Fa sol la si. La música es para mi (priv. alexia-Rose

-¿en serio?- le pregunté al hombre mirándolo por sobre el hombro de Alexia -en verdad está armando semejante escándalo porque su hijo tomó un juguete inapropiado para su edad?, creo que debe dejarnos en paz e irse o llamaremos a la policía- dije sin temor.

Por lo visto fue algo infantil e inocente lo que dije porque Hotori se me rió en la cara mientras Alexia me suplicaba con la mirada que me callase.
Vi que el hombre se acercó más y Alexia sacó su daga.

Lo próximo que ocurrió no se cómo pasó pero dió un salto lo suficientemente alto y rápido para que pudiese burlar a Alex y me tomó del cuello por detrás.

Mencionó algo de que yo sería su muñeca y jaló de mi cabello causándome un enorme dolor
-A-alexia a-y-ayudame!- dije mientras intentaba respirar.

Cherice seguía tratando de razonar con el sujeto aunque fuera realmente imposible, y lo que me daba más rabia es el hecho de que aquel infeliz seguía queriendo usar a Cherice para sea cual sea su propósito.

Antes de que me diera cuenta ya tenía a Cherice de rehén, rechine los dientes ante su actitud Alex se mostró molesto y comenzó a gruñir, estire el brazo para que se calmará si rugía me metería en un problema, pues nadie estaba enterado de que vivía conmigo, mire fijamente al hombre queriendo darle una advertencia.

-Hotori... te lo dije en Rusia y te lo volveré a repetir, no es mi culpa lo que le paso a tu hijo. Tu responsabilidad como padre era cuidarlo, si se ahogo por meterse a la boca una rueda de un camión es TÚ problema-

Aceleré el paso para acercarme a él y poder brincar pasando por arriba suyo y de Cherice sujetando su cuello y apuntando mi daga a su costado derecho, acción que provocó liberará a Cherice.

-Y no me quieras hacer pagar por tu irresponsabilidad. Y sobre todo... no te atrevas a amenazar a mis seres queridos... o te haré saber el dolor que le provocaste a tu familia-

Lo solté dirigiéndome rápidamente a Cherice, para ver en que condición se hallaba, fue cuando Alex se acercó al hombre para acorralarlo y prohibirle cualquier tipo de movimiento.

-e-estoy bien- dije volviendo a respirar. La situación me incomodaba, me recordaba esa horrorosa noche.

Tomé la mano de Alexia y le susurré- por favor no lo mates, no quiero ver derramar más sangre- le supliqué mientras Alex le gruñia a Hotori y lo observaba como si carne fuese apetitosa.

Alexia meditó un momento mi petición.
-Alex, se que eres una gran chica, una gran persona, deja de mancharte las manos y vámonos de aqui-

Hotori nos miró con resentimiento, por más hombre que fuese nosotras eramos 2 mujeres y le haríamos fuerza.

Me gire a Hotori una vez que tuve cerca a Cherice, suspire pues aunque realmente quería descargarme no podía hacerlo, iba a acarrearme muchos muchos problemas si acaso se me ocurría hacer algo no moral. Tome a Cherice del brazo y nos pusimos a caminar prometí acompañarla al menos hasta salir de la calle.

-Como es que este tipo de cosas solo suceden cuando me encuentro cerca de alguien-

Nos sentamos en una banca cercana al parque pues necesitaba descansar y enfriar un poco mis ideas.

Nos sentamos en una banca, Alex, el tigre, se sentó al lado de Alexia sin perder su alerta. La miré se la veía enfadada.

-No te preocupes, supongo que para un padre debe ser muy duro perder a su hijo...-el ponerme a pensarlo me ponia la piel de gallina -quizás.. te cul...te culpa para hacer menos dolorosa su muerte... - las lágrimas comenzaron a brotar de mi recordando ese espeluznante momento FUE TU CULPA, TU LO MATASTE la voz de mi madre resonaba en mi cabeza -yo...- no sabía cómo decírselo, ni tampoco sabía si debía hacerlo, pero el dolor y las lágrimas comenzaron a brotar de mi. Sencillamente ya no dominé mi cuerpo - yo... maté a mi hermano...mate al único ser que amé en mi vida, mi mejor amigo, mi compañero..lo...LO MATE! - dije agarrándome la cabeza como si se me partiese por la mitad.

Alex se recostó a mi lado sin dejar de estar alerta, estaba acostado en esfinge ¡argh! Como me pone furiosa el no haber podido hacer algo más, sujete mi cabeza frustrada, realmente no quiero ser la heredera, no quiero... pero se lo prometí a papá... y no puedo romper una promesa. Me acerque a Cherice para abrazarla justo cuando comenzó a llorar.

-"La muerte no es más que un cambio de misión" Tolstoy no te culpes por lo que pasó. Mi madre me dijo una vez que las cosas pasan por una razón, sea buena o sea mala es algo que no podemos cambiar, y no por eso debemos echarnos la culpa de lo sucedido... lo que tenía que pasar, paso... ve hacia adelante, no decaigas y no permitas que nadie te tumbe, pues esa persona que se fue sufrirá por verte decaído-

Acariciaba su cabello buscando calmarla, que respirará no se culpará... escucharla llorar de esa forma me recordó a mi, cuando por una discusión que tuve con mi padre tuvimos un accidente de transito y ambos fallecieron.

