Buen día. [Público]

mientras hablaba con este chico de nombre Nicolae una chica que al parecer se llamaba Crosseyra pasa al lado de nosotros, se veia molesta me pregunto porque, espero no haberle molestado con mi presentacion o algo parecido, al parecer Nicolae se dio cuenta de lo molesta que estaba Crosseyra ya que se veia nervioso - Eh, Este, Bueno... ¡Natasha, nos vemos luego! - sonrie aunque parece que es forzado pero le devuelvo el gesto -Claro porque no- suspiro este dia ha estado lleno de sorpresa pero al parecer pude hablar con alguien del salon lo cual me hace menos inquietante este lugar, hm me pregunto a donde ire ahora oh bueno me contaron sobre un balcon ire ahi, veamos si no me pierdo dijeron que es un lugar muy relajante para dibujar o cualquier cosa, ahi podria terminar dibujos ya que en el salon no pude ni empezar por los nervios siempre me equivocaba y tenia que volver a empezar, arreglo mi saco que al parecer me quedaba un poco grande y era un poco pesado y me dirijo hacia el dichoso balcon

Seguía avanzando hacia la salida y, por un mísero momento, me pareció una caminada eterna. ¿Será que estaba arrastrando los pies? No, estaba erguida y con un buen caminar, entonces ¿Por qué? Pareciera como si la bendita puerta se alejara de mí con cada paso que daba hacia ella.

Y un sentimiento de remordimiento me invadió en ese preciso instante...

Y-Yo... ¿Qué carajo había hecho? Es decir, me acabo de enfadar por una completa tontería. ¿Y qué si Nicolae me hubiera usado como una referencia nimia? Podría haber aprovechado el momento para acercarme a la chica y hablar con ella, después de todo tenemos algo en común... el gusto por el dibujo...

Pero, al fin y al cabo, simplemente ya pasé de largo.

"Celos..." Me sobresalté ante tan descarado descubrimiento, sin embargo, me negaba a creerlo, es decir, ¡Acabo de conocer a ese chico! Era una locura... una completa locura...

Ladeé la cabeza restándole importancia al asunto; mientras más pronto saliera del aula, mejor.

Estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta cuando una mano se posó sobre mi hombro. Me giré confundida y observé al muchacho.

—E-ehm... ¿Rey? ¿Qu-qué pasa? —cuestionó dirigiéndose a mí. No entendía a qué se refería hasta que le dejé continuar. —Si hay algo que te incomoda de a pregunta anteriormente hecha, ¡Da-dame a avisar!

Me quedé atisbándole un par de segundos, para luego soltar un suspiro quedo y cortante. Él se había dado cuenta de mi ligera molestia, pero al parecer no había acertado en el motivo. De todas formas no lo culpaba, siquiera yo lograba entenderme correctamente.

—¡Ah! Nada, nada... ¿Sobre lo de Serah? Bueno, nunca me gustó hablar de mi hermana, pero descuida, no eras consciente de ello, así que no te culpo. Sin embargo, no voy a decirte nada... —le aclaré con una sonrisa... ¿Algo forzada? Quizás. Suspiré. —Debo ir a atender un asunto ahora mismo. Nos vemos luego. —Y, dicho esto, salí disparada de allí.

Vaya día que tengo...

- A sido un placer conocerlos, tengan cuidado en el regreso, y disfruten su fin de semana-
- Oh, si no se olviden de volver el lunes, es posible que ya este su nuevo profesor, o profesora. Aun no lo tengo confirmado. -
Vaya, la clase si que se había ido rápido, ¿entonces la señorita no es nuestra profesora?, me hubiese gustado que lo fuera, pero ya veremos quién será el nuevo...
Bueno, como ya no tengo nada que hacer en esta aula recojo mis cosas y las guardo en mi cartera escolar, recuerdo que me costó mucho encontrar una que me gustase tanto, así que la exhibía con mucho agrado.
Le di una última mirada al Aula A que tanto me había costado encontrar por la mañana, ya casi no había estudiantes dentro, de hecho, era casi la última, así que me apresuré a salir por la puerta. Pasé al lado de Natasha y otros dos chicos intentando esquivarlos para no molestarles.
Caminé un poco por el pasillo, espero encontrar la biblioteca, porque ¿que Instituto no tiene una? bien, comenzaré a buscarla.