Fa sol la si. La música es para mi (priv. alexia-Rose

Rol OFF: A MI TAMBIEN!!!! entocnes en un momento continuo el rol

-Estoy segura de que lo encontraré y que tu también podrás hacer lo que te gusta y..-no pude continuar de hablar de un momento a otro UN TIGRE irrumpió en la sala, era pequeño y ella lo acaricio –tiii-…tienes un ti—tigre de mascota?- realmente eso no era normal, mire seriamente a Alexia
-Alex no quiero ser dura pero creo que la vida nos cruzó por algo, si seremos amigas necesito que seamos honestas una con la otra –mire al tigre con cariño y miedo –yo tengo mis manos manchadas en sangre, pero necesito que me digas ¿Quién eres realmente? Digo, lo que ocurrió en la sala de música, el tigre. Se que no tenemos tanta confianza pero quiero que sepas que respetaré quien eres si eres sincera conmigo – la miré dulcemente quería ser amiga, sentí que estábamos destinadas a serlo!

La mirada de Cherice se centro en Alexander y por que no habría de, no todos los días puedes ver a un tigre de bengala ser tan amistoso con un humano, y creo que entiendo a que se refiere, me miro durante unos momentos y luego prosiguió con algo que nunca creí que  me diría. Menciono algo sobre tener sus manos manchadas de sangre y luego hizo referencia a lo que sucedió en la sala de música.

-Vale supongo en algún momento debía decírtelo, ehm... empecemos por lo básico tengo una doble personalidad de la cual perdí el control, en un principio yo la controlaba pero cuando mi ex-novio me rompió terminando mi tercer año de secundaria, esa doble personalidad se enfureció y yo perdí el control de ella; Alix es el nombre con el que ÉL me llamaba, al ser el detonante que la hizo una asesina fue la mejor forma de saber diferenciar cuando es una y cuando es otra-

Puede que sea un poco complicado de comprender, trate de ser lo más sencilla posible, espero realmente haya funcionado de no ser el caso puede que no haya problema alguno puedo repetirlo.

-Ahora Alex o Alexander, lo encontré cuando tenía un año de edad en un zafarí que fui con mis padres, era perseguido por unos cazadores por lo que perdió sus garras, mi padre me dejo tenerlo siempre y cuando fuera yo quien lo cuidará.-

La mire con una expresión un tanto seria, me acerque a ella y puse mi mano sobre la suya.

-Si tu tienes las manos manchadas de sangre, las mías están bañadas, pues no solo permití que Alix me arrebatará a mis padres, también le permití asesinar a la chica por que me cortaron. Ten una vida tranquila, no llegues a mis extremos-

Me gire a dónde estaba Alex acariciando su oreja con cierta nostalgia.

-mis padres me odian y por mi culpa un pedófilo violador mato a mi hermano la única persona en el mundo que me quería, no tengo una doble personalidad pero no duermo hace meses mas de 1 hora por noche, he bajado mucho de peso y lloro más de lo normal pero es algo que he incorporado en mi vida- acaricié al bello tigre de bengala me encantaba!!!
-sabes que cuando crezca deberás llevarlo a un lugar donde lo cuiden apropiadamente verdad?- el bonito se subió a mis piernas y se aucrrucó ahí.
Como sea me tranquilizaba saber que alguien en el mundo compartía mi dolor.

-¿Eh? ¿Debía hacer eso?-

La mire sorprendida pues para estas alturas Alex debía tener ya más de diez años y nunca lo había llevado a ningún centro. Generalmente pedía un avión para llevarlo a cazar todo el tipo que quisiera y luego de unas  semanas iba por él para traerlo de vuelta, puede que no tenga garras pero sabe causar dolor solo con sus dientes.

-Al parecer la vida nos j**e a todos en algún momento-

Mira Alex tan cariñoso con Cherice, lo cuál me extrañaba pues el no era así con los extraños, desde hacía un tiempo se volvió un poco tosco con las visitas.

-por qué lo dice? ahhh por el? jajaja tengo algo que atrae los felinos, no se qué es pero los gatos se me acercan y ahora este bombon jajaja debo tener algo especial, quizás en otra vida fui una de ellos- dije mientras lo acariciaba y él ronroneaba.


-Dime ¿por qué Alix despertó cuando tocaste la melodia? - continua concentrándome en el felino pero mire con intriga a Alexia que continuaba recostada en su sillon

-Mas bien lo decía por las experiencias que tuvimos-

Estire mi brazo al mueble cerca de mí tomando un pequeño juguete que en ocasiones ocupo para des aburrirme, pero debo admitir la pregunta de Cherice fue muy interesante.

-Fue la primera canción que comencé a escribir, claro que mi ex me ayudaba con las rimas, es como que un recordatorio para ella, y sin más ni menos pf despierta-

Presione el juguete sacando sus ojos y lengua con tal fuerza que tuve que meterlos yo, por que solos no lo iban a hacer.

Vi que comenzaba a ponerse algo nerviosa –dime con qué cosas despierta ella? O lo más importante cómo puedo ayudarte cuando ella te domine?- El tigre observó a su ama y al notarla algo tensa se salió de mi falda y fue directamente a ella, como si buscase consolarla.

Pobre Alexia, su situación me recuerda al sueño que tuve donde había dos yo una mala y una buena la mala era quien sostenía el cuchillo que mataba a mi hermano mientras la buena lloraba al lado del cadáver. Aun recuerdo las palabras “tu lo mataste aquella noche”.

Un escalofrio recorrió mi cuerpo mientras aguardaba la respuesta de Alexia, de pronto un estruendo sonó y un fuerte granizo comenzó a caer afuera.

Vaya ahora que lo pensaba no se exactamente que es lo que molesta a Alix, se volvió muy distinta con el paso de los años, le empezó a gustar matar, escuchar a los demás pedir piedad aun cuando no se puedan salvar... se me eriza la piel solo recordar cuantas vidas pude salvar si tuviese un poco más de control.

-No lo se, honestamente no se que la molesta, solo se de esa canción... es muy cambiante eso es lo que más me desespera, no puedo hacer mucho para que no despierte-

Deje caer mi mano en el brazo del sofá permitiendo-le a Alex lamerla como acostumbra cuando estoy un poco deprimida.

-Tampoco se que hacer en caso de que despierte, en esos momentos yo pierdo la conciencia, no sabría como ayudarte perdona Chercie-

Me gire a verla esperando su respuesta.

Mire un segundo a Alexia -no te preocupes, juntas podremos vencerla, si desperto de tantas decepciones quizás desaparesca con alegrías- dije amablemente-dejame ayudarte y cuando lo superes tendrás tu audición, estás de acuerdo?-
Le ofrecí mi mano a modo de un trato mientras le sonreía.

Realmente tenía hambre.

Mire su mano un poco dudosa, se ve que realmente quiere ayudarme aunque las dobles personalidades no se van una vez que llegan, creo que lo mejor sería darle una oportunidad para tratar con algo que yo no hubiera intentado.

-Vale intentalo, por cierto has de tener hambre ¿No?-

Me paré hacia la cocina abriendo una de las alacenas que estaban mas arriba, con ayuda de un banco claro.

-Siempre olvido que ahí arriba tengo algo de comida rápida, ¿Qué se te antoja?-

Off rol: perdona el tiempo la inspiración es una desgraciada conmigo u.u

Alex me invitó a comer algo de su alacena. Mi estómago estaba algo ruidoso.
-Lo que tu quieras, con el hambre que tnego me comería hasta una cebra - bromee mientras acariciaba al bello tigre.

Al cabo de un largo rato luego de comer, ambas nos quedamos conversando sobre la música.
-Cuentame Alex, qué tipo de música te gusta? sabes si logramos controlar a ella podremos realizar tu audición sin ningún tipo de inconveniente, sólo debemos prepararlo- dije mientras analizaba mi telefóno en busca de una señal de respuesta por parte de mi padre.
Rodee con mi mirada el departamento mientras pensaba en lo que se sentirá vivir sola -dime Alex, no te sientes sola aqui? se que tienes esta belleza - dije señalando al tigre que estaba en la falda de Alex - pero no extrañas la companía humana?-
Aguarde su respuesta mientras daba un bostezo tan grande como el de un león.

Tome un poco de todo lo que tenía arriba preparándolo con cierta rapidez al terminar lo lleve a la pequeña mesa de té en la sala, le pase un par de palillos para que comenzará a comer, hubo un corto tiempo de silencio en lo que comíamos, claro comenzamos una pequeña conversación sobre la música para romper aquella tensión.

-Mmm, veamos me gusta el metal, parte de la música de mis dos nacionalidades, el visual kei es una de ellas jeje-

Mordí suavemente mis palillos, y ahora que lo pienso el violín es el único instrumento que uso para tocar música clásica, los demás son empleados para metal o visual kei... puede que sea un poco extraño, asentí con la cabeza al escucharla mencionar lo de la audición.

De un momento a otro me quede helada con los palillos cerca de mi boca apunto de dar un bocado, compañía humana... hacia tanto que no entablaba una "amistad" con alguien que no fuera Alexander...

-Realmente... no mucho... pase gran parte de mi vida encerrada en la mansión de mis padres luego de su muerte... y fue hace apenas dos años que logre librarme de ella, yo... no confió mucho en las personas ahí dos razones por las que siempre me buscan. Siendo honesta, gozo mi soledad en el apartamento, no ahí nadie detrás de mí preguntando si estoy bien, si voy bien en el colegio... ni persona insistiendo que les cumpla sus caprichos-

Apreté el contenedor de la sopa instantánea tratando de no romperlo, pero también tratando de modular mi tono de voz, y acariciando una oreja de Alex.

Mire a Alex mientras respondía se la notaba tensa por aquello pero..no pude evitar preguntar -dime.. por qué motivos siempre te buscan?- no comprendí a qué hacía referencia.

-Yo estuve un año encerrada en mi casa sin poder ver a nadie, sólo salí de ella para ir al instituto- mire la lata de jugo que tenía en mis manos un momento y suspiré antes de continuar hablando -jamás me perdono la muerte de mi hermano-

Ambas nos quedamos en silencio pensando en nuestras cosas por un instante, el sonido del reloj se escuchaba de fondo con su inigualable tic tac.

De pronto bostece, miré a Alex que continuaba seria, no pude evitarlo. La mire otro instante me levante de mi asiento, me arrodille frente a ella y en el instante en que Alex se bajó de su falda a comer la abrace -a mi no me interesa ser tu amiga porque tengas algo material o lo que sea, yo quiero ser tu amiga porque siento que puedes contar conmigo para lo que sea- me desprendí de ella dándole su espacio porque sentí, en ese instante, que nunca en su vida había recibido un real abrazo.

Dude levemente de si debía o no realmente decirle el por que me buscaban, uno era mas que obvio y ese es por el dinero que herede, sin embargo el segundo... no me se si decírselo o no.

-El primero es mas que obvio, los interesados que solo se acercan a mí por culpa de mi herencia-

Suspire levemente al escuchar sus palabras, no fui la única confinada, sin embargo su confinamiento fue corto... el mio duro más de tres años.

-Mira el lado positivo... estuviste encerrada un año... a diferencia de mí, estuve catorce años detrás de las mismas paredes, la única compañía si se le puede decir así, que tenía aparte de Alex, fue mi ex-novio-

Alcé la vista al recordar aquello, solo por ellos mi confinamiento fue algo soportable, de haber sido lo contrario jamás hubiera logrado sobrevivir. Mire a Alex bajar para engullir el pedazo de carne que había en su plato, y justo antes de darme cuenta vi a Cherice abrazándome, mil y un sensaciones me invadieron en ese instante, pues muy pocas veces había sido abrazada de esta forma... sintiendo el calor de los demás, las pocas veces que fui abrazada fue cuando mis padres aún vivían.

La sentí extrañada por el abrazo, lo que me llevó a abrazarla con más fuerza aún por un instante.
-un abrazo real de vez en cuando hace bien a la salud- dije mientras la soltaba y comenzaba a acariciar al pequeño Alex.

Ella se quedó muda por un rato observándome, ¿qué se le habrá cruzado en la mente?. Luego de otro bostezo Alex sugirió que era hora de dormir -tienes razón lo mejor será volver a mi casa - dije mirando el horario -crees que puedes quedarte sola? te sientes en condiciones?-

Ella volvió a mirarme un instante, nuevamente no logré comprender su mirada. -ocurre algo?- dije con temor de que mi abrazo la hubiese incomodado más de lo que creía.

Me sentía aún más extraña, volvió a abrazarme, no tengo ni la mas mínima idea sobre como responder o reaccionar ante acciones así, lo único que puedo hacer es quedarme quieta y ser abrazada. ¿Qué es lo que debería hacer?.

-V-vaya no estaba enterada de eso... la última vez que alguien me abrazo así fue antes de la muerte de mis padres-

Nervios, eso es lo que tengo, nervios, tanto por el abrazo como por los recuerdos que comienzan a aflorar en mi mente, escuche las palabras de Cherice, ciertamente iba anocheciendo mire la ventana y luego suspire levemente levantándome del sofá dirigiendo una mirada a Cherice.

-Te acompañare a la avenida, es ya muy noche como para dejarte ir sola por ahí-

Fui a la mesita ubicada a un lado de la puerta, tomando de ahí mis llaves y un abrigo para Cherice, hice un ademán con la cabeza indicándole a Alexander para que se acercará, debía tomar un poco de aire fresco o se pondría insoportable al caer la noche, le ofrecí la prenda a Cherice esperando a que se acercará para poder bajar.

-No te preocupes por mí, estaré bien, estoy acostumbrada a la soledad-

Aunque diga eso... no me lo va a creer.

Miré a Alexia con algo de pena, entendía su soledad aunque no la hubiese vivido realmente. Acepte que me acompañase a la avenida sólo porque Alex vendría con nosotras.
La noche estaba calma y fría raro para la epoca del año en la que nos encontrábamos. No había un alma en la calle y creo que más que ir a la avenida sólo seguíamos a Alex -sabes tengo una canción sin terminar, me gustaría que me ayudes con la música y eso, si tu quieres claro- propuse amigablemente.

Mientras caminábamos un leve recuerdo vino a mi mente. Un momento de mi infancia, la voz de mi hermano diciendo siempre es bueno tener a alguien con quien contar.
De pronto miré mi muñeca y vi en ella aquella pulsera con las margaritas que me había dado mi hermano. Tome una banda elastica con la cual ataba un cuarto de mi cabello y abroche en ella una de las margaritas.
Alexia continuó caminando con Alex hasta que se percató que me detuve y volteó a verme.
Rapidamente escondí la banda y me acerque a ella. -tengo una sorpresa para ti- dije un poco traviesa.
Ella me miró con intriga y extrañesa hasta que le mostré la banda elástica -es algo improvisado pero toma esto como un simbolo de nuestra nueva amistad, cada vez que te sientas sola, observa esta margarita y recuerda que ya no lo estás - hice una pausa y le sonreí -ahora cuentas conmigo- le extendí la banda.

De prontó Alex gruño mirando un punto fijo. Ambas miramos hacia donde el tigre miraba con intriga. Algo ocurría qué podía causar la inquietud de Alex

Conforme seguíamos bajando las escaleras más podía sentir la mirada de Cherice sobre mí, una mirada de pena, lastima... es tipo de miradas que más me disgustan, no me gusta que sientan lastima o pena por mí, desde la temprana muerte de mis padres... muchos me han mirado de esa forma.

Asentí levemente ante su propuesta de ayudarla a componer una canción, no me molesta ayudarla, apenas llegamos al piso diez sentí una gran presión sobre mí apresurando el paso para llegar más rápido al 
lobie, al salir seguimos caminando quería dejarla lo más lejos posible del edificio, pues a esa hora nunca a pasado nada lindo cuando las personas salen solas.

Al no escuchar sus pasos me gire a verla, pues quería saber la razón por la cual se había detenido y la vi con las manos a la espalda con una sonrisa traviesa, me acerque para ver que sucedía y al instante me 
extendió una pulsera con una margarita, diciendo que era como muestra de nuestra amistad, la acepte riendo levemente, hasta que escuche gruñir a Alexander.

-Pues vaya que salieron más temprano de lo habitual-

Me gire a los arbustos de los cuales salieron varios chicos usando pasamontañas, varios sacaron unas navajas y empezaron a rodearnos mire a mi tigre haciéndole una seña para que se acercara a Cherice.

-No te muevas Cherice, esto terminará muy pronto-

Me quite la gabardina dejándola caer a un lado mió, esperando a que se acercarán, comenzando a patearles o en su defecto dejarlos inconscientes  sacando de mi daga cual siempre trigo atada a la pierna, propinando heridas leves solo para distraerlos
 y poder golpear sus nucas haciéndoles caer inconscientes.

-Vamos, quiero asegurarme de que puedas llegar a salvo a tu hogar-

Guarde la daga esperando que Cherice se me uniera, tomando mi gabardina poniéndomela una vez más.

Todo aquello se me hacía raro, continué caminando pegada a Alexia -Alex, ¿quienes eran esos o esas cosas? - no comprendía eran personas con pasamontañas pero Alexia las exterminó realmente no lo comprendo -no entiendo nada, no te entiendo a tí- cada minuto que pasaba era más y más extraño.

Los tres comenzamos a acelerar la velocidad pero algo se nos cruzó en nuestro camino. Alex se puso delante mio en señal de protección.

Alex, el tigre, gruñia más que nunca. Yo ya no sabía si me hallaba en un sueño o en una realidad. Era todo tan extraño que me dolía la cabeza.

La cosa o persona que obstruyó nuestro camino se acercaba lentamente a nosotros y susurró algo que irritó por sobremanera a Alexia. A parte su brazo protector y me pare junto a ella odiaba ser el eslabón débil.
-Quien eres?- dije plantándome con decisión firme frente a el. (o lo que sea que fuese)

Me gire a Cherice luego de que los tipos quedarán inconscientes.

-Son un grupo de chicos, que lo único que buscan son problemas, tranquila no dejare que te hagan daño y descuida, solo se defensa personal y también pelear-

Seguimos caminando durante un corto tiempo con una velocidad rápida pues no quiero que le pase nada malo, hasta que Alex comenzó a gruñir nuevamente, alcé la vista levemente y al instante me mostré molesta.

El escuchar sus petulantes palabras me hizo rabiar de sobre manera, lo que me hizo sacar una vez más mi daga lista para cualquier cosa. Pero entonces Cherice se puso frente a él, exigiendo su identidad.

-Si lo que quieres es mi identidad bonita, te la daré. Mi nombre es Hotori Gerad y tengo asuntos pendientes con la chica detrás de ti-

-Cherice quiero que te quedes con Alex por favor... no quiero involucrarte en este asunto-

Comencé a caminar a dónde estaba Gerad dispuesta a hacerlo correr sangre si quería seguir obstruyendo mi camino, posiblemente mi daga no sería suficiente para detenerlo.

El hombre se presentó, tenía una voz extraña y Alexia nuevamente me protegió pidiéndome que me quedase con su tigre. Ella tomó un paso al frente desafiante a Hotori pero yo tomé su muñeca y negue con la cabeza -no se que asuntos tendrás con él pero no creo que sea buena idea- le susurré.

Yo también tomé un paso al frente y me puse al lado de Alexia mientras Alex quedaba detrás de nosotras -un placer, y dime qué deseas a estas horas de la noche estorbándonos el paso- volví a desafiar a aquel hombre.
Sacar armas primero nunca es buena idea quizás podamos alejarlo sin tener que llegar a la violencia. Como sea, no permitiría que Alexia me cuidase como a una niña pequeña ya que cada vez que lo hacían corría sangre, yo podría cuidarme por mi misma.

El hombre sonrió con disfrute y dijo algo que no pude comprender del todo. Paso su lengua por sus labios en señal de disfrute y lentamente comenzó a acercarse a nosotros. Mi mano aún sostenía la muñeca de Alexia, veamos hasta donde quiere llegar.

No me convencía del todo lo que planeara hacer Cherice, después de todo ese sujeto me ha seguido desde Rusia por un asunto con la compañía de juguetes de mi familia, no dije nada, le permití hacer lo que deseara solo espero no tener que derramar más sangre frente a ella.

-¿Estás segura de lo que haces Cherice? Ese sujeto tiene problemas con la compañía de juguetes de mi familia-

Lo volví a ver ahora notando que planeaba algo más, ya no logre descifrar que era pero, bueno no podía ser, seguía inmóvil esperando el siguiente movimiento por parte, bueno dejare que Cherice haga lo que considere mejor.

El hombre se acercaba a nosotras diciendo que tenía unos asuntos que resolver con Alexia -dime ¿qué asuntos puedes tener con ella que no pueden esperar a la mañana? no te parece algo raro tu actitud de aparecer por la noche y estorbarnos el paso?- dije

El hombre rió y le dijo algo Alexia como que yo era divertida, mencionó algo de una compensación y que yo sería una buena muñeca, lo cual no comprendí pero Alexia sí, porque la noté más irritada que de costumbre.

Alex, el tigre, se puso entre el hombre que se acercaba y nosotras gruñendo. Algo que no podía comprender se venía. Alexia se soltó de mi y ahora no apartaba su vista de Hotori. Sentía temor pero quería comprender qué estaba ocurriendo.

El sujeto seguía acercándose y Cherice indagando sobre los asunto que quería conmigo y si no podría esperar al día siguiente.

-¡¿Esperar?! Es lo que menos quiero... ¡Esa chica pagará por lo que sus productos le provocaron a mi hijo! Hey heredera... ya se con que puede pagarme-

Vale ahora si ya me había cabreado, me solté del agarre de Cherice y se uní a Alex quién seguía gruñendo le al hombre, y tenía ganas enormes de golpear al hombre.

-¡Primero! Mi compañía pone avisos en los juguetes para que niños menores no los usen. Si tu no cuidaste lo que tu hijo se metía a la boca no es mi problema, pero no te atrevas a meter a mi amiga en este asunto-

Volví a sujetar mi daga por si en cualquier momento se le ocurría hacer alguna tontería, no se lo iba a permitir, no ahora que había osado amenazar a Cherice.