Momentos de tranquilidad [Público]

Mire un tanto sorprendido a Alexia, ¿Enserio ella había asistido a una entrevista vocacional? Pero si ella va a seguir con el trabajo de sus padres y ser cantante hasta dónde mi conocimiento llega, no le veo sentido de una entrevista vocacional.

-Solo tranquilízate Cherice-san no puede ser algo tan grave, solo harán preguntas sobre lo que te gusta, en lo que eres buena, no pasará nada fuera de este mundo te lo prometo- Me senté en el sofá una vez más y la invite, si se relaja lo más seguro es que su cabeza se enfríe y pueda pensar con mayor tranquilidad.

Me senté junto a Ranmaru aún nerviosa ¿qué debía hacer? Comenzamos a probar diversas cosas.

Ranmaru me realizo posibles preguntas mientras Alex me corregía la postura, la forma de hablar etc.
El tiempo voló y ambos me acompañaron a la sala donde me realizarían la entrevista.

El atardecer comenzaba a aparecer y los 3 estábamos sentados en una banca aguardando a que me llamasen. Me preguntaba por qué había tanta tensión entre Ranmaru y Alex. Estar sentada entre ambos en silencio me hacía sentir algo incómoda. El silencio y la tensión podían ser cortados hasta con una aguja de tejer.

Al cabo de un rato un señor de traje bastante gordo se acercó a nosotros. Alexia lo miró con desconfianza mientras Ranmaru estaba algo distraído. Quise encontrar la mirada de Alex en busca de un gesto que explicase el motivo de su rostro pero el señor preguntó quien era la que realizaría la entrevista.
-Soy yo- dije poniéndome de pie.

El hombre me observó de arriba a abajo con una mirada que no pude interpretar eso sólo me ponía más nerviosa. Tomó mi mano y la beso suavemente. Luego abrió la puerta de la sala de entrevistas y me invitó a pasar posando levemente su mano en mi cintura. Sólo pude dar un último vistazo a mis compañeros cuyos rostros mostraban preocupación, en especial, el de Ranmaru y entré a la sala en silencio sin emoción.

Paso un breve momento en el que todavía Ranmaru y yo nos pusimos a trabajar sobre el como debía hablar... si es demasiado exagerado aquello pero si se que tipo de personas son las que hacen las entrevistas entonces también se el tipo de situación el que podría terminar si no logra jugar bien sus cartas, solo necesita tranquilizarse y enfriar la cabeza.

Las horas pasaban y antes de que lográramos darnos cuenta ya había llegado la hora para ir a su entrevista, la luz del sol comenzaba a desvanecer clara señal de que pronto sería de noche, lo que significaba que pasará lo que pasará tendríamos que quedarnos hasta que saliera, pues no planeo dejarla sola si llega a salir y es de noche.

Al salir el sujeto clave mis ojos en él, robusto, en traje, modales, y sujeta su cintura al invitarla a pasar... es hombre muerto apenas haga que no debe, ahora veo que hice bien al no eliminar la posibilidad de sujetos como él, gire levemente mis ojos hacia Ranmaru pues desde que salio hasta que entró al aula con Cherice se mostró tenso, casi... casi temeroso de lo que pudiera ocurrirle a Cherice.

-No es necesario que seas el príncipe encantador ¿Sabes? Dónde ese gordo haga algo que no debe, su vida verá el fin-

Cruce la pierna recargando mi talón en la rodilla y eche mis brazos atrás de mi cabeza, pues solo espero el momento indicado para ver lo que sucederá después.

Luego de que terminamos de ayudar a Cherice-san con lo que pudiera ocupar para su entrevista nos dirigimos a la sala dónde le tocaría realizarla, suspire pues tenía la cierta tentación de que posiblemente algo pudiera ocurrir, me sentí tan nervioso que comencé a mirar mi alrededor, en busca de algo lo suficientemente interesante para evitar que me atrapará el ansia.

El cielo se volvió interesante sorpresivamente, aunque no hubiera nada, por alguna razón no quería realizar contacto visual con Alexia, y al estar Cherice-san en medio iba a ser un tanto problemático poder hablar con ella sin tener que ver a Alexia. La puerta se abrió y eso solo indico que era hora de que Cherice-san entrará para su tan esperada entrevista.

-Suerte, Cherice-san- Mi inexistente preocupación se hizo notar al momento en el que vi el tipo de persona que le realizaría su entrevista... era justamente el tipo de persona del que más desconfiaba, y que nunca me tranquilizaría sin importar que tanto pudiera tratarlos.

Al entrar el señor robusto me pidió que tomase asiento, tenía un mal presentimiento al respecto desde que lo vi salir.

Cuando nos sentamos me preguntó en qué instituto había estudiado previamente y se sorprendió a ver mis orígenes italianos. Los minutos me eran eternos y yo estaba muy nerviosa. Finalmente luego de una extensa conversación pude notar una sonrisa algo perversa seguida de la pregunta de si estaba nerviosa
-un poco- mentí.

-oh no tienes que preocuparte -dijo poniendose de pie- si quieres puedo darte por aprobada como apta para estudiar en nuestra universidad se acercaba a mi lentamente eso depende de que tan dispuesta estás- susurró en mi oído tocando mi pierna.
-alejese de mi- dije hechándome hacia atrás mientras tiraba la silla y me ponía de pie
anda vamos- dijo tomándome por el brazo
-NO! AYUDA!-

La puerta se abrió bruscamente. Un hombre alto, de aspecto mayor, de traje y anteojos fue quien irrumpió con Ranmaru y Alexia detrás de él.
El entrevistador lo miró con odio. que haces aqui? - le preguntó con asco
estoy evitando que continues haciéndote pasar por mi para acosar a esta joven. -respondió
-osea que...usted es el verdadero entrevistador?- dije temerosa del pervertido que no soltaba mi muñeca.

Aburrida~ así es como me encontraba aburrida, no lograba formular ningún tema de conversación con Ranmaru, el solo se quedaba fijo a la puerta esperando cualquier tipo de señal para entrar y ver si todo iba bien, no voy a negar que me preocupaba, solo que yo prefiero no crear mal entendidos y a no ser que realmente escuche algo alarmante no debo preocuparme.

Me encontraba recostada en el suelo con las piernas sobre la silla en la que anteriormente estaba sentada, mi cabello estaba esparcido por el suelo, había sacado un cuaderno y comencé a dibujar todo lo que veía en el cielo, así sea el avión más lejano lo dibujaba, pero ni eso lograba eliminar el aburrimiento que me invadía, deje mi cuaderno y solo me limite a rodar por el suelo como una cría de tres años.

-Estoy aburrida-

Nuevamente volví a la silla en la que me encontraba anteriormente, no hasta que un hombre alto de traje llego a dónde estábamos y nos miro extrañado, como si algo no le pareciera lógico en lo que veía -¿Quién de ustedes va a presentar la entrevista- Aquello me extraño y no lo voy a negar, pues se supone que... oh diablos.

-Es una amiga nuestra...alguien ya había llegado diciendo que el haría la entrevista...-

Dichas mis palabras escuchamos un grito de socorro proveniente de la sala, ese gordo infeliz había osado poner una mano sobre Cherice, sin pensármelo dos veces junto con el hombre y Ranmaru nos adentramos a la sala dónde claramente el sujeto tenía aprisionada una mano de Cherice queriendo obligarla. Tenía tanta rabia en aquellos instantes que solo reaccione a acercarme a Cherice para alejarla de aquel sujeto, mientras le fulminaba con la mirada.

-Alex! Ram!- dije asustada, Alexia se acercó a mi y tomó mi mano para apartarme de aquel sujeto mientras Ranmaru confirmaba si yo me encontraba bien. Lo único que pude hacer fue asentir con mi cabeza pero mientras los hombres discutían el falso entrevistador gritó "si no te alejas la vida de esta chica correrá peligro" dijo tomándome bruscamente mientras su brazo rodeaba mi cuello. Fue tan rápido el movimiento que ni Ranmaru ni Alexia lograron reaccionar.

Todos se quedaron quietos por un segundo mientras el hombre sacaba una navaja y pasaba su hoja por mi pecho luego de desabotonar mi camisa.
Lo proximo que ocurrió fue tan rápido que no alcancé a retenerlo. Alexia se abalanzó sobre él, lo que ocasionó que la golpisa y la empujase a un lado. Yo lo mordí y lo golpee en la boca del estómago. En el forcegeo lastimo mi pecho con la hoja de la cuchilla causando un leve corte, mientras el verdadero entrevistador se abalanzó sobre él.

Me acerqué a Alexia preocupada pero Ranmaru ya estaba preguntándole como se encontraba pero ella no apartaba su vista de aquel pervertido
-Alex, alex estás bien?- pregunté desesperada pero sus ojos, ya no eran los de siempre- ALEX? ALEX ME ESCUCHAS? QUEDATE CONMIGO POR FAVOR-
Ella me miró por un instante y pasó su dedo por la gota de sangre que caía de mi pecho, fue cuando noté que su mirada se había perdido y una sonrisa impropia de ella se había formado en su rostro.
-ALEX! ALEX!- grité pero Ranmaru tomó mi brazo y suavemente comenzó a apartarme de ella, creo que ya era demasiado tarde y el objetivo era el pervertido.

Deje de razonar, lo único que invadía mi mente era la idea de hacer pedazos a aquel infeliz que para colmo había osado amenazar la vida de Cherice, todo había pasado tan rápido que ni tiempo me había dado para 
aplicar mas fuerza y evitar que me la arrebatará, realmente la furia me invadía.

Me gire a ver al infeliz que vi fue verlo deslizar el filo de la navaja sobre el pecho de Cherice, y no necesite más para abalanzarme sobre él, no necesito mucho para llegar a su costado y golpear  su costillas 
lo suficientemente fuerte para quebrarle algunas, claro que no salí ilesa luego de golpearlo me empujo y termine del otro lado de la sala, de una u otra forma Cherice también se libro y mientras el otro entrevistador trataba de detenerle seguía con la mirada fija en él.

Me sorprendio el ver que Ranmaru se acercó a mí para ver en el estado en el que me encontraba, seguido llegó Cherice haciendo pregunta similares, desvíe mi vista hacia ella limpiando una pequeña gota de sangre de su pecho.

-Ese mal nacido hijo de...-

Me puse en pie mirando al sujeto, sabía que mis ojos habían cambiado de tonalidad pues me hallaba molesta y no le iba a permitir a nadie herir a una mujer en mi presencia, espere a que el otro entrevistador cayera al suelo por la diferencia de fuerzas, aprovechando el momento impactando una patada directa en el pecho, haciéndole caer, estaba 
furiosa, y deseaba verlo sangrar, quería escucharlo implorando piedad.

-Anda... implora me piedad-

Sonreí de medio lado propinándole otro golpe con el tacón de las botas haciéndole vomitar un poco de sangre, sus pulmones se habían rasgado ya, libere una risita esperando el momento en el que necesitara respirar pues la presión aplicada se lo prohibía.

Justo cuando llegamos dónde Cherice el otro entrevistador se acercó a él evitando que siguiera haciendo de las suyas, por mi parte me sentía tranquilo pues tenía a Cherice-san cerca, lo suficiente para poder presumir su falsa seguridad. Pues antes de que me diera cuenta al igual que Alexia, el gordo pervertido la había tomando comenzando a amenazarla, realizando un corte en su pecho con su navaja.

Una furia increible me invadió aunque... no tan grande como la que invadía a Alexia, yo conosco esa mirada y se que no saldrá nada bueno de todo esto, al ver que Alexia pateó al sujeto para que liberará a Cherice-san me percaté de algo, había logrado tumbar a Alexia -¡Hey! ¿Te encuentrás bien? ¿Te hizo daño?- Casi al instante Cherice-san también se acercó a ella, rogando que se quedara con ella ¿Qué se quedara con ella?

-No es bueno... Cherice-san...ahi que irnos- Sin que logrará hacer realmente algo para poder ayudarla, le permití a Alexia reaccionar tan violentamente como quisiera, me límite a abrazar a Cherice-san lo más fuerte posible solo para alejarla de aquella escena, y más al escuchar las palabras de Alexia.

-Espera aquí Cherice-san yo...- Tragué secó pues no estaba seguro de mis acciones -Tratare de hacerla entrar en razón, está cegada por la furia- Me acerque a ella cuidadosamente, pues recién había hecho vomitar sangre al sujeto, la presión que aplicaba su tacón en
sus pulmones era suficiente para escucharlo pedir piedad... si llegaba a ese extremo el seguro morirá.

-Ale... Alix escucha, es mejor que termines esto de una vez por todas, mira esto... esto no es Rusia, aquí no eres temida ni respetada. No arruines tu libertad por un depravado- Apenas me acerque a ella la tome por los hombros obligándola a verme, aún si ella no lo deseaba.

Claramente Alix había despertado Ranmaru me abrazó apartándome de ella quien se abalanzó sobre aquel hombre para derribarlo y clavarle su tacón pidiendo piedad. El verdadero entrevistador intentó apartar a Alexia, no, Alix de aquel hombre ella le devolvió una mirada asesina, empujándolo.

-No se preocupe nosotros la detendremos usted llame una ambulancia- dije al hombre ayudándolo a levantarse, el hombre asintió y se fue corriendo.

Ranmaru intentaba calmar a Alix sin mucho éxito. Tenía que hacer algo si Alix seguía dominando el cuerpo de Alexia todo podría terminar mal y arruinar su vida por siempre. Debía hacer algo ¿pero qué?
Comence a mirar a mi alrededor, cuando de pronto vi la navaja con la cual me había dañado el pecho el hombre, me odie por lo que iba a hacer para salvarle la vida a alguien así, pero debía hacerlo.

-HEY ALIX!- grité poniéndome de pie mientras llamaba la atención de ambos - me recuerdas? -comencé a acercarme lentamente a ella - recuerdas que querías ver mi dolor? - tome la cuchilla y acaricie con ella la piel de mi brazo -pues aqui tienes tu espectáculo - cerré mis ojos mientras escuchaba el efusivo NO de Ranmaru y realicé un corte vertical en mi brazo dejándolo sangrar.

Al instante Ranmaru se acercó a mi preocupado intentando detener el sangrado pero negue con mi cabeza y lo detuve - que dices Alix? se que quieres más verdad? - Alix me miraba con deseo, apoyó por última vez su tacón en el hombre y se acercó levemente a nosotros susurrando algo.

El ruido de las ambulancias se escuchaba a lo lejos y con mis pocas fuerzas tomé de la mano a Ranmaru -vámonos de aqui tenemos que sacar a Alix antes de que la cosa sea grave- salimos corriendo del aula con Alix detrás. Se que ella disfrutaba este momento.

Escuche como Ranmaru claramente me pedía tranquilizarme, no quería, no... ¡NO! No pienso permitirle a un sujeto como él hacer lo que quiera y salir vivo del asunto, aunque me haya obligando a verle quería seguir golpeando al tipo, realmente quiero verlo implorar piedad.

Escuche el grito de Cherice, me gira para poder verla sobre el hombro, claro que la recuerdo todo lo que Alexia recuerda lo recuerdo yo también, aun que no veía a donde quería llegar. ¿Ver su dolor? Anda... ella piensa que esto sigue siendo contra ella, pobre niña ingenua, escuche el efusivo grito de Ranmaru, lo cuál me altero solo una vez lo había escuchado gritar así y fue un día que casi caía al río.

Me gire para ver como la sangre salía a mares por la herida recién hecha en su brazo, desvíe la mirada dejando que el flequillo cubriera mis ojos. Volví a hacer presión sobre el sujeto antes de acercarme a ella.

-Eres una tonta Cherice-

Al verla salir del aula seguida de Ranmaru quien trataba de detener el sangrado escuche la sirena de las ambulancias, apreté tanto los dientes que podría escucharlos rechinar, los seguí de cerca hasta poder tomar Cherice del brazo lo suficientemente fuerte para hacerla girar en mi dirección y plantar le una cachetada de tal fuerza que mis dedos quedaron marcados en su piel.

-¡¿Acaso eres tonta o algo similar Cherice?! ¿Qué pretendías ganar haciéndote semejante daño?-

Arranque la mayor tela que pude de mi playera comenzando a aplicar un torniquete a su brazo, estaba molesta y mucho más, ¿Cómo era posible que hiciera semejante tontería.

-Escúchame bien claro Cherice, mis manos no están del todo limpias, se han manchado de sangre tantas ocasiones que perdí la cuenta, si es por proteger a las personas que me importan, no me interesa volverme una asesina. Si mi libertad peligra por tenerte a salvo no me interesa-

Arranque la manga de mi chaqueta para poder amarrar la venda deteniendo el sangrado de Chercie. -No hagas...Más tonterías ¿Quieres?- Acaricie su mejilla que todavía estaba un poco roja, me arrepiento de haberle pegado, pero también estoy molesta por que se lastimo inútilmente.

Ya sabía que iba a ser inútil tratar de hacer entrar en razón a Alexia, y sin embargo lo había intentado pero ahora veo que he hecho mal pues se ha enfurecido más, vamos Ranmaru piensa ¿De que formas puedes calmar la furia de Alix? Mientras yo seguía pensando un grito llamo mi atención y me gire para ver a Cherice-san tomando la navaja del hombre.

-No Cherice-san, no es una buena idea que hagas eso... ¡NO!- Intente llegar a ella lo más rápido posible para evitar que se corte, no lo logre pues había hecho un gran corte a lo largo de su brazo -¡Cherice-san!- Comencé a
buscar algo con que bajar el sangrado pero ya era tarde Alexia lo vio y simplemente se enfurecio más.

Salimos del aula apenas se escucharon las sirenas de las ambulancias, no logramos ni siquiera sentarnos cuando Alexia tomo a Cherice-san del brazo girandola para poder darle una bofetada. Me quede en blaco al ver eso, en pocas ocasiones la ví golpeando a una
mujer y esta viene incluida.

Me acerque a ella pues si seguía así iba a lastimar más a Cherice-san en lugar de tratar de parar el sangrado -Alexia... Alix- Me siento extraño pronunciado ese nombre... hace tanto tiempo que no lo decía -Tranquila, únicamente
trataba de ayudar, si no de la mejor forma... pero se preocupo por tí-

Meneé la cabeza al ver el extremo al que habían llego ambas tratando de ayudarse mutuamente, una con el brazo cortado y dedos marcados en su rostro, y la otra frenetica y apunto de ebullición, me asome a las escaleras viendo llegar a los paramedicos, al menos la
situación se calmaría y tendrían la atención requerida.

-¿Te encuentras bien Cherice-san?- La senté en la banca junto a mí y me coloque a su lado verificando que, a pesar de estar molesta había hecho un buen torniquete. -¿Ya se te bajo la furia Kanda?- Posiblemente me gane un golpe por llamarla así, pero también yo debo mantener cierto orden.

Corrimos cuanto pudimos pero Alix me tomó por la muñeca llevándome hacia ella y dándome una bofetada que me obligó a caer al suelo. Lo siguiente que ocurrió fue extraño, no sabía si era Alix o Alexia quien me estaba regañando pero sentía dolor. Un dolor que no sabía si era de mi brazo o de mi mejilla.

Un leve recuerdo vino a mi mente, mi madre afobeteándome de la misma forma en que Alexia lo había hecho, diciéndome que no haga tonterías. Mi hermano tomándome en sus brazos al igual que Ranmaru. Esa noche..la noche que jamás se borraría de mi mente.

Ranmaru me sentó en la banca a mi lado yo sentía algo de nauseas y mareo debido a la pérdida de sangre y la bofetada.
-Estoy bien- dije algo enfadada. Intenté mirar los ojos de mi agresora sin guardarle rencor. Dios odiaba ser el eslabón débil- Alexia eres tu?- dije al notar sus ojos en forma rara Alexia no estaba con nosotras del todo y eso me sembraba desconfianza.

-como sea debemos irnos de aqui las ambulancias no vendrán solas, la policía vendrá con ella y no podemos dejar que interroguen a Alexia, tenemos que irnos- me puse de pie aunque fue difícil, casi me desvanesco, pero Ranmaru me tomó en brazos como siempre solía hacerlo, sólo que esta vez no se lo permití.

Los 3 salimos por completo del campus y comenzamos a caminar rumbo al lago, aún se veía el crepúsculo en el horizonte.
Yo me dejé caer en la hierba y comencé a limpiar mis heridas, mi ropa estaba hecha un desastre, mi pecho al descubierto, una manga rota, el pelo despeinado y las medias rotas. Alexia tenía toda su ropa desgarrada. Ella nos ignoró y también enojada se sentó lejos mio.

El único intacto era Ranmaru que se sentó entre las 2.
Me invadía un mix de sentimientos y sensaciones. Mire a Ranmaru y luego a Alexia, quería preguntárselo pero no sabía cómo y se que dijese lo que dijese lo arruinaría.

Luego de escuchar las palabras de Ranmaru realmente mi enojo había disminuido, odio que me digan Kanda aunque sea mi nombre, y gracias a ellos pude pensar con la cabeza fría lo que estaba pasando a mi alrededor, me calmo escuchar que Cherice estaba bien, luego me gire a Ranmaru molesta.

-Si estoy bien, y no me digas Kanda, sabes que lo detesto-

Luego me gire hacia Cherice quien quería confirmar si realmente era yo o era Alix, no, ella ya estaba dormida, pues no estaba la persona a la que deseaba matar.

-Puedes estar tranquila Cherice, soy yo... perdona la cachetada... actué sin pensar-

Si venía la policía ¿Cuál era el problema? He lidiado con ellos antes, no será difícil evadirlos pero Ranmaru tiene razón, aquí no es Rusia... aquí solo soy una ciudadana más, en ese caso me conviene retirarme por el momento. Llegamos al lago luego de un tiempo Cherice se sentó a limpiar sus heridas justo cuando me deje caer note un dolor punzante en mi brazo izquierdo, el cual se debía a una cortada que abarcaba casi todo el espacio de mi brazo, sabía que algo así iba a suceder, arranque la otra manga de la chaqueta y la use para limpiar mi brazo que empezaba a sangrar en grandes cantidades.

Vi de lejos a Cherice que seguía con parte de su pecho al descubierto, me quite lo que quedaba de chaqueta y se la puse cerrándola para luego volver a mi lugar, Ranmaru quien era el único neutral parecía buscar una buena excusa para que Cherice y yo nos habláramos  diablos... la cortada es más profunda de lo que imaginaba, necesitare puntos para poder cerrarla.

-He-hey Ranmaru... Sabes suturar... ¿Cierto?-

Me gire a verlo evitando en su mayoría mi sangrado.

Claro estaba molesta por que le dije Kanda, no importa mucho por ahora, lo importante era irnos pues la policía interrogaría a Alexia sobre sus acciones, al salir de la universidad llegamos al lago en el cual ambas se sentaron un poco distanciadas mientras yo me encontraba en el medio de ambas.
¿Qué puedo hacer para que hagan las pases? Alexia es muy orgullosa y lo va a defender hasta el fin de sus días, por otro lado... creo que hizo sentir mal a Cherice con sus acciones y palabras, me acerque a ella para ver como seguía.

-¿Sucede algo malo Cherice-san?- Sin que me respondiera Alexia se acercó cubriendo a Cherice con lo que quedaba de su chaqueta... un momento... ¿Y la otra manga? Me gire para verla pero se encontraba de espaldas.

Ah, ¿Cómo terminaron así las cosas? Hasta hace unas pocas horas atrás todo iba bien, mire el ocaso y recorde unas palabras que me había dicho mi madre un día, reí ante ellas pues en ese entonces no las comprendía simplemente eran una hermosa poesía para mi. -El día en que el ocaso de sangre se tiña, no llores ni te lamentes por ello, es solo una fachada... para ocultar el dolor que sintio por un desamor-

La voz de Alexia me sacó de mis pensamientos provocando que me volver hacia ella quedándome en blanco en menos de un segundo...¿Cómo, cuándo qué? ¿En qué momento Alexia se hizo un corte tan profundo en su brazo. -¡Claro que se suturar! Es lo primero que me enseñaron pero... ¡¿Cómo diablos te hiciste un corte tan profundo?!-

No me lo creo... si la herida de Cherice-san está igual tendré que hacer un poco de sutura en ambas, por su seguridad -Cherice-san, ¿No te importa si vamos a mi casa un momento? Necesito revisar también tu herida- Solo me queda esperar su respuesta y tomar rumbo directo a mi casa.

Realmente estaba enfadada sólo que no sabía el por qué.

Repasemos por un lado estaba molesta con Alexia por la bofetada nunca nadie, exceptuando mi madre, me había abofeteado, pero ella ya se había disculpado. No, algo más me molestaba, este sentimiento tan raro.

De pronto ella puso su chaqueta sobre mí -gracias - dije a regañadientes y la tomé.

Estaba por responder a la pregunta de Ranmaru cuando Alexia mostró una cortada importante en su brazo y le preguntó a él si sabía suturar una herida, él, atento como todo futuro médico, se acercó para examinar la herida y ofreció ir a su casa para hacerlo.

Alexia era mi amiga y su herida realmente me preocupaba pero no podía evitar sentir aquella rabia por la forma en la que Ranmaru la trataba ¿por qué?

El ofreció que yo valla también para examinar mi herida, no sé por qué pero mi respuesta salió de mi boca sin darme tiempo a pensarla detenidamente
-no gracias, ve tu con Alexia y cuida de ella- se que fue un comentario un tanto caprichoso, acto seguido incluso tire la chaqueta de alexia y comencé a caminar en lado opuesto a ellos.

Me molestaba, algo me ocultaban, el no saber qué era me enfurecía. Su trato era tan raro, me hacía sentir algo que no conosco, un sentimiento nuevo en mí pero no lo quería porque hacía que me enfadase con mi amiga y quisiera acaparar la atención de Ranmaru sólo para mi. Me odiaba por ese sentimiento.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas mientras caminaba y mis piernas temblaban un poco, la mancha de sangre era más grande en la camisa. Caí al suelo de rodillas tomando mi cabeza con mi brazo sano, rayos creo que estaba perdiendo más sangre que lo normal.

Antes de siquiera poder tomar rumbo hacia el hogar de Ranmaru Cherice automáticamente respondió que no, algo me extraño en su actitud, no llevo mucho conociéndola pero puedo notar a simple vista que algo extraño pasa con ella, me levante sujetando mi brazo, con tanta fuerza que solo podía cortar mi propia circulación, con forme más avanzaba más podía notar que su paso se hacia más lento y también se tambaleaba bastante.

Me acerque a ella aún si seguía molesta conmigo no me importa, necesita atención y no voy a dejar que sus respuestas impidan que lo haga, tome su hombro para llamar su atención sin embargo no creo que haya servido de mucho pues no reaccionaba y solo sujetaba su cabeza.

-Digas lo que digas no me importa, necesitas atención medica- 

Pase su brazo por mis hombros para que tuviera un apoyo el caminar, no iba a cargarla o pedirle a Ranmaru que lo hiciera, había perdido mucho sangre y eso podría marearla y hacerle más daño... no estoy segura solo confiare en mi instinto y no la cargare.

A regañadientes llegamos al edificio, mire de mala gana por primera vez las escaleras, estaba cansada no quería subir escaleras hasta el piso diez, dónde vive Ranmaru, me gire a verlo molesta pues podía percibir cierta burla de su parte.

-Para que lo sepas solo tomo el a-ascensor por la seguridad de Cherice, t-tonto-

Nerviosa presione el botón esperando a que llegara la caja de metal llamada ascensor, para entrar todavía con Cherice apoyada, seguido entró Ranmaru.

-¡MUCHAS PERSONAS!-

No dije nada más, ni tampoco hice nada más, solo golpeaba el suelo con el zapato esperando que avanzara más rápido, lo cuál no iba a suceder.

Debo admitir que me sorprendió que inmediatamente me rechazará la opción de ir a mi casa, no sabía muy bien que responder ni como actuar, pues no me esperaba ese tipo de respuesta por su parte. Me di cuenta que su paso se hacía lento y comenzaba a temblar antes de poder acercarme Alexia se adelantó a sujetarla aún si ella se negaba para llevarla a mi departamento.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca pase su otro bazo por mi hombro sujetando su cintura, estuvimos caminando durando cierto tiempo hasta llegar al edificio, le deje encargada un momento a Alexia a Cherice pues debía abrir el portón tomando las llaves que Alexia tenía en la chaqueta... si había olvidado las mías.

-Lo mejor será ir por el... pff...a-ascensor- Quise reprimir mi risa lo mejor posible pero era imposible la expresión de Alexia ante la idea me causaba demasiada gracia -¿Te sientes bien Cherice-san, te noto algo decaida?- Me acerque a ella tomando su rostro entre mis manos, para poder verificar si tenía o no tenía fiebre, al aprecer no, me alegro.

Al llegar el ascensor entramos los tres, no fue un viaje de lo más grato pues al cerrarse las puertas Alexia grito olvidando que estabamos en una pequeña caja donde todo el ruido resonaba -No grites... aprecio mis timpanos- Al llegar me baje primero para tomar la llave que siempre tengo en el buzón y abrir la puerta permitiendoles a ambas pasar.

-Ven sientate aquí Cherice-san ya vuelvo- Fui directo al baño para tomar el botiquín con el cual debía contar cada practica de campo a la que iba... y por eso mismo esta más que completo. -¿Me permitirías ver tu brazo por favor?- No necesito ser un genio para saber que
ella esta molesta, y por eso mismo quiero volver a ver esa sonrisa suya que tanto me gusta.

No podía más mi cuerpo se debilitaba a cada segundo y el dolor de cabeza y mareo aumentaban ¡demonios!

Alexia se acercó a mi y me obligó a ir con ella tomándome por el brazo. No, realmente no quería ir con ellos quería, necesitaba, estar sola. Quise resistirme pero mi cuerpo no respondía, cuando quise recordar estaba entre los brazos de Alexia y Ranmaru camino a su ¿departamento?.

Me costaba mucho asimilar todo lo que ocurría debido a que el mareo y el dolor de cabeza acaparaban toda mi atención. Llegamos al edificio donde vivía Ranmaru cuando él busco en una chaqueta que me pareció que era de Alexia sus llaves, se que algo dijo del asensor que ambos rieron lo que me molesto por sobremanera.

Estaba hecha una fiera, una leona quien unos niños habían molestado quería gruñir, que me dejaran en paz ARGGGG que horrible sentimiento!!! quiero que se valla y no se qué es, ni por qué me comporto así! La ventaja es que por fuera parecía un oso de peluche por lo débil que estaba por lo tanto no lograba exteriorizar mis sentimientos.

Finalmente llegamos a la casa de Ranmaru, sé que ambos estaban preocupados por mí. Incluso Ram no paraba de preguntarme si yo estaba bien pero aunque quisiese responderle las palabras no salían de mi boca.

Cuando ingresamos me senté en el sillón de la casa, aún continuaba perdiendo sangre. Ranmaru fue a buscar su botiquín y Alexia sosteniendo su brazo se puso delante mio exigiendome saber qué era lo que me ocurría y por qué mantenía esa actitud. Dijo algo que no logré comprender y me mostro la banda con la margarita que le había regalado en otra ocasión.

Ranmaru volvió del baño con un botiquín y pidió mi brazo amablemente, pero se lo negue tocándomelo y girándole mi rostro.
Estaba tan molesta conmigo, con ellos, que lo único que pude hacer fue sutilmente ponerme a llorar. De pronto una voz llamó mi atención un recuerdo, uno de cuando era muy pequeña y descubrí cual era ese sentimiento horrible ¡CELOS!

Al llegar directamente fue a atender a Cherice, yo por otro lado quise esperarme a que pudiera estar sola para hablar con ella, baje la mirada a mi brazo notando que la margarita en mi muñeca se había teñido de el bello color carmín que caía por el mismo. Suspire viendo que no iba a ser posible así que aproveche cuando Ranmaru fue a su baño para inclinarme frente a ella viéndola fijamente, sentía un nudo en el estomago al verla de esa forma.

-¿Recuerdas lo que me dijiste el otro día cuando estábamos en mi casa? ¿Qué sin importar lo que sucediera puedo contar contigo? Pues ahora yo quiero que sepas que cuentas conmigo, lo que sea que te haya molestado, si fue algo que hice o dije 
libremente dímelo... eres la primer persona a la a que puedo llamar mi amiga desde hace mucho tiempo. Así que dime... ¿Qué te sucede? No me gusta verte de esa forma-

Vi a Ranmaru acercarse por lo que me puse en pie y me aleje dejando les solos, y fue cuando note una vez más el estado en el que ambas nos encontrábamos, suspire mirando la puerta me tardaría un poco pero debía hacer algo.

-¡Hey Ranmaru! Iré a mi casa por algo de ropa para Cherice, no le hagas NADA en lo que subo-

Me gire a verlo de mala manera, y supongo yo creando sorpresa en Cherice, camine a la puerta tomando mis llaves de mi chaqueta y subiendo los otros quince pisos faltan tes, ella necesitaba ropa y yo también por lo que sería bueno buscar algo que la tape bien.

Al cruzar la puerta me quede pensando en una posible opción sobre lo que podría pasarle a Cherice... no, es ilógico, tome la ropa volviendo a bajar las escaleras aunque esa idea todavía acechaba mi mente... Y... ¿Sí Cherice sentía celos de mí? Vamos Alexia reacciona, eso no puede ser posible, cuando baje nuevamente toque el timbre esperando para poder pasar.

Cherice-san me negó que le ayudará con su brazo ah... esto está volviendome loco, algo la tiene así de molesta me preocupa el verla así y también me disgusta, pues quiero volver a verla sonreír, quiero ver una vez más esa hermosa sonrisa muy propia de ella.

Quise volver a tratar pero no sabría si me dejaría ayudarla o no, comienzó a preocuparme... es extraño yo casi no me preocupo por los demás pero ella me preocupa demasiado, escuche a Alexia decir que subiría a su casa por algo de ropa para Cherice, dejándome MUY en claro que no quería que le hiciera
nada, no le respondí simplemente fui a sentarme a un lado de Cherice-san.

Me gire a verla he de suponer tengo una expresión afligida -Ch-Cherice-san... ¿Qué sucede?- Sujete su mejilla tenía un nudo en la garganta, algo de su expresión me hacía sentir culpable... sumamente culpable pero... no entiendo el porque -Por favor me... me duele verte de esa forma, quisiera poder ver esa hermosa sonrisa tuya que tanto me gusta- Me sonroje un poco por mis palabras, no voy a mentir, me preocupo por ella y quiero saber que es lo que tiene.

Paso cierto tiempo hasta que escuche el timbre supuse que sería Alexia, me levante de mi lugar con cierto pesar para poder abrirle, quite el pestillo de la puerta dejándola entrar volviendo a mi lugar, esperando únicamente la respuesta de Cherice-san, sea cual sea la que vaya a darme.

Aun continuaba algo confundida respecto a todo lo que sentía. Alexia y Ranmaru no paraban de interrogarme, Alexia finalmente fue a su apartamento a buscar ropa para ambas. Un momento ¿su apartamento?, la observé tomar sus llaves ¿en qué edificio estamos? no logre verlo porque estoy un poco atontada por la pérdida de sangre.

De todas formas sí necesitaba algo de ropa, mi pecho estaba abierto aunque no se veía nada de lo que pudiese avergonzarme, si era un desastre, mi falda tenía pequeños desgarros igual que mis medias y las mangas de mi ropa toda rota y ensangrentada.

En tanto Alexia se fue Ranmaru se sentó a mi lado, tomó mi mejilla mojada preguntando qué me ocurria puesto que quería ver mi sonrisa. Nos miramos a los ojos por un instante, sentí un cierto calor en mi corazon ante ese instante cuando, la que supongo sería Alexia, llamó a la puerta. Ran le abrió y se sentó a mi lado esperando una respuesta.

Yo me encontraba algo mareada, lo único que sentía en ese momento era cansancio. -Y-yo..yo ne-necesito- mis ojos se entrecerraban -necesito descansar- dije con mis ultimas fuerzas mientras inclinaba mi cabeza en el hombro de Ranmaru.

Era una calurosa tarde de otoño en la bella Italia, yo me encontraba en la arena armando pequeños castillos en el arenero de una plaza. Mi cabello era de mi color original castaño, y mis ojos verde esmeraldas estaban concentrados en mi castillo que acaba de finalizar
-BLAKE ! BLAKE! mira lo que hice!!!!! - comencé a buscar a mi hermano con mi mirada, pero no lo encontraba. -¿donde estará?- giré mi cabeza y lo vi jugando con una niña que debería tener aproximadamente 9 años de edad, igual que él. Eso me molesto por sobre manera, mi hermano me había abandonado por otra niña. Comencé a llorar en voz alta, me sentía muy mal, me enfurecía ¿por qué, qué era este sentimiento?.
Blake vino enseguida a ver el motivo por el cual lloraba y me alzó en sus brazos -yo yo no se por qué lloro, me siento enojada, tu quieres a esa niña y no a mi- dije llorando con más fuerza.
El rió y me explicó que no prefería a nadie, que ese sentimiento eran celos por temor a perder lo que más quería, pero que jamás lo perdería puesto que yo era su hermana. Me abrazó con fuerza expresándome el cariño que me tenía.

Continue llorando incluso cuando abrí mis ojos. Me sentía algo mejor, pero tenía hambre, mientras los abría, pude ver a Ranmaru y Alexia sentados en la mesa conversando mientras tomaban algo. No lo comprendía hasta hace unas horas ni se podían hablar y ahora charlan naturalmente. Su relación era tan extraña, mis sospechas de que hallan sido novios anteriormente se hacen cada vez más certeras.

Me incorporé poco a poco, mi brazo me dolía lo observé y estaba saturado, claramente Ranmaru aprobechó la oportunidad para curarlo. Me sentía mas liviana, encíma mio tenía una remera de mangas cortas que no era mia y mis piernas estaban al descubierto salvo por la falda. Alexia me había cambiado la ropa.
Intenté ponerme de pie pero aún estaba algo debil por la pérdida de sangre. Ranmaru se acercó a mi al igual que Alexia para comprobar mi estado.

En cuanto abrió la puerta deje lo que sería el cambio de ropa de Cherice aún lado de Ranmaru, sentí que me miraba sin embargo no regresa la vista simplemente tome dirección al baño para poder cambiarme de ropa, aproveche para limpiar un poco de la sangre que había en mi cuerpo, no importo cuantas veces tallaba mis manos y brazos seguían impregnados de sangre y con ese... ese...ese repulsivo olor, me desespere luego de un momento y cambie mi ropa dejando mi brazo lo más libre posible para que Ranmaru pudiera suturar la herida sin problemas.

Al salir me di cuenta de que Cherice se había quedado dormida y Ranmaru la había recostado en su regazo, pase de largo la escena sentándome en la mesa un tanto distraída, pues solo estaba pasando los dedos por mi cabello usándolos a modo de cepillo, suspire en más de una ocasión el sueño de Cherice era contagioso, y me hubiera quedado dormida de no ser por que Ranmaru tuvo que cocer mi brazo, y lo único en lo que pensaba mi mente en esos momentos era en el hecho de no voltear y ver la inmensa aguja que entraba y salía por mi piel.

Al terminar conmigo comenzó a curar a Cherice, fue bastante aburrido estarle pasando el alcohol y demás cosas que necesitaba para limpiar el corte, cuando termino le pedí un poco de espacio para cambiar de ropa a Cherice tomando rumbo a su cuarto, realmente fue rápido cambiarla de ropa lo complicado fue evitar abrir los puntos ya hechos. Cuando termine casi al instante salió Ranmaru rumbo a la cocina, ese ambiente se me hacía de lo más incomodo solo quería retirarme y volver a la soledad de mi pieza junto a mi tigre.

Y lo hubiera hecho de no ser por que Ranmaru me invito para quedarme a almorzar, mordí mi lengua bajando la cabeza; eso es lo que planeaba a fin de cuentas... querer arreglar un poco la tensa relación entre ambos, sin ninguna otra alternativa acepte su invitación yendo al otro extremo de la mesa mientras 
más lejos este puede que sea mejor.

-Seguro... ¿Por qué no?-

No paso mucho en lo que preparo un poco de "zakuski" y nos sentamos a comer, fue una plática un poco corta pues simplemente llegamos al acuerdo de no hacer mención alguna o siquiera recordar lo que había pasado unos días atrás, es fácil de decir pero no de hacer. Antes de darme cuenta Cherice ya había despertado, me acerque a ella para ver que tal se encontraba, aunque la noté un poco pálida quizás por la perdida de sangre que sufrió.

Llego un momento en el que sentí la cabeza de Cherice-san sobre mi hombro, supongo esta bastante cansada Alexia había pasado directamente a cambiarse al baño llego un momento en el que me dolió el hombro y decidí bajar la cabeza de Cherice-san para que estuviera en mi piernas, y en una posición mucho más comoda y de forma que no le lastimará su cuello. Acariciaba su cabello cada tanto de tiempo se ve tan apacible como si estuviera dentro de un sueño del cuál no le fuera posible salir, sonreí débilmente al verla así y me tranquilizo el verla así.

Cuando Alexia salió del baño, con cuidado baje la cabeza de Cherice de forma que quedará recostada en el sofá acercandome a Alexia para comenzar a tratar su herida, al momento en el que comencé a coser desvió velozmente la mirada como si no quisiera aceptar el hecho de que iba meter una aguja en su cuerpo.-¿Qué edad se supone que tienes? ¿No viene siendo tiempo para superar tu miedo a las agujas?- No me respondió, es más ignoro completamente mi comentario, suspire ante su actitud tan infantil.

Cuando termine limpie una vez más su brazo pues por las puntadas había sangrado levemente, claramente pude notar que este tenía pequeños rasguños, se había tallado de más. Me gire para ver a Cherice -¿Puedes ayudarme?- Fue un poco más rápido puesto que Cherice-san no estaba jalando el brazo cada vez que metía a aguja, cuando termine Alexia me pidio retirarme para que pudiera cambiar de ropa a Cherice-san, me recoste en mi cama durante unos momentos me dolía la cabeza habían pasado tantas cosas ultimamente y todas estaban dando vueltas por mi cabeza, entre ellas el incidente que paso unos días atrás, en ese momento recorde la expresión que había puesto Alexia, su rostro completamente sonrojado ¡Diablos!.

Gire tapando mi rostro con la almohada, se supone habíamos llegado a un acuerdo... pero claro esta que no sucedió pues... no podíamos ni vernos sin sentirnos incomodos. Luego de un momento mi estomago me exigió alimentarlo salí únicamente tomando dirección a la cocina, en ese momento vi como planeaba volver a su pieza, vamos si no es ahora, ya nunca podré arreglar la situación. -¿Note quedas a comer? Voy a preparar un poco de zakuski- Escuche su respuesta eso me calmo, cuando termine de cocinar nos sentamos, la única solución a la que pude llegar en esos momentos fue, ignorar el hecho de que aquella alguna vez sucedió, Cherice-san despertó y tanto ella como yo fuimos a dónde estaba para ver que tal se encontraba.

-¿Todo bien Cherice-san? ¿Te sientes mejor?- Sujete su frente solo por precaución de que no tuviera fiebre.