude esperar la respuesta y abrí mi boca:- no le veo lo malo, yo tampoco tengo mucha relación con las mujeres, crecí con mi hermano mayor, y por una cosa u otra nunca me aceptaron las chicas de mi antiguo instituto- No pude evitar recordar las crueles bromas que me hacían las niñas que estaban enamoradas de mi hermano.
Mis ojos se pusieron un poco vridriosos.
-en fin, no te dejé ni responder, dime, ¿cuál es tu excusa?-pregunté mientras le hacía seña a que me acompañase a admirar el paisaje en aquel balcón.

Me quede mirándola, me causo una escalofrió o al menos una mala sensación el oír que me preguntaba mi razón, no era algo muy agradable.

Olvide por completo la primera pregunta y me quede oyendo su razón. Pude notar como sus ojos se ponían vidriosos, se notaba que podía ponerse a llorar en cualquier momento.
Mientras seguí hablando yo comenzaba a rebuscar en mis bolsillos.

Finalmente cuando acabo de hablar saque un pañuelo de tela de mi bolsillo y se lo entregue a ella.
-Hay lugares donde la gente no acepta lo diferente. Y cuando uno crece en esos lugares aprende a guardar distancia de los demás-
Dije sin cambiar mi cara que estaba serena y tranquila, que no revelaba ni una de mis emociones.

A si que lo que ella sufrió fue un abuso por parte de sus compañeras a causa de celos sin control y completamente desmedido. Me sorprende que ella pueda sonreír de esa manera, pero a su vez supongo que puedo admirar su optimismo.

Me sorprendí ante su pregunta, pero supongo que no es tan rara si lo pienso un poco.
Acomode mi pelo y la mire a ella.
-Lo unico que me gusta de mi, son mi manos. Nos la única parte de mi que puedo sentir orgullo por mis habilidades en las manualidades.....pero no mas que eso-

La miré con asombro, ¿sus manos? valla, la mayoría de las chicas resaltan su cabello, u otras cosas de ellas mismas pero no sus manos.
-Valla! que tipo de manualidades haces?- me intrigaba que podía hacer una chica tan seria y reservada.
-Yo toco música sabes? me encanta todo lo relacionado con el arte, si es que a ese tipo de manualidades haces referencia- quien sabe cada persona con la que me he topado en este instituto es tan.. "particular" que ya no se como hablar frnete a ellas.

-Pues...cocina, macrame, dibujo, esa clase de cosas-
Le dije respondiendo a su primera pregunta.
Me quede en silencio esperando que terminara de contarme sobre su pasatiempo, o mejor dicho, sobre su afición a la música.

-Pues...no estoy segura de que la música sea parte de manualidades, pero muchos tipos de arte si lo son-
Dije pensando en la música. La verdad es que lo unico que se hacer es cantar, después de eso, nunca aprendí ningún instrumento de música.

-valla! cocinas?!!! que admirable yo soy una pésima cocinera y eso que la comida Italiana es bastante sencilla- dije con resignación
Ahora la admiro profundamente quisiera aprender a cocinar sin quemar todo en el intento.
-clase de pinturas haces? tienes alguna? me gustaría verlas algún día! digo, si tu quieres, claro- era una chica dificil de decifrar

Parece que es una chica un tanto sencilla, si algo tan normal como saber cocinar la pone así, supongo que no debe ser muy fácil ponerla de mal humor.

Me quede escuchando las preguntas y sus exclamaciones, que parecían estar un tanto emocionada.
-Bueno, dibujo de todo un poco, desde realismo hasta cubismo....si quieres te mostrare algún dibujo mas tarde-
Le respondí cuando al final termino de hablar.

-Me encantaría! - dije realmente emocionada.
La brisa se había detenido -oye.. - dudaba si preguntarle o no sobre aquello.
-te gustaria ir a la cafetería a tomar algo? digo no creo que podamos hacer mucho más aqui- dije mirnado los alrededores del pasillo -me pareces una persona interesante para conocer y quisiera...poder llegar a ser amigas!-
Solo espero que mi comentario no la halla incomodado.

Sigue pareciéndome que habla mucho, pero no es molesto, es bueno que una persona hable, aunque no me gusta mucho el hecho de que espere una respuesta verbal de mi parte. Pero supongo que seria raro no hacerlo.
-Esta bien, de todas formas no tengo nada que hacer-
Dije caminando hacia la puerta y mirándola, dándole la señal de que viniera conmigo.

La seguí por los pasillos, no tenía idea alguna de dónde quedaba la cafetería, puesto que no había ido.
Caminamos en silencio, claramente es una chica callada, supongo que es parte de su personalidad.

Era algo tan hermoso, admiro mucho la gente callada parece que guarda un tesoro que debe ser genial cuando se llega a conocer. Sólo que no es fácil.

Decidí no hablar en el camino para no agobiarla fuimos a la planta baja cuando un grito provino del patio principal
"sueltame te he dicho que no" decía la voz de una chica
"te dije que dejarás de hacer ruido" decía la voz de un chico.

¡PUM! un fuerte sonido le siguió a aquello.

Ambas intercambiamos una mirada por un instante y corrimos a ver qué fue lo que había ocurrido, sea lo que sea, no parecía ser nada bueno!

Empezamos a caminar con tranquilidad, prefiero evitar las conversaciones, ya que en ese momento no tenia nada importante del cual hablar. Pero de un momento para otro se empezaron a oír dos voces, la de un chico y una chica.
Después se oyó un fuerte grito, gire un poco la mirada hacia ella y vi como empezó a correr en dirección del sonido.
La verdad es que no puedo evitar seguirla, mi lugar en el consejo estudiantil como delegada me obliga a ayudar a mantener a salvo a los estudiantes.
A si que fui corriendo hacia aquel lugar.

Corrimos hacia el final del pasillo siguiendo a los jovenes cuando los perdí de vista

-los viste?, demonios los hemos perdido!, creo que deberíamos separarnos no crees?-

Señale hacia los jardines y hacia el gimnasio.

Ella debía elegir un lugar así yo tomaría el opuesto. Estaba asustada ¿qué fue eso? sin contar que el golpe en el suelo me había dolido.

Cuando llegamos pudimos ver a unos chicos, pero fueron demasiado rápidos y al poco tiempo se habían ido. Cherice señalo las opciones que teníamos para buscar, gimnasio o jardín.

-Iré por el jardín, es mas grande y lo conozco muy bien-
Dije para luego salir corriendo de allí.

Me dirigí al gimnasio con toda la velocidad del mundo. Entré en el gimnasio pero no vi nada, busque y busque hasta que un sonido proveniente de una esquina llamó mi atención. Pude escuchar un shhh seguido de un sonido seco como si no quisiera que lo encontrase. Luego vi un enorme canasto lleno de balones de baloncesto. Me acerqué a él y pude ver a una joven sentada cerca del canasto temblando. Parecía no tener lesiones alguna pero sí miedo.
-que te ocurre? - pregunté pero ella tiró de mi brazo y me obligó a esconderme con ella.
No entendía de quien nos ocultábamos pero la joven no paraba de mirar en dirección al patio.
¿Cómo le estará llendo a mi compañera por su lado?