La mire a Alex, sus palabras me daban cierto consuelo, pero aun sentia esa horrible opresion en el pecho. Suspire sentia que si no lo sacaba de mi explotaria la mire aun con lagrimas en mis ojos encontrando el aliento suficiente. - mi madre siempre por algun motivo que no comprendere me odio, siempre desaprobo toda mi vida, mi padre nunca estaba en casa vivia viajando por trabajo. solo contaba con mi hermano mayor, blake, el favorito de mi madre- senti cierto remordimiento y melancolia- Blake era 5 años mayor que yo y siempre estuvo a mi lado desde que tengo memoria, mas que mi hermano era mi amigo. Me defendia ante mi madre, me protegia y me enseñaba a ser una dama. El era muy guapo, incluso todos en la escuela me odiaban porque pensaban que el me dedicaba demasiada atencion para ser su hermana- comenzaba a quebrarse mi voz pero continue - no importa lo que ocurriese, el estaba alli para mi. Una noche lluviosa, cuando yo tenia 12 años, discuti con mi madre. Ella me abofeteo porque la desafie por primera vez y yo hui de mi casa - tome aire - no recuerdo a donde me dirigi esa noche, solo recuerdo que corri y corri por las oscuras calles de roma hasta llegar al centro. Comence a asustarme, puesto me habia perdido cuando se me acerco un señor mayor a preguntarme si estaba perdida - cerre mis puños con fuerza- el..el hombre tenia olor a alcohol y una botella en la mano, se acerco a mi e intento abusarme pero mi hermano aparecio en mi rescate. -la ira me invadia - el hombre, borracho y enojado para quitarlo del medio saco una daga y se la clavo en el corazon. - el solo recordar esa escena me enfermaba- so solo recuerdo que cuando intento acercarse le quite la botella y se la parti en la cabeza.. matandolo- tome aire nuevamente - abraze el cuerpo ensangrentado de mi hermano, para cuando los medicos llegaron, el ya habia muerto. mi madre jamas me lo perdono, me encerro en la casa 5 años sin dejarme tener contacto con nada ni nadie culpandome. Un dia hace unos meses, dijo que no queria volver a verme y me envio aqui, con mi primo- suspire realmente era un rio y mis ojos estaban completamente hinchados

Escuche de inicio a fin su historia, no podía evitar sentirme celosa, pues de alguna u otra forma había tenido a alguien que la quisiera, tenía un apoyo. Aunque no la culpo por querer sentirse culpable, de todas formas esa no era su intención.

-Me siento celosa ¿Sabes? No importa a dónde vaya las personas que me rodean siempre tuvieron a alguien...Tú tenías a tu hermano, algunos tienen a sus abuelos, primos, tíos... alguien...A diferencia de mí, te lo dije soy una hija ilegitima nadie me reconoció como su familia luego de la muerte de mis padres, los empleados de la mansión solo me alimentaban llevaban y recogían de la escuela, nada más. Tu al menos tenías alguien que te quería-

La abrace aún más fuerte, pues era cierto yo no tuve a nadie, crecí vaciando mis sentimientos por las personas, siempre he tenido este irremediable sentimiento de envidia para los que tuvieron alguien que los quiso, no los puedo odiar, solo los envidio desde lo más profundo de mi ser, envidio su suerte de haber ser queridos.

Medite por un momento lo que Alexia dijo, es cierto, si bien mi hermano ya no está Castiel me cuida mucho, aunque haga su vida. Sentí pena por ella, pero al mismo tiempo indignación -¿cómo que no tienes a nadie? ¡ME TIENES A MI! - le devolví el abrazo con fuerza - te prometo que siempre estaremos juntas - le dije mostrándole mi dedo meñique en señal de pacto.

Luego juntas fuimos a mi casa con Alex, la noche era realmente tranquila - sabes? estoy feliz de haber terminado aqui, si no fuere por ella, no te hubiera conocido - dije alegremente

Mas que como un abrazo lo sentí como un regaño, por parte de Cherice, a pesar de que diga eso... sigue siendo mi amiga, una con la cuál nunca podre verla como algo más que mi amiga. Le devolví nuevamente el abrazo. Acepte su meñique sonriendo levemente.

La acompañe hasta su casa fijándome que Alex no se metiera en algún lió, después de todo no me dieron permiso para venir con él desde Rusia, escucharla mencionar que se encontraba feliz de haberme conocido tranquilizo mi mente de gran manera.

-A mi también me da gusto haberte conocido Cherice-

Le sonreí una última vez y le entregué una nota que había escrito cuando estábamos en su casa, la cual contenía mi número telefónico -llámame cuando quieras, para eso estamos las amigas - sonreí por última vez y entre a mi casa, claramente el haber venido a vivir es algo de lo que no me arrepentiré jamás

Sonreí ante las palabras de Cherice, tomando el pequeño papel, sacando de mi saco una libreta anotando en el, todos los números telefónicos que tengo.

-Toma, llama cuando quieras, a cualquier numero contesto yo para lo que necesites estoy disponible para tí